EH Bildu es la única, en estos comicios, que ha obtenido más votos que en las elecciones de hace cuatro años. Ha conseguido un record histórico en medio de un desplome general de la participación.
La actitud que ha mostrado en esta crisis sanitaria ha demostrado que existen diferentes modelos de gestión. Un ejemplo sería Ordizia, donde días antes de celebrarse las elecciones, se dio un foco de coronavirus.
Desde el Ejecutivo Vasco se limitaron a decir que las elecciones seguirían su curso, que quien diera positivo no podría salir de casa para acudir a votar. En cambio, no tomó ninguna medida excepcional para paliar la situación social del nuevo foco.
El alcalde de la localidad guipuzcoana, Adur Ezenarro (EH Bildu), impulsó el trabajo comunal y la cooperación ciudadana, poniendo medidas que ayudaron a contener el foco (limitar el aforo, cerrar bares, etc.). El resultado electoral en Ordizia ha recompensado la labor del ayuntamiento, dándoles cientos de votos y convirtiendo a EH bildu en la formación más votada del municipio.
De manera general, cabe destacar que EH Bildu sigue manteniendo las bases de su proyecto social y político. Ha vuelto a centrarse, por lo menos en los municipios y barrios, en las necesidades de quienes viven allí.
Ha llevado las reivindicaciones y necesidades de la sociedad (sanidad, educación) como parte de la base de su campaña electoral. El discurso, aunque moderado en comparación con el discurso que otras formaciones abertzales que le precedieron tenían, se ha centrado en lo social sin olvidarse de la propia identidad que gran parte de la sociedad vasca posee.
Todo apunta a que Bildu ha conseguido recuperar a parte del electorado que perdió con la irrupción de Elkarrekin Podemos en la política vasca. Y eso en parte se puede deber a que esté recuperando el trabajo que antaño se hacía y funcionaba tan bien.
Bildu siempre tendrá dos “hándicap”, la etiqueta de “terroristas” que tan barata les sale usar a las formaciones estatales y a los voceros de la prensa estatal y que es una coalición. Lo que hace que las personas que esperan ver en Bildu a HB, nunca lo hagan.
Los resultados electorales, según los medios que consideran al PSE una formación de izquierdas, dejan una mayoría de izquierdas. Esto se daría con la formación de un tripartito entre Elkarrekin Podemos, EH Bildu y el PSE.
La sociedad vasca sabe que eso no va a pasar. El PSE tiene pactada la lehendakaritza con el PNV desde 2016. La formación jeltzale ya ha dejado claro que su socio preferencial será el PSE. Tanto en Euskadi como en Madrid.
Sea como sea, el Ejecutivo Vasco empezará su legislatura con un aviso de huelga en la educación pública (apoyada en un principio por los cinco sindicatos) y otra posible en sanidad. Las demás formaciones políticas deberán analizar y trabajar para que el dato menos comentado, y posiblemente el más preocupante, cambie. La abstención a fin de cuentas.
A falta de contar los votos CERA, estos son los resultados. Estos votos serán contabilizados el próximo viernes, 17 de julio. En Araba, estaría en juego un escaño que por 226 votos Bildu podría arrebatárselo al PNV.
En Bizkaia, por 109 votos el PP podría arrebatarle un escaño a EH Bildu. Y en Gipuzkoa, a EH Bildu le bastarían 1.466 votos para conseguir el escaño de Elkarrekin Podemos.
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