Si hay algo que al día de hoy me sigue poniendo de mal humor, porque uno a medida que pasan los años aprende a tomarse las cosas con calma, es cuando se utiliza el género que practico y divulgo hace tantos años para expresar ideas coloniales.
Y no, no me refiero a esas canciones superficiales, o aquellas que expresan ostentación de pertenencias y privilegios. Si bien no comparto, puedo llegar a comprender a quien se hizo desde abajo y encuentra en esa exposición materialista un desahogo de sus frustraciones.
Cuando hablo de ideas coloniales me refiero puntualmente a esos artistas que sin un mínimo de pudor, utilizan al rap para fomentar la política exterior de las metrópolis que sumen en la miseria a millones de latinoamericanos desde antaño.
Nuestros hermanos pueblos de Cuba y Venezuela saben perfectamente de lo que hablo. Casi una década atrás nos enteramos como la USAID, organismo de injerencia cultural del gobierno norteamericano financiaba.
Promovía algunas voces muy particulares, que desde Miami y con una estética aparentemente contestataria, se alzaban para apoyar las operaciones de golpe blando y persecución mediática/judicial contra los gobiernos soberanos de sus propios países.
Lo digo con pesar, hoy ya no es raro encontrar “rap de derecha”. La música de los negros oprimidos dentro del mismo imperio, hoy funciona a la perfección para defender los intereses del mismo tirano y a medida que pasa el tiempo sorprende cada vez menos.
Con todo esto en mente nació “Acá en la Libertad”, una canción donde cuestiono sin ahorrar ironías, ese concepto tan particular de “libertad” que promulgan los propagandistas del imperialismo.
Es decir, aquellos artistas y comunicadores que fabrican una realidad artificial, generando productos culturales donde se muestra un mundo maravilloso, justo, equitativo, pacífico y próspero que cubre a todas las naciones, menos, a Cuba y Venezuela.
Para ser más gráfico, podría mostrarles esas canciones donde se miente escandalosamente, podría mostrarles algunas declaraciones de youtubers y periodistas que a usted que vive en Argentina, España, Bolivia o en cualquier parte del mundo le darían gracia o más bien le harían hervir la sangre.
No sólo es el contenido, sino también el llamativo momento que eligen estos verdugos de su propia patria para exponer sus mentiras. Justamente en el momento donde Chile lamenta la mutilación ocular de cientos de jóvenes reprimidos salvajemente por las fuerzas armadas.
Justamente en el momento en que Bolivia se cubre de sangre en la carnicería que los amigos bolivianos de Donald Trump perpetraron en El Alto para rifar su litio.
Justamente ahora cuando Lenín Moreno en Ecuador no entierra dignamente a sus muertos y justamente ahora cuando el propio imperio del norte arde en llamas, se atreven a lanzar estas canciones y estos videos denunciando “la falta de libertad” en los países que mejor están controlando la pandemia y que mayor asistencia brindan a sus ciudadanos.
Desde Washington amenazan, un personaje tirotea la embajada de Cuba en Estados Unidos, un grupo comando de paramilitares intenta invadir las costas venezolanas y en un tándem cinematográfico, salen los exponentes del hip hop a defender, no a sus propios países, sino al invasor.
Para estos adalides de la libertad van estas coplas. Sigan mintiendo, que desde este humilde lugar seguiremos desenmascarándolos.
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