Iniciamos un nuevo repaso a varios de los álbumes más destacados del metal gótico. Hace unos días ofrecimos las diez primeras referencias discográficas y ahora toca cerrar el artículo con esta segunda parte. ¡Acompáñanos!
Era necesario darle cobertura a un subgénero tan interesante como el metal gótico, el cual ha tenido una gran relevancia en la década de los 90. Esto no significa que haya dejado de tener presencia, aunque sí es cierto que la mayoría de sus obras referenciales tienen ya más de 20 años de existencia. Ahora bien, actualmente posee bandas muy interesantes que seguro darán muchas alegrías a sus seguidores tanto en el presente como en el futuro.
La primera parte resultó ser de gran interés para parte de nuestros lectores. Esperemos que siga siendo así con esta segunda ya que, con las diez propuestas de hoy, completaremos un listado total de veinte discos que son absolutamente esenciales para entender este sonido, tan extraordinario en lo musical como en lo visual.
No nos detenemos mucho más porque hace unos días explicamos cúando surgió el metal gótico y de qué sonidos se nutre. Así pues, vamos al grano. ¡Disfrutad!
Tiamat – Wildhoney (1994; Century Media)
El mayor clásico de los suecos Tiamat llegó cuando iniciaron el cambio más importante de su carrera. La formación liderada por Johan Edlund venía de realizar varios álbumes de death metal y ya comenzaban a ser un nombre al alza. Sin embargo, Wildhoney les puso entre los grupos más cotizados del metal gótico europeo.
El álbum mantiene algunos elementos utilizados por ellos anteriormente, como el carácter doom, pero añaden elementos psicodélicos y ciertos pasajes etéreos. El álbum contiene algunos clásicos como “Whatever That Hurts” y “Gaia”, pero también esconde algunas gemas interesantes como ese estupendo final protagonizado por “A Pocket Size Sun”. Impecable.
Canciones destacadas: “Whatever That Hurts”, “Gaia”, “Do You Dream Of Me?” y “A Pocket Size Sun”.
Lacrimosa – Elodia (1999; Hall Of Sermon)
Quizá estemos ante la cima del dueto formado en Suiza, aunque ninguno de sus integrantes nació en el país centroeuropeo. Tilo Wolff, mente maestra del proyecto, es alemán, y la corista y teclista Anne Nurmi, finlandesa. Desde sus comienzos, Lacrimosa ha ido creciendo poco a poco hasta llegar a su período de mayor esplendor a finales de los 90.
Elodia es la confirmación de que la música clásica, el metal y el gótico pueden casar perfectamente. Uno de los ejemplos más precisos de su música es “Alleine Zu Zweit”, un éxito rotundo por aquel entonces en los circuitos más oscuros del continente europeo y un clásico para Tilo y Anne. El álbum se divide en tres actos principales completados por varias composiciones, siendo el primero de ellos el más extraordinario.
Canciones destacadas: “Am Ende der Stille”, “Alleine Zu Zweit”, “Halt Mich” y “Ich Verlasse Heut’ Dein Herz”.
The Gathering – Mandylion (1995; Century Media)
De todos los trajes musicales utilizados por este interesante grupo neerlandés, el de metal gótico ha sido de los que mejor le ha sentado. La inquietud de sus músicos y sus ganas de experimentar les ha llevado a componer música de estilos muy dispares. Sin embargo, durante buena parte de la década de los 90 se erigieron como uno de los nombres más populares del metal más oscuro.
Guiados por la extraordinaria voz de Anneke van Giersbergen, Mandylion se convirtió en un clásico del estilo por diversos motivos. La instrumentación, elegante y rica, es una maravilla, las melodías son brillantes y las composiciones en su conjunto poseen mucho gancho. El inicio con “Strange Machines” es toda una declaración de intenciones.
Canciones destacadas: “Strange Machines”, “Eléanor”, “Leaves” e “In Motion #2”.
Moonspell – Wolfheart (1995; Century Media)
Pocas bandas portuguesas han llegado a instalarse en la élite del metal en algún momento pero, desde luego, Moonspell sí ha despertado un gran interés en gran parte del continente europeo. Tras varios lanzamientos previos en forma de EP, Wolfheart fue lanzado como el álbum debut de la banda.
Aunque por aquel entonces no obtuvo repercusión como sí han logrado con trabajos posteriores, a día de hoy, está considerado como su obra clave junto a Irreligious (1996). Varios de sus textos son poemas adaptados que el vocalista Fernando Ribeiro escribió durante su adolescencia. La mezcla no es la mejor y la calidad del sonido sería ampliamente superada, aunque las ideas principales son muy brillantes. El estilo se sitúa en un metal gótico con claros elementos black.
Canciones destacadas: “Wolfshade (A Werewolf Masquerade)”, “Love Crimes”, “An Erotic Alchemy” y “Alma Mater”.
The Sins Of Thy Beloved – Lake of Sorrow (1998; Napalm Records)
The Sins Of Thy Beloved fue un prometedor grupo noruego que sobresalió con este debut titulado Lake Of Sorrow. Apenas han publicados dos álbumes de estudio y se separaron en 2012, por lo que no hemos podido comprobar si las maneras que apuntaban serían constantes durante mucho más tiempo. La propuesta musical se basa en un metal gótico con suaves pinceladas doom, voz femenina y pasajes muy atmosféricos.
El carácter de la música es agridulce, con tonos invernales y temática basada en el amor y la muerte. También hay puntuales voces masculinas, menos suaves y con guturales. El nivel del trabajo no decae en ningún momento, pues no hay altibajos y todo es muy homogéneo. De lo mejor que ha surgido en el gótico de finales de los 90.
Canciones destacadas: “My Love”, “Worthy Of You”, “Lake Of Sorrow” y “Until the Dark”.
Theater of Tragedy – Aégis (1998; Swanlake Records)
Posiblemente estemos ante la obra más reconocible y de mayor calidad de Theatre of Tragedy. De hecho, jamás pudieron igualar ni acercarse a lo que aquí lograron plasmar. Aégis, tercer trabajo de estos noruegos, respondió a las expectativas creadas en Velvet Darkness They Fear (1996), gracias a una propuesta impecable con excelentes melodías, un ambiente etéreo y el juego de voces creado por Liv Kristiney Raymond Rohonyi.
Aquí hay mucho canto al amor, a la mitología y todo ello con un claro traje nocturno y melancólico. No esperes una obra de gran potencia, pero sí muy contundente en cuanto a lo que quieren mostrar. Contó con la producción del experimentado Pete Coleman, quien trabajó con artistas como The Sweet, Suzi Quatro, The Christians, Pat Benatar o Demon, entre otros.
Canciones destacadas: “Cassandra”, “Lorelei”, “Siren” y “Venus”.
The Old Dead Tree – The Nameless Disease (2003; Season of Mist)
Banda francesa de efímera aunque intensa carrera musical. Se formaron a finales de 1997 y publicaron un EP que mostraba pinceladas de lo que podrían traer entre manos. Su puesta de largo llegó con este The Nameless Disease, un disco que entra en los parámetros del metal gótico, pero en el que se aprecian elementos progresivos y otros conectados con el doom y el death metal.
Instrumentalmente hablando es muy completo, hay cambios de ritmo sorprendentes, riffs cortantes, atmósferas muy cambiantes y ramalazos de agresividad. El disco fue escrito y pensado como homenaje a Frédéric Guillemot, exbatería y miembro fundador que se suicidó en 1999. Poca atención se les ha prestado y solo con este disco deberían figurar entre lo más granado del subgénero.
Canciones destacadas: “We Cry As One”, “It Can’t Be”, “It’s The Same For Everyone” y “Somewhere Else”.
Katatonia – Discouraged Ones (1998; Avantgarde Music)
El caso de Katatonia es algo peculiar. No hablamos de una banda que se inicia en un estilo y evoluciona hasta instalarse en un sonido definitivo. Los suecos han estado en constante evolución, pues han realizado death, doom, metal alternativo, rock alternativo, rock acústico, rock progresivo y, por supuesto, metal gótico, a lo largo de su carrera.
La inclusión de este trabajo y no otro de nivel similar radica en que Discouraged Ones es su trabajo con mayor inclinación hacia el citado metal gótico. También hay pinceladas doom e ingredientes musicales muy propios del shoegaze. Muy melancólico, depresivo y otoñal, pero con bellos pasajes en cortes relativamente fáciles de asimilar. Todas las composiciones fueron escritas por Jonas Renkse y Anders Nyström.
Canciones destacadas: “I Break”, “Deadhouse”, “Cold Ways” y “Saw You Drown”.
Tristania – Beyond The Veil (1999; Napalm Records)
Grupo noruego formado en mitad de la década de los 90 y que, como muchas otras, ha ido modificando su propuesta con el paso de los años. En el caso de Tristania, han ido de más a menos. De hecho, sus mejores obras son las dos primeras, precisamente en las que participó el guitarrista y vocalista Morten Veland antes de abandonar la banda y fundar Sirenia.
Beyond the Veil es el segundo álbum, cuya propuesta se basa en un metal gótico con influencias sinfónicas y puntuales incursiones en el black metal. Cuentan aquí con dos voces principales, las del citado Veland y las de Vibeke Stene. A pesar de haber momentos agresivos, el disco es muy agradable, melódico y épico. También es oscuro y pagano. Los tres primeros cortes son, sin duda, de lo mejor del álbum.
Canciones destacadas: “Beyond the Veil”, “Aphelion”, “A Sequel of Decay” y “Angina”.
Draconian – Arcane Rain Fell (2005; Napalm Records)
La portada no esconde absolutamente nada. Cierto, ninguna en este y otros subgéneros del rock o el metal lo hacen, pero en esta ocasión es sumamente evidente. Estamos ante un álbum repleto de calidad, pero no apto para todo el mundo. Las canciones en Arcane Rain Fell son grises, depresivas y melancólicas.
Es cierto que contienen buenas dosis de melodías pegadizas, pero aquí mandan las voces guturales de Anders Jacobsson, a pesar de la pureza de las aportadas por Lisa Johansson. Metal gótico fusionado con doom y death metal, de carácter pagano y de tendencias fúnebres con algo de romanticismo. De toda la lista, el de Draconian quizá es el álbum menos accesible, a pesar de que para muchos oídos acostumbrados es bastante asequible en su asimilación.
Canciones destacadas: “Daylight Misery”, “The Apostasy Canticle”, “The Abhorrent Rays” y “Death, Come Near Me”.