En Venezuela está marcada en el calendario la fecha 6 de diciembre. Ese domingo, los ciudadanos y ciudadanas de la nación caribeña están llamados a votar en las elecciones legislativas, que han supuesto un éxito en las negociaciones entre el gobierno y la oposición, al haber podido renovar la directiva del poder electoral, representada en el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Gracias a ese proceso de diálogo, todos los partidos de la oposición venezolana, incluso Primero Justicia (fundado por Leopoldo López) y Voluntad Popular (dirigido por López y Guaidó) van a participar en las elecciones. Mientras tanto, el gobierno de España, alineado con la posición de la Unión Europea, no está cerca de reconocer el resultado de esas elecciones.
“Aquí lo irónico es que hay quien no reconoce de antemano el resultado, por adelantado, antes de celebrarse“, reflexiona Fran Pérez, responsable de Relaciones Internacionales de Izquierda Unida.
Sobre el sistema venezolano, expone que “en Venezuela hay una democracia consolidada que ha realizado 25 elecciones democráticas desde 1998 en que Hugo Chávez ganó por primera vez. La Fundación Carter ha dicho varias veces que el sistema electoral de Venezuela es el sistema más perfecto del mundo“.
La administración Trump no quiere reconocer las elecciones de Venezuela porque saben que hay muchas posibilidades de que el PSUV las gane, y temen además que los líderes y partidos de la oposición que se presentan se consoliden como dirigentes de la oposición, desplazando del liderazgo opositor a López y a Guaidó, que son la carta y jugada de EEUU. Fran Pérez.
Por otro lado, en cuanto a la participación en el sistema, “es demostrable que en Venezuela hay pluripartidismo y efectivamente se van a presentar a las elecciones partidos de izquierda y de derecha, y en los últimos años ha habido una altísima participación popular“, explica Pérez.
Desde el año 2010, momento en que la oposición venezolana decidió no participar en las elecciones legislativas por primera vez durante la V República, el cuestionamiento del sistema electoral y de la calidad democrática de Venezuela ha ido en aumento por parte del campo conservador internacional, con las excepciones en las que, con el mismo árbitro electoral, la oposición ha conseguido la victoria.
“Aquí lo que sorprende es que hay quien no reconoce de antemano el resultado, y antes de celebrarse el proceso electoral ya están diciendo que las elecciones no van a reunir garantías. La administración Trump no quiere reconocer esas elecciones porque saben que hay muchas posibilidades de que el PSUV las gane, y temen además que los líderes y partidos de la oposición que se presentan se consoliden como dirigentes de la oposición desplazando del liderazgo opositor a López y a Guaidó, que son la carta y jugada de EEUU“, revela el dirigente del espacio de Unidas Podemos.
Para Fran Pérez, el hecho de que “la oposición se presente” indica que es “porque saben que hay un sistema electoral que funciona y quieren tener representación en la Asamblea Nacional y pintar algo el día después en la política venezolana“.
Por otro lado apunta el líder progresista a una cuestión interna de la derecha venezolana, la disputa por el liderazgo “están cansados de la fracasada operación Guaidó, impulsada por EEUU, que lo que busca abiertamente es que ningún partido de oposición se presente para poder deslegitimar el resultado y seguir acusando a Maduro de tirano y a Venezuela de dictadura“.