El pueblo de Ecuador no aguantaría otros cuatro años de neoliberalismo
La inconformidad de los ecuatorianos ante Lenín Moreno, en este momento tiene a la sociedad como una olla de presión a punto de estallar.
Históricamente, el pueblo ecuatoriano ha demostrado en múltiples ocasiones su rechazo cuando un gobierno se aleja de su objetivo de servir a las mayorías en beneficio de determinados grupos de poder.
Tal es el caso de los expresidentes Bucaram, Mahuad y Gutiérrez que, ante la legítima y masiva protesta popular, fueron derrocados.
El caso actual de Lenín Moreno, a pesar de ser el más impopular de todos los anteriores, marcado además por una señal indigna como es la traición al plan de gobierno con el cual llegó al poder, -y en cambio ejecutó un plan completamente neoliberal apoyado por la banca, la prensa y la oligarquía-, tuvo de su lado un factor que le permitió mantenerse en el poder.
Me refiero a la crisis sanitaria del COVID-19. Los ecuatorianos con temor justificado a contagiarse no han podido expresar, como en anteriores ocasiones, su malestar y descontento ante tan deplorable y hasta cínico manejo del gobierno, envuelto en toda clase de escándalos de corrupción.
La inconformidad de los ecuatorianos ante tal desastre, en este momento tiene a la sociedad como una olla de presión a punto de estallar.
Por todo esto es de pensar que definitivamente el pueblo ecuatoriano no aguantará una continuidad neoliberal.