La Revolución Ciudadana se impone como la oposición a Guillermo Lasso
La Revolución Ciudadana apuesta por ser una oposición democrática que adoptará posturas a favor o en contra de Guillermo Lasso basándose en la razón y la realidad de Ecuador.
El pasado 24 de mayo, el banquero guayaquileño Guilllerno Lasso asumió ante la Asamblea Nacional como nuevo presidente constitucional del Ecuador, tras un periodo de 4 años de gestión neoliberal del expresidente Lenín Moreno.
Si bien durante las elecciones generales realizadas el pasado 7 de febrero en el país andino el candidato por la izquierda Andrés Arauz apuntaba hacia la victoria en la primera vuelta, fue superado en el balotaje por el representante de la derecha Guillermo Lasso.
En este sentido, el excandidado Arauz renunció el pasado 22 de mayo a través de un mensaje de Facebook, “la campaña ha concluido y con ello, mi encargo. Salgo muy agradecido y motivado por las cualidades enormes y el profundo compromiso de nuestra militancia en todas las provincias”. Asimismo, agregó que desde hace algunas semanas está fuera del país “concentrado en atender la salud de mi familia y en concluir mis estudios de doctorado”.
Seguidamente, el Buró del Movimiento Fuerza Compromiso Social por la Revolución Ciudadana (FCS), en reunión celebrada el 28 de mayo de 2021, resolvió aceptar la renuncia de Arauz a la presidencia de la organización política y en la actualidad, Raisa Corral, asambleísta de Manabí, asume la presidencia de la organización política.
Ecuador se encuentra actualmente sumida en una compleja crisis económica y sanitaria que obliga al nuevo presidente Lasso a hacer enormes esfuerzos para recuperar la economía del país, así como erradicar la pobreza debido al abandono estatal por parte del gobierno saliente de Lenín Moreno.
Ante ese escenario, Mónica Palacios, Asambleísta de la Revolución Ciudadana, en entrevista exclusiva para elestado.net comentó sobre el estado actual la organización política. Cuáles son los planes y las primeras propuestas que se han hecho de cara al nuevo juego político que deben asumir como oposición al actual gobierno de Guillermo Lasso.
Al analizar la fuerza política de la Revolución Ciudadana en la Asamblea, la también economista indicó “somos la bancada más numerosa de la Asamblea, la más sólida, la más unida. Ningún asambleísta se ha separado del bloque como las otras fuerzas políticas, y esto evidencia claramente que lo que nos une son los intereses colectivos y no personales”.
La Asambleísta aseguró que la bancada del partido UNES (Unión por la Esperanza) será una oposición democrática basada en la razón y la realidad de su país.
“Nosotros apoyaremos todos los proyectos de ley que sean en beneficio del Pueblo pero no apoyaremos los proyectos ley que atentan contra los derechos de los ecuatorianos reconocidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales”, agregó Palacios.
Respecto al rol del Pueblo ecuatoriano en esta nueva etapa política del país, Palacios aseveró que cuentan con el Pueblo, “yo creo que el aliado que nosotros tenemos es el Pueblo, es ese pueblo que se le ha ayudado, es ese pueblo que reconoce el trabajo de la Revolución Ciudadana, es el pueblo el que nos ha apoyado”.
Tuvimos 43% de votos, somos la mayor fuerza política acá en el Ecuador, entonces a nosotros quien nos respalda es el pueblo, que yo estoy segura que va a estar en las calles defendiendo la democracia una y otra vez, y también defendiendo el único proyecto político que ha trabajado por nosotros. Mónica Palacios.
En cuanto a los planes y primeras propuestas que se han hecho, la Asambleísta expresó “nosotros lo que queremos es promover proyectos de ley que tengan un fin de justicia social para tener una sociedad equitativa para todos”.
Finalmente ratificó que el Movimiento Fuerza Compromiso Social por la Revolución Ciudadana está tratando de gobernar con Guillermo Lasso, “estamos tratando de llegar a acuerdos de gobernabilidad. Pero en el momento que eso no se de, yo creo que la protesta pacífica social vendrá sola porque nuestros pueblos ya están cansados del abuso de un proyecto neoliberal el cual no trabaja para las masas sino para unos pocos grupos de poder”, concluyó Palacios.