Honduras y Colombia: dictaduras silenciadas en América Latina (II): El propósito
A través del Plan Colombia, EEUU busca mantener su hegemonía en América Latina. la DEA cumple el objetivo de control del "patio trasero" y no de combate al narcotráfico.
Caso Colombia
La realidad se este país suramericano, igualmente cargada de asesinato de líderes sociales, amenazas y desplazamiento de campesinos, así como narcotráfico.
Colombia al igual que Honduras, es otra de las dictaduras silenciadas como resultado de la intervención de EEUU.
Cabe recordar el Plan Colombia como acuerdo bilateral militar suscrito en el año 1999 entre los gobiernos de Colombia y EE.UU, durante las administraciones del presidente colombiano Andrés Pastrana y el estadounidense Bill Clinton,
Estas contienen 3 objetivos específicos: “generar una revitalización social y económica, terminar el conflicto armado en Colombia y crear una estrategia antinarcóticos”.
En lo concreto, el plan es una fachada que encubre la implantación de fuerzas armadas estadounidenses en Colombia, por lo que destaca su alto contenido geopolítico.
La dirección de las operaciones militares estuvieron a cargo del general Barry McCaffery, ex comandante en jefe de las fuerzas militares estadounidenses en América del Sur, y nombrado jefe de la lucha antidroga por Bill Clinton en enero de 1996.
Entre las acciones asumidas por McCaffery están: la implementación del uso de paramilitares contra la entonces guerrilla de las FARC-EP (actualmente partido político).
Además, se planteó “priorizar” la modernización del Ejército colombiano con el pretexto del combate a la drogas, pero en la práctica hubo un aumento de efectivos civiles (mercenarios) y militares estadounidenses (sumándose la implementación de 7 bases militares) en territorio colombiano, quienes participan cada vez más en el combate contra la insurgencia.
El Plan Colombia ha sido ganancia para EEUU ya que le permitió arraigar su intervencionismo político, económico y militar en América Latina, sin cumplir con su “objetivo público” de erradicar el narcotráfico, pero avanzando en su verdadero “objetivo oculto” de aniquilar a los movimientos insurgentes de Colombia.
EEUU logró la injerencia en los yacimientos de petróleo e impedir toda negociación con las guerrillas. Con más de 300 infraestructuras estratégicas en Colombia, EEUU destinó en febrero de 2002 unos 100 millones de dólares para garantizar la protección de dichos sitios contra la guerrilla.
Además, mantiene la alianza de Colombia para seguir con el Tratado de Libre Comercio (TLC), la extracción de petróleo, carbón, oro y minerales estratégicos. Otro de los beneficios es la adquisición de materias primas a bajo costo y asegurar la inversión de capitales extranjeros.
Colombia se ubica en la región andino amazónica, de las más ricas del mundo en lo concerniente a diversidad biológica, fuentes de materia prima de la industria de la ingeniería genética y la biotecnología que está muy desarrollada en EEUU.
Resultados del Plan Colombia
Pobreza en la nación neogranadina, agudización del paramilitarismo, aumento del número de víctimas, desplazamiento y desapariciones forzosas, además de provocar el problema de los “falsos positivos” e incitar la guerra y el odio. Paradójicamente, desde que inició el Plan Colombia, aumentó la producción y distribución de cocaína en Colombia.
La inversión en el Plan Colombia llegó a US$ 16.940 millones (cifra que resulta de sumar la inversión hecha por EEUU de US$ 9.940 millones en asistencia militar e institucional y los US$ 7.000 millones con los que se comprometió Colombia), de acuerdo con un informe del Departamento Nacional de Planeación (DNP) de Colombia.
El verdadero propósito
Con el establecimiento de esas dictaduras silenciadas en Honduras y Colombia se busca consolidar a los gobiernos de derecha y frenar los procesos revolucionarios en América Latina. Son centros de operaciones de la CIA y del Pentágono en Centroamérica desde los años 50.
Las más de 76 bases militares instaladas en América Latina son la representación viva del monopolio neocolonial que sigue ejerciendo EEUU. Las bases se encargan de recordar a cada país, que solo debe existir un tipo de “democracia” (promovida por el país que tiene enjuiciados y encarcelados a más de 103.000 niños y niñas inmigrantes, 3000 de ellos cumplen cadena perpetua, según cifras de la ONU), y que las armas de cada base cuentan con medidor para quien se salga de este esquema. Son un sistema de represión pero también de amedrentamiento.
Así, la DEA es un mecanismo de control del “patio trasero” y no de combate al narcotráfico, donde EEUU persigue:
- Mantener la hegemonía en la región.
- Frenar las relaciones de países latinoamericanos con China, Rusia e Irán.
- Desarticular el surgimiento de fuerzas patrióticas y movimientos populares revolucionarios.
- Debilitar a los gobiernos de izquierda e impedir el surgimiento de otros.
- Enfrentar la proliferación de Estados latinoamericanos revolucionarios.
- Apoderarse de las cuantiosas reservas petroleras venezolanas.
Hay que recordar que la región andina proporciona el 25% del petróleo que consume EEUU y la Amazonía proveería los recursos vitales para la supervivencia de esa nación.
Sin embargo, los pueblos de América Latina no tienen miedo, países como Nicaragua, Bolivia, Cuba, Venezuela hoy enfrentan el levantamiento popular más grande de los últimos tiempos contra el neoliberalismo, son estos países los que paradójicamente son definidos como dictaduras por los medios hegemónicos.