La política exterior de España cuando de Afganistán se trata
El sistema de relaciones internacionales de España, con fines de establecer alianzas entre los Estados del mundo, ha ido cambiando de manera radical en los últimos años.
De la misma manera que es dinámico y se encuentra en constante renovación, la política exterior ha cambiado, permitiendo que afloren muchas más regulaciones en distintas materias.
Todo esto con la finalidad de promover la manutención y protección de la paz, al igual que el resguardo de los Derechos Humanos (DDHH), que debería ser prioridad para los gobiernos.
Partiendo desde esa perspectiva humanitaria, junto a la caída del muro de Berlín, el nuevo eje, y otros factores como la globalización dieron paso a realidades distintas. Las circunstancias habían cambiado al igual que los Estados, desde sus instituciones, ideologías y gobiernos.
Por tanto, la tecnología junto a los avances en materia digital y protección de datos, comenzó a ser visto como un elemento importante para las gestiones independientemente de la nacionalidad.
Al mismo tiempo, la geopolítica ha ido dando cambios abruptos, obligando que la mayoría de los países revisen su política exterior. En el caso de España, estos hechos se superponen con un proceso de profundas transformaciones internas.
Existen elementos que juegan un rol esencial como lo ha sido la nueva Constitución, la construcción del Estado descentralizado, la integración en la Unión Europea, seguido por la conversión en un país receptor de grandes flujos migratorios y el impacto del terrorismo.
Si bien es cierto, la política exterior de España está comprometida con el multilateralismo y, por tanto, con las Naciones Unidas, otros órganos, agencias y fondos que beneficien ese tipo de áreas.
Mientras que dichos proyectos no comprometan la soberanía del Estado, salvaguardando de cierta manera su poder autónomo.
De ahí que, los diplomáticos españoles admiten que el mundo ha cambiado y reivindican consenso político para ganar presencia internacional. La diplomacia debe reinventarse para afrontar nuevos retos y adaptarse a un escenario diferente.
Su posición frente a la crisis en Afganistán
“Afganistán no es un lugar ajeno a España“, ha afirmado Sánchez, que ha destacado que la presencia española en la provincia de Badghis y las infraestructuras desarrolladas han ayudado a “sembrar” una “cierta estabilidad“.
“En estos 15 años, gracias al esfuerzo de todos, hemos sembrado y esperamos que en un futuro esa siembra germine en una mayor prosperidad, seguridad y libertad del pueblo afgano“, ha resaltado.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reivindicado que la presencia española de “los últimos 20 años en Afganistán no han sido en balde” y ha asegurado que el Ejecutivo ha estado “pendiente“.
Para muchos expertos, la situación fronteriza de España representa una gran debilidad en su política exterior, ya que el país está “escondido” detrás de Estados Unidos.
No obstante, es importante aclarar que en una circunstancia de dicha naturaleza, se deben defender (y priorizar) los intereses del Estado y velar por la seguridad de los nacionales. Los partidos de la oposición, al margen de que tuvieran sus razones para demandar una mejor y más decidida acción exterior para hacer frente a la crisis.
Por otro lado, el Ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, José Luis Escrivá, aseguró que el sistema español de protección internacional ya está preparado para dar una acogida digna a los refugiados afganos.
Mientras que el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, ha comentado que su prioridad es identificar a los conciudadanos y personas que han trabajado en el proyecto.
De hecho, varias comunidades autónomas entre las que se encuentran Castilla-La Mancha, Navarra, La Rioja, Andalucía y Comunidad Valenciana se han ofrecido para acoger a refugiados afganos, especialmente a mujeres y niñas.
Así, recuerda que su responsabilidad es “buscar salida para personas que están en riesgo grande, y relacionada con nosotros”. “Pero eso no excluye a nadie”.
Borrell se ha referido a las personas que huyen de Afganistán como exiliados y recordado que “la Unión Europea todavía no tiene una política común para hacer frente a los problemas de exilio y emigración masivas”.