The news is by your side.

Brecha de género: un reto para alcanzar la igualdad

Gran parte del progreso en la equidad de género durante los últimos años se debe al ingreso de las mujeres a la política.

La brecha de género es un tema que ha quedado evidenciado mayormente en los últimos años, reflejando su importancia y valor para la sociedad. Por consiguiente, está asociado con el desarrollo y avance de los Estados, lo cual es visible al estudiar la prosperidad de los países que encabezan la lista.

Dicho aspecto existe en casi todas las actividades, en salud, en la economía, en el trabajo, en la parte educativa, en la política y también en el sector tecnológico.

No obstante, la brecha de género salarial y en el contexto político, son las más discutidas por los expertos, debido a su gran impacto en la cotidianidad de los individuos.

La gran mayoría de los escaños políticos, gubernamentales y cargos de poder en el mundo pertenecen a varones.

De ahí que, los hombres hacen las leyes y las aplican, en su mayoría, fomentando la idea de predominancia del patriarcado. Es así que, es esencial que las mujeres también ocupen estos puestos y defiendan los intereses de sus representados (el electorado).

Ahora bien, España tiene una brecha de género del 79.5%. Con ese porcentaje está entre los diez primeros del ranking, concretamente en la 8ª posición, luego existe bastante igualdad.

En el país ibérico han disminuido las diferencias entre hombres y mujeres respecto al pasado año, en respuesta a las exigencias de las nuevas generaciones respecto a premisas más equitativas.

A su vez, el índice de la brecha de género mide el tamaño de dicha desigualdad de género en la participación en la economía y el mundo laboral cualificado, en política, acceso a la educación y esperanza de vida.

Por ello, al hablar de “eliminar las desigualdades de género” es una afirmación demasiado amplia y el primer paso consiste en empezar a accionar, utilizando iniciativas y mecanismos adecuados para solucionar el problema.

Según distintos estudios, reducir la brecha conllevaría a que dentro del mercado laboral las mujeres aportaran aproximadamente 230.847 millones de euros a la economía española, un 18,5% del PIB, y supondría la creación de 3,2 millones de empleos.

De momento, a pesar de la progresiva incorporación de la mujer en el mercado laboral, el índice ClosinGap sitúa la de brecha de género en el empleo todavía en un 35%. Y apunta a que se está reduciendo a un ritmo anual del 1,9% desde 2015 por lo que de continuar esta tendencia, no desaparecía hasta dentro de 23 años, en 2043.

Estos son algunos ejemplos que se encuentran con bastante frecuencia:

  • Brecha salarial

En su informe sobre la igualdad salarial, la Unión General de Trabajadores avisaba de que la diferencia de sueldos entre el hombre y la mujer se situaba en el 24%, la más elevada de los últimos 6 años.

  • Labores domésticas y cuidado familiar

Según datos del INE de 2016 sobre los usos del tiempo, las mujeres españolas se encargan diariamente, durante casi cuatro horas y media, de las tareas del hogar y del cuidado de menores, mayores o familiares dependientes.

En cambio, los hombres que se ocupan de estas labores solo les dedican dos horas y media de su tiempo.

  • Liderazgo empresarial

Gracias al informe Women in business, se sabe que se ha incrementado la presencia de la mujer dentro de los cargos de dirección. Igualmente, el porcentaje de mujeres españolas directivas es de solo un 27%.

La pandemia como agente afianzador de la brecha

El confinamiento general en consecuencia del COVID-19 amplió de manera alarmante las diferencias que ya se habían percibido con anterioridad.

Así lo señala un informe elaborado por el profesor de la Universitat Jaume I Vicente Castelló Roselló para la cátedra Prospect Comunitat Valenciana 2030, que refleja el impacto negativo de la pandemia sobre el género femenino, provocando un retroceso en recientes avances en materia de igualdad.

El informe propone que, a corto plazo, se busque la recuperación de las tasas de actividad y de ocupación.

Mientras que a medio plazo, se abogue por alcanzar la plena equiparación de mujeres y hombres en su participación en el trabajo remunerado, para que haya una igualdad de oportunidades real y efectiva en el mercado de trabajo y el empleo.

Es preciso recalcar que para reducir estas desigualdades son necesarias reformas estructurales, como una “imprescindiblerevisión completa de la estructura del sistema educativo.

Y al mismo tiempo, son esenciales las medidas de apoyo para la reactivación económica de las mujeres y reforzar las políticas activas de empleo.

Asimismo, el estudio afirmó que es “fundamental” poder acceder fácilmente a dotaciones y servicios profesionales de cuidados a las personas (atención a la primera infancia y a las personas dependientes), y la corresponsabilidad en las cargas familiares y domésticas.

Para este profesor, la igualdad entre hombres y mujeres “es importante en términos de justicia y de equidad, pero también de eficacia y desarrollo económico, humano y social“, y es indispensable para la construcción de un mundo justo.

Es, por ello, prioritario aunar esfuerzos y seguir trabajando conjuntamente para cerrar todas las brechas, posicionando a la mujer como palanca clave para la recuperación económica del país.