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Gabriel Boric: el candidato de la vieja y nueva izquierda chilena

Gabriel Boric ha logrado la aprobación de quienes siguieron a Allende, y de los jóvenes que se identifican con la justicia social.

Gabriel Boric Font, candidato presidencial para las venideras elecciones de Chile en noviembre del 2021, presentó su programa de Gobierno denominado “Propuestas Programáticas para un Nuevo Chile”, partiendo de la consciencia de que “los cambios nacen de la lucha social” y que “sin organización y persistencia, los logros sociales pueden fracasar o convertirse en un espejismo”.

A través de la ejecución de su propuesta de Gobierno busca, junto al pueblo chileno, generar “el salto definitivo hacia la construcción de una sociedad distinta (…) Una sociedad más justa, más inclusiva y más digna (…) Construir un gobierno de mayorías que acompañe ese proceso y lo lleve a buen puerto”, manifestó el candidato presidencial del Frente Amplio.

A fin de generar una democracia “más profunda, mayor igualdad y más libertades para las personas y pueblos”, Boric afirmó que el motor de los cambios será “la desconcentración del poder y la superación del neoliberalismo”.

Gabriel Boric reunido con Matías (persona con discapacidad visual) “El cambio solo es posible cuando valoramos la diversidad, y nuestro esfuerzo y compromiso está en construir una sociedad inclusiva y con accesibilidad universal para tod@s”. Foto: @gabrielboric

En este sentido, su programa tendrá tres perspectivas transversales para su posible Presidencia, a saber: feminismo, transición ecológica justa y descentralización, las cuales recorren cada una de las propuestas y que “marcan el proyecto político enmarcado en la búsqueda de justicia social y desconcentración del poder”.

Asimismo, en su proyecto también plantea otras tres tareas en caso de llegar al Gobierno:

– Enfrentar la emergencia sanitaria y la crisis económica y social, heredada del actual gobierno de derecha.

– Establecer un modelo socioeconómico que tenga al centro la sostenibilidad de la vida y el cuidado de las personas y comunidades, apuntando a la superación del neoliberalismo. Esta a su vez con tres componentes críticos:

  • Una transformación de la matriz productiva
  • La consagración de derechos sociales universales
  • Una audaz reforma tributaria

Profundización democrática en todos los espacios.

Gabriel Boric reafirma su compromiso con la descentralización. Foto: @gabrielboric

En su propuesta, el candidato presidencial del Frente Amplio se enfoca en la reactivación económica mediante el impulso de medidas de recuperación económica, enfocadas en el empleo femenino (tales como un rediseño al Bono Trabajo Mujer y una “redistribución” de las labores de cuidado).

Se suma, la creación de medidas para avanzar hacia la carbono neutralidad, en este aspecto se habla de invertir en obras de infraestructura con “impactos virtuosos” en materia ambiental, priorizando aquellas que puedan ser ejecutadas por micro, pequeñas y medianas empresas.

En cuanto al sistema de previsional, Boric propone poner fin a las AFP y dar paso a un sistema solidario, reforzando el rol del Estado en las pensiones. En esta línea busca crear “un ente público legalmente autónomo“, sumado a la creación de un fondo solidario colectivo y asegurar un “piso mínimo” para las pensiones.

El candidato de izquierda chilena busca aumentar los impuestos a los altos patrimonios y “súper ricos“, sumando medidas para disminuir la evasión y la elusión.

Asimismo, dar un mayor impulso a programas de salud mental para trabajadores afectados por el COVID-19, y un plan de recuperación para el sector cultural, uno de los más afectados por la pandemia.

Gabriel Boric reunido con miembros del Teatro Aleph, que cumple un gran rol en la formación de artistas jóvenes. “Porque el teatro lo soñamos colectivamente, la cultura debe llegar a todos los rincones. Como gobierno protegeremos espacios culturales independientes como este”. Foto: @gabrielboric

Adicional a la pandemia del COVID-19, Chile se encuentra en un contexto de crisis en lo social, político y económico heredada de los gobiernos dictatoriales y neoliberales de turno.

Las propuestas del candidato por el Frente Amplio son acertadas en el escenario del país suramericano, donde fuertes manifestaciones por el alza en la tarifa del transporte público de Santiago de Chile por parte del actual Gobierno de Sebastián Piñera, sirvieron como detonante para que la población decidiera, el pasado 25 de octubre, cambiar su carta magna mediante una Convención Constitucional.

Hoy Chile transita por una Constituyente que busca enterrar definitivamente la Constitución de Pinochet. Por su parte, el candidato de izquierda ha logrado recoger “las banderas del socialismo“, las conquistas de Allende.

Gabriel Boric en el Museo de la Memoria recordando al presidente Salvador Allende y al pueblo chileno víctimas de violaciones de DD.HH. Foto: @gabrielboric

Como indica la diputada socialista Maya Fernández, también nieta del expresidente Salvador Allende, apareció en Chile “una fuerza de izquierda que está representada por nuestras banderas de lucha, hay una sintonía en el discurso, en lo que pensamos. Negar eso es absurdo. Boric ha logrado recoger e interpretar las banderas del socialismo. Él habla muchas veces desde ese lugar“.

Boric manifiesta su alta preocupación por lo político, económico y social del país. Esta nueva generación tiene liderazgo, el pueblo ha depositado su confianza para abordar los temas sensibles de “sindicalización de los trabajadores; las desigualdades de ingresos; una educación, salud y jubilaciones dignas; la industrialización; la defensa de los consumidores, un Estado defensor de los débiles y una política internacional latinoamericanista. Por cierto, ahora, se incorporan nuevos temas, que alimentan el programa de transformaciones: el feminismo, ecologismo y la regionalización”, asegura Roberto Pizarro.

Con este fenómeno, se anuncia un nuevo país, las nuevas y viejas generaciones de izquierda se han aglutinado en torno a la candidatura presidencial de Gabriel Boric. Hoy, en Chile, los jóvenes han abierto las alamedas de Allende y los viejos lo acompañan para romper con treinta años de un ciclo político fascista y neoliberal.