Países de América Latina que más atentan contra la comunidad LGBTI (I): Brasil
Brasil figura como uno de los países más atentan contra la comunidad LGBTI, con cifras de violencia alarmantes y un presidente abiertamente homofóbico.
En América Latina, muchos países han celebrado importantes avances en derechos LGBTI en los últimos años, pero no ha sido una victoria absoluta ya que aún no han logrado erradicar la discriminación y la violencia.
Hoy en día, el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en Brasil, y el año pasado el Consejo Federa de Medicina informó que redujo de los 21 años a los 18 la edad mínima para que las personas transexuales puedan acceder a una cirugía de cambio de sexo en el sistema de sanidad pública nacional; pero estos hechos no cambian la compleja realidad de ser LGBTI en el gigante suramericano.
El informe presentado por la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (Antra), reveló que en el 2020 fueron registradas en Brasil 184 muertes violentas de brasileños LGBT (nueve más que en 2019). Así, el país suramericano superó en 2020 a Estados Unidos y México en crímenes contra este colectivo.
Los datos indican que el estado más violento fue San Pablo, con 29 casos, seguido por Ceará, con 22 muertes violentas, Bahia con 19, Minas Gerais con 17 y Río de Janeiro con 10. No obstante, se estima que el dato sea mayor debido a que la obtención de esta información se ha visto dificultada por el temor y la discriminación de las familias de las víctimas.
Al menos una persona trans fue asesinada cada dos días en Brasil durante 2020. En el documento divulgado por la ONG Antra, Brasil lidera el ranking mundial de asesinatos de personas LGBT. Mientras, el gobierno brasileño no ha establecido medidas específicas para enfrentar este tipo de violencia.
Los asesinatos son solo una ínfima parte de lo que realmente es, una discriminación mucho más estructural. Bruna Benevides, secretaria de Antra declaró que “no es posible que haya una disminución de la violencia de forma espontánea“.
Este sector se encuentra desprotegido por parte del Estado, el estudio publicado por Antra estima que “cerca del 70 por ciento de la población de travestis y mujeres transexuales no consiguió acceso a las políticas de emergencia del Estado, debido a la precariedad histórica de sus vidas“.
El elemento de la desigualdad social y racial en el país se expuso, ya que el 78 por ciento de las personas trans asesinadas en 2020 eran afrodescendientes y residentes de zonas periféricas de Brasil.
Las acciones del Gobierno han sido ausentes en este sector poblacional, “no implementó ninguna medida de protección a la población LGTB” incluso después de un fallo de la Corte Suprema que reconoció, en 2019, la homofobia como un delito similar al racismo.
No existe una legislación explícita para combatir la discriminación por motivos de orientación sexual.
Además, incide de forma negativa la “permanente incitación a la violencia por parte del presidente Jair Bolsonaro” y los miembros de su Gobierno contra “segmentos específicos de la población” genera “un ambiente de legitimación y diseminación entre la población de actos de violencia contra estos grupos“, afirmó el informe.
Cabe recordar que Bolsonaro ha realizado reiterativos comentarios homofóbicos y discriminatorios contra la población LGBTI. En diciembre de 2019, el mandatario brasileño le dijo a un periodista que tenía “una cara de homosexual terrible“, como si la orientación sexual de una persona fuese un insulto.
En 2020, otra declaración discriminatoria de Bolsonaro generó repudio e indignación en la población. El jefe de Estado criticó de forma peyorativa el temor de millones de personas para enfrentar el coronavirus. “Ahora todo es la pandemia. Lo siento por los muertos, lo siento. Todos vamos a morir un día, aquí todos moriremos algún día (…) De nada sirve huir de esto, de la realidad. Tenemos que dejar de ser un país de ma…“, dijo el mandatario.
Otras frases homófobas del presidente brasileño Bolsonaro: “Los homosexuales lo son por consumo de drogas, solo una pequeña parte lo es por defecto de fábrica”. “No voy a combatir ni a discriminar, pero si veo a dos hombres besándose en la calle, les voy a pegar“. “Sería incapaz de amar a un hijo homosexual. No voy a responder como un hipócrita, ante eso, prefiero que un hijo mío muera en un accidente“.
Sobre la educación, la UNESCO en el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020 América Latina y el Caribe- Inclusión y educación: Todos y todas sin excepción, afirma que la discriminación y el acoso contra estudiantes lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) sigue siendo generalizado en las escuelas. En Brasil, en 2018, el gobierno se comprometió a eliminar el contenido LGBTI de los libros de texto.
La falta de diversidad entre el profesorado y el personal educativo no ayuda en Brasil. De hecho, aunque la homosexualidad no está penalizada se han presentado casos en donde el profesorado y el personal de apoyo LGTBI son víctimas de discriminación en el país suramericano.
Adicionalmente, en Brasil; a nivel federal, no existe una legislación que prohíba la discriminación en el empleo por motivos de orientación sexual.
Todavía hay mucho por hacer en el área de la diversidad sexual en América Latina y el Caribe a fin de concientizar, acabar con los prejuicios y avanzar en la ampliación de los derechos para las personas de todos los géneros y preferencias sexuales.