El discurso de odio de Vox va nuevamente contra los migrantes
Tras la discusión del tema migratorio dentro de la agenda pública, el partido Vox ataca con una postura xenófoba y reducida sobre las medidas que "deberían" tomarse.
Actualmente, España se sitúa como uno de los destinos predilectos para los inmigrantes de distintas entidades territoriales. Por ende, también se ve expuesto a grandes factores de riesgo y de esta manera lo clasifican como la segunda ruta más mortífera para llegar a la Unión Europea, después de Italia.
Italia registra un saldo de alrededor de 1.118 fallecidos, ante 43.000 desembarcos, es decir, murió una persona por cada 40 que consiguieron llegar. En el caso de España, suma 1.025 muertos y que ha recibido más de 24.000 migrantes, murió una persona por cada 23 que tocaron tierra firme.
Esto se ha evidenciado aún más a raíz de la crisis pandémica y la inestabilidad económica de otros Estados, que por consiguiente, obligan a sus nacionales a huir en busca de mejores oportunidades.
Además, es preciso acotar que España sigue siendo un país que tiene la puerta abierta para aquellos que decidan solicitar la condición de refugio o asilo dependiendo sea el caso. En el presente, la reducción de las restricciones impuestas contra el coronavirus y la consecuente disminución de miembros de las fuerzas de seguridad en las fronteras, ha aumentado el flujo de migrante.
Así que el “muro de contención” de la inmigración irregular ha quedado allí, empeorando la situación para naciones como Marruecos y Argelia.
En el 2021 las cifras se dispararon, llegando a un total de 28.729 personas que entraron a territorio español. De ahí que, el tema de la inmigración ha entrado inevitablemente al debate público y es una de las aristas a discutir en la agenda pública.
Pero no se puede pasar por alto que tras denunciar la creciente llegada de inmigrantes ilegales a toda España, el partido de ultraderecha Vox alerta de las “peligrosas consecuencias” que está teniendo para el turismo y, por tanto, para la economía.
Si bien es una circunstancia problemática que debe ser solventada, a través de políticas públicas o la formulación de legislaciones en dicha materia, lo cierto es que este sector es demasiado extremista.
Su portavoz parlamentaria, Patricia Rueda, asegura que “daña la imagen de España como destino seguro” y, especialmente, en zonas como Canarias, muy dependientes del sector turístico y con una elevada tasa de inmigración ilegal.
Asimismo continúan con una línea de discurso xenófobo que ha hecho eco en la ciudadanía, ya que imponer una “barrera” ante esta práctica no es la solución para subsanar el turismo.
No obstante, es claro que el Gobierno debe buscar reactivar los distintos sectores que sustentan al Estado, no se puede tener una perspectiva simplista.
La necesidad de promover el turismo como un sector estratégico para la actividad económica española no es suficiente para aumentar las cifras de productividad o del PIB.
Por ello, algunos funcionarios rechazan los mensajes en contra del sector por considerarlo de baja calidad, como hizo el Ministro de Consumo, Alberto Garzón, tildándolo de “precario” y “con bajo valor añadido“.
Sin embargo, es una posición reducida en comparación con los planes, proyectos e iniciativas que son esenciales para inyectarle fuerza a las áreas de provecho que llenan las arcas de la nación.
Tomando en consideración que muchos de estos fondos son utilizados con el objetivo de implementar ayudas sociales en beneficio del desarrollo de los individuos.
Por tanto, no se puede invisibilizar ni hacer gala de una perspectiva tan errática como esa, negándole a las personas el derecho al refugio que es fundamental.
En segundo lugar, Vox propuso potenciar el patrimonio histórico, cultural y militar español, sectorializando la oferta para atraer a más visitantes a todas las zonas y poniendo en valor el turismo de salud, el ecoturismo o el turismo activo.
Aunque esto no sería muy bien visto, considerando que el recuerdo de la imposición de una dictadura no es agradable (ni para los españoles o extranjeros).
De esta manera, también se estaría apoyando un modelo más caudillista, lo cual va en contra de los gobiernos democráticos que tienden a la participación y la descentralización, contrario a los regímenes autoritarios.
En otro orden de ideas, está una de las iniciativas presentadas por el Gobierno, especialmente del PSOE, que prevén repoblar con inmigrantes zonas rurales tras haber recibido propuestas de la Junta de Castilla y León y de algunos ayuntamientos.
Lo cual traería consigo una “renovación generacional, feminista, municipalista y que incorporará la realidad de la inmigración“.