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Venezuela: “aliado comprometido” de Rusia y hábil negociante con EEUU

El gobierno del presidente Nicolás Maduro requiere de ciertas condiciones previas para acceder a una efectiva negociación con EEUU, en vista de que se encuentra sometido por este último a duras sanciones económicas desde 2017.

La incursión militar de Rusia a territorio ucraniano ha obligado a los líderes occidentales a tomar algunas decisiones energéticas con profundas consecuencias geopolíticas. En este respecto, el presidente de Estados Unidos (EEUU), Joe Biden, ha prohibido las importaciones de petróleo ruso.

Esto trae para el dirigente norteamericano un complejo escenario de negociaciones con países no aliados para sustituir el ahora inexistente suministro de petróleo proveniente de Rusia. En este sentido, una muy posible fuente de crudo es Venezuela.

Sin embargo, el gobierno del presidente Nicolás Maduro requiere de ciertas condiciones previas para acceder a una efectiva negociación con EEUU, en vista que se encuentra sometido por este último a duras sanciones económicas desde 2017.

Esas sanciones tienen que ser eliminadas”, así lo afirma la parte venezolana, como condición para que se normalicen las relaciones y el comercio de hidrocarburos con EEUU. “Son inaceptables y violatorias del derecho internacional y de la dinámica entre naciones civilizadas”, afirmó Félix Plasencia, ministro de relaciones exteriores de Venezuela, con respecto a las sanciones económicas.

Asimismo, el jefe de la diplomacia venezolana afirmó: “Tenemos una relación de negocio petrolero con los Estados Unidos de 100 años. Nosotros no los hemos sacado a ellos del negocio, se fueron ellos para poner medidas coercitivas. Ahora quieren regresar. Bueno, si aceptan que el único y legítimo Gobierno de Venezuela es el que lidera el presidente Nicolás Maduro, bienvenidas las empresas petroleras, estadounidenses y europeas”.

Suavizar dichos elementos de coerción económica equivaldría a aceptar el mal menor para los norteamericanos si piensan de manera pragmática y oportunista. Asimismo, para el gobierno venezolano es imperativo el reconocimiento formal del Gobierno de EEUU de la presidencia de Nicolás Maduro y el descarte de su apoyo a Juan Guaidó como estrategia injerencista.

En este respecto, funcionarios estadounidenses la semana pasada visitaron Caracas, resultando el primer encuentro de alto nivel en muchos años, representando un paso importante para la normalización de relaciones.

Entre los temas tratados en el referido encuentro figuran el relajar las sanciones relacionadas con el petróleo. Todo ello considerando que Petróleos de Venezuela (PDVSA), la empresa estatal petrolera de Venezuela, tiene las mayores reservas de crudo del mundo.

A pesar de que la producción de PDVSA ha disminuido, con la suficiente inversión y anulando las diferentes sanciones económicas, podría reemplazar fácilmente los 245 millones de barriles de crudo y productos relacionados que EEUU obtuvo de Rusia en 2021. Esto último representó el 8% del total de las importaciones estadounidenses.

La sustitución del petróleo ruso es, sin embargo, vital para limitar el aumento de los precios de la gasolina en EEUU, otra sensible preocupación política de Biden. En cualquier caso, el imperativo de enfrentarse al presidente ruso Vladímir Putin está resultando una lección de “realpolitik”.

En la reciente votación en Naciones Unidas en la que se condenó la agresión de Rusia a Ucrania, el Gobierno de Maduro se abstuvo en lugar de votar en contra, lo que sí hicieron otros aliados de Rusia como Siria o Bielorrusia. Con esta acción se creen que hay en Caracas una actitud “más pragmática” y pasos bien calculados.

No por ello Venezuela ha dejado de tener las mejores relaciones con Rusia, aún el marco de la guerra en Ucrania. El pasado martes 1 de marzo de 2022 el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, conversó vía telefónica con su homólogo ruso Vladímir Putin. En dicha comunicación, el mandatario venezolano ratificó su irrestricto apoyo a la Federación Rusa en el marco de su conflicto con Ucrania y la OTAN.

Asimismo, Maduro hizo un llamado a contrarrestar de manera férrea la campaña de desinformación sobre la operación militar especial que Rusia ha empleado en el Donbás. Según la Embajada de Rusia en Venezuela, el presidente del país caribeño también condenó las actividades desestabilizadoras del Gobierno de Estados Unidos (EEUU).

La Embajada añadió que ambos mandatarios conversaron temas de actualidad, el avance de la alianza estratégica entre Venezuela y Rusia, así como el desarrollo de proyectos conjuntos, y reiteraron que continuarán el contacto bilateral en varios niveles.

Dicha posición por parte de Venezuela está condicionada por una larga y dinámica historia diplomática con la nación eurasiática. Tal relación tiene sus orígenes en el siglo XVIII, a raíz de los acercamientos del prócer de la independencia Francisco de Miranda con Catalina La Grande de Rusia.

A lo largo de su historia, las relaciones bilaterales entre ambos países siempre han estado transversalizadas de alguna manera por sus intereses geopolíticos. Asimismo, han buscado contrarrestar la influencia de potencias hegemónicas en sus respectivos tiempos.

En la Asamblea General de la ONU del año 2000 se llevó a cabo el primer encuentro bilateral entre el presidente Hugo Chávez y el presidente Vladímir Putin. Dicho encuentro representó el inicio de una sólida relación de cooperación que se vio concretada fundamentalmente en los ejes militares, energéticos y geopolíticos.

A raíz de este encuentro inicial, el presidente Chávez realizó ocho viajes a Rusia en nueve años, todos con el objetivo de reforzar la alianza entre ambos países y consolidar una relación geopolítica de contrapeso a Washington.

Por su parte, Rusia también se sentía atraída hacia el potencial geoestratégico de Venezuela. En este sentido, las relaciones entre ambos países supusieron un intenso intercambio en los ámbitos: económico-comercial, científico-técnico y, por último, la esfera militar y geopolítica.

Esta relación ha sido enérgicamente mantenida en la gestión del presidente Nicolás Maduro, sucesor de Hugo Chávez en la presidencia. En este sentido, incluso Maduro se ha propuesto entrelazar aún más los lazos entre ambas naciones en todos los ámbitos posibles.