Ms. Marvel, Kamala Khan: no es inclusión forzada

Marvel se está expandiendo de manera exponencial, ahora con nuevos proyectos que protagonizan héroes completamente distintos al molde tradicional que había predominado en sus historias. Esta decisión ha causado dos efectos muy particulares, pues, una gran ola de apoyo pero también hay un sector de fanáticos que a cualquier cosa distinta le llaman “inclusión forzada” o empiezan a echarle odio a la idea.

Tal respuesta empezó a generarse con la adhesión y protagonismo femenino en las distintas cintas de superhéroes, ya que se sabe que el UCM está dándole un giro totalmente diferente como respuesta a una sociedad cada vez más diversa e igualitaria. Por ello, no sorprende ver que hayan personajes pertenecientes a la Comunidad LGBTI, feministas, católicos, musulmanes y así entre otros.

Cuando saltó a la pantalla grande el carácter de Capitana Marvel, el efecto fue instantáneo, no solo se quemó a la actriz por una avalancha repentina de fake news sobre sus “declaraciones demasiado agresivas y feministas“, sino que también se comenzó a criticar la forma en cómo le quedaba el traje, su cuerpo, que era demasiado “masculina” y muchos descalificativos que, aunque lo nieguen, pertenecen a los fans machistas que creen que salvar al mundo solo es para hombres.

Si Carol Danvers no fue aceptada, pese a ser blanca y rubia —que le da más probabilidad de receptividad, lo cual es una cruda realidad—, ahora con la introducción de Kamala Khan, como Ms. Marvel en la nueva serie de Marvel y la cuarta en tomar el manto que tiene sus variaciones, las respuestas han sido distintas pero igual se tiene un ojo puesto para despellejarla cuando sea estrenada.

De ahí que señala una realidad, el racismo y la intolerancia sigue teniendo mucha influencia en la sociedad, porque no hay otra explicación para justificar la irracional respuesta de los fanáticos que les molesta tanto una protagonista femenina, que no esté sexualizada y encima, que sea de otra raza que no sea la blanca, así que ahí va de nuevo la presunta “Inclusión forzada” —sabrá Dios de donde sacaron esa frase—.

Kamala, la heroína musulmana

Este es un claro ejemplo de diversidad cultural, porque Kamala, quien inició como fanática de Los Vengadores, es una adolescente estadounidense con ascendencia pakistaní, originaria de Nueva Jersey, y de una personalidad muy extrovertida, que según los avances de la producción, es radiante y seguro sacará más de una sonrisa.

En este primer momento se puede percibir que será un personaje el cual causará mucha empatía con la audiencia, puesto que se trata de una joven que ¡repentina obtiene poderes! Creo que más de uno ha soñado con eso y es sencillo sentirse identificado al ver como lidiará con los problemas de la adolescencia, sus habilidades y muchas situaciones hilarantes.

Volviendo atrás, hacia los orígenes de Khan en los cómics de Marvel, ella era adolescente ordinaria hasta que la exposición a Terrigen Mist la convirtió en una Inhumana. Al igual que los mutantes son miembros de una subespecie de la humanidad, pero creados por los experimentos genéticos de los Kree, quienes tienden a ser portadores de una facultad específica.

Se adquieren después de que el Inhumano se someta a un proceso de transformación conocido como Terrigenesis, por lo que al experimentarlo, Kamala ganó la capacidad de “agrandarse“, lo que significa que puede agrandar y extender sus extremidades. Así que hay componentes bastante interesantes en esta idea, que dejará en evidencia que esa inclusión forzada de la que hablan solo es una manera de camuflar señalamientos discriminatorios y racistas.

En el tráiler de la serie Ms. Marvel se puede observar que transforma su mano en un puño gigante y esto es gracias a su habilidad de cambiar su complexión, así que podrá cambiar cualquier forma de su cuerpo a través de la magia de sus brazaletes. Sin embargo, habrá que esperar de que manera abordarán sus poderes y si también posee la capacidad de curar heridas. Por otro lado, se ve que puede crear objetos que parecen material cósmico, utilizándolos como arma, escudo o hasta para caminar sobre él.