Día mundial de la salud, ¿Derecho o mercancía?
El día mundial de la salud, nos impele a generar un debate sobre el tipo de salud que queremos y necesitamos.
Cada 7 de abril, desde 1950, en el planeta se celebra el día mundial de la salud. El advenimiento de la paz luego de la II guerra mundial, trajo un espíritu renovador de las formas de hacer política hasta ese momento diseñadas.
La salud, por ser una de las áreas de mayor importancia de atención del Estado; pasó por una profunda revisión que en los países del viejo mundo se tradujo en instalar como centro de interés a la prevención sanitaria.
Es importante destacar brevemente que en España ya desde el siglo XVIII, la sanidad formaba parte de la reconfiguración de la razón de Estado, a través de tecnologías políticas como la biopolítica y el poder; el Estado se abrogó para sí la necesaria atención tanto de sus pobladores como los de los territorios colonizados.
Es en este momento histórico donde el Estado se alza sobre la iglesia, y los conventos dejan de ser hospitales improvisados.
El día mundial de la salud, es un momento y un espacio destinado para reflexionar y preguntarnos sobre cómo marcha en el planeta nuestro bienestar colectivo.
Es un alto que sirve para que las naciones, las organizaciones internacionales, los ciudadanos, en fin, todos miremos hacia dentro y valoremos las redes intersubjetivas y los vasos comunicantes que se han construido hasta ahora con la idea de implementar la salud como derecho ineludible
La campaña
La Organización mundial de la salud (OMS), organismo regente de los programas y políticas que se formulan desde el escenario global hacen de este día un momento fundante de nueva líneas de acción. Para este 2022 el tema central es Nuestro planeta, nuestra salud.
El centro de atención de la campana de este año es el hombre y la mujer en el mundo, el hombre y la mujer como parte esencial de la naturaleza. La salud indiscutiblemente pasa por el espacio vital que nos rodea, la calidad del agua, el aire, la tierra que cultivamos, los ríos donde pescamos.
El programa invita a los gobiernos, comunidades organizadas e instituciones avocadas al tema a contar qué están haciendo cada uno desde sus espacios; por la salud nuestra y de nuestro platillo volador. ¿La herramienta?, la palabra, a través de pequeños relatos colgados desde distintos medios la OMS busca visibilizar esas pequeñas victorias obtenidas desde las periferias.
Los hechos
El día mundial de la salud también viene a recentrar el debate en los temas pendientes. En el caso de España, ya desde 2012, las políticas de austeridad tomadas como consecuencia de la crisis económica de 2008; afectaron profundamente la salud española.
Durante el gobierno del Partido Popular en las manos de Mariano Rajoy, estas medidas regresivas propias de gobiernos tecnocráticos e impopulares resintieron el tejido social e institucional de los enfermos y sanitarios que gravitaban alrededor del sistema.
Las medidas afectaron enormemente a las personas más vulnerables. Esta dicotomía se expresó en la disminución de la calidad y capacidad de acceso de miles de ancianos, enfermos crónicos, personas con capacidades distintas, enfermos mentales entre otros avatares.
Estas medidas gubernamentales, debilitaron a rabiar el sistema de salud español. La vulneración del derecho a una salud de calidad y conforme a las necesidades de cada paciente, se convirtió durante este período en moneda común de pasillos hospitalarios y residencias.
Unido a este ya desolador panorama, las formas de implementación de las medidas fueron brutales, lacerando así el cuerpo social del país. La indiferencia y desatención propias del modelo tecnocrático, dieron sombra a los derechos adquiridos durante años por los que antecedieron a las luchas.
¿Derecho o mercancía?
Es largo este debate que discurre entre la esfera privada y la pública. Los resultados de un sistema debilitado se vieron cristalizar a través de las imágenes y relatos dolorosos y silenciados vividos dentro de las residencias y hospitales durante la primera ola de este virus mortal que dimos por llamar Covid 19.
Ningún sistema sanitario estaba preparado para la avalancha que significa el inicio y devastación de una pandemia desconocida y abrupta. Sin embargo, un sistema con otra lógica, con un sentido más humano, más cercano, nos hubiese pillado en mejores condiciones.
El día mundial de la salud, nos impele a generar un debate sobre el tipo de salud que queremos y necesitamos. Este debate debe revestir a las políticas que deben generarse para ser destinadas a hacer que la salud sea vista como un derecho que le pertenezca a la humanidad y que tenga como fin último la consolidación de una sociedad justa y constructora de su propio destino.