La noche del debate Andaluz

El análisis reposado luego de pasadas varias horas del debate televisado y multiplicado en las redes sociales, entre los candidatos a la Junta de Andalucía realizado el día lunes; nos trae varias conclusiones interesantes.

Pero para ello primero, se hace necesario tratar rápidamente de contextualizar la región en pugna.

Andalucía ha sido una región lamentablemente maltratada y mal gobernada por casi 40 años por un PSOE profundamente corrompido y acomodaticio.

Esto trajo como consecuencia, un atraso considerable de las condiciones objetivas y subjetivas de este territorio sureño, además de horadar la legitimidad del partido socialista.

En las últimas elecciones del 2018, la población andaluza con un tremendo hartazgo, ha votado por primera vez en contra de este partido trayendo con esto el triunfo al contrario PP.

En una primera  conclusión, la población andaluza ha entregado el poder a otro partido tradicional, esta vez de derecha.

Contexto andaluz

A grosso modo podemos caracterizar a la región andaluza como una de las más deprimidas de España; con unos niveles de desempleo, exclusión social y pobreza qué son brutales.

Estos datos desalentadores,  alejan a la región sureña no solo de los niveles de crecimiento de España sino también del crecimiento europeo.

Es en estás condiciones pues, como se dará el proceso eleccionario que va a vivir esta comunidad el 19 de junio.

El debate

Podemos comenzar diciendo con relación  al debate, que simplemente fue uno más.

Los momentos más intensos o más interesantes pertenecen más al mundo de la espectacularización de la política que a un debate realmente interesado, complicado e implicado en no solo dar respuestas y proponer; sino en tratar de entender la agenda política más allá de los intereses personales.

De los diferentes candidatos pudiéramos decir en primer término que  sus intervenciones fueron dirigidas a tres  bloques de interés.

En cada uno de ellos,  los seis candidatos pudieron hacer referencia a cómo iba a ser su forma de gobernar a los andaluces.

En el caso de Juanma Moreno se le vio neutral, aséptico y con un discurso pobre y lleno de lugares comunes. Principalmente haciendo referencia a los logros que según él ha tenido durante estos casi 4 años en Andalucía. Además, con un especial énfasis en dos elementos: primero decir en varias oportunidades que pretende gobernar en solitario y segundo hacer alusión a la gestión negativa del PSOE.

La posición de Juan Marín de Ciudadanos pareció mucho más robusta; saliendo al paso a los comentarios negativos que se hicieran contra la gestión de Juanma Moreno y hablando con mayor propiedad sobre los diferentes temas.

Una de las frases interesantes de la noche fue dicha por Juan Espadas cuando hizo referencia al voto útil, al necesario cordón sanitario, al sentido o función real que significaba dar el voto de confianza nuevamente al PSOE y elegir entre derechos o derechas.

Los demás candidatos

Los siguientes tres candidatos se pasearon por ideas ya expuestas anteriormente. Por ejemplo en el caso de Inmaculada Nieto; cuando en el debate habló sobre esa malla que tejen las mujeres o que han construido las mujeres a lo largo de la historia y que se han traducido si se quiere en servicios públicos.

Además, que para ella lamentablemente el mandato del PP en Andalucía ha servido más para constituir negocios o encontrar ganancias en lo que anteriormente eran derechos y reivindicaciones sociales.

En el caso de Macarena Olona, dejarla para el final no quiere decir que sea menos importante. Nos volvió a traer los mismos comentarios xenófobos, racistas, incluso machistas.

En algún momento del debate Olona habló acerca de la violencia diciendo que ésta no tiene género, que los hombres no violan sino los violadores, los hombres no asesinan sino los asesinos. En fin, como siempre la ultraderecha construyendo un discurso maquillado, pretendidamente neutral y apolítico en el que rápidamente se ven las costuras.

La noche del debate Andaluz nos sirve de referencia para poder ver la naturaleza de cada uno de los actores o de cada uno de los candidatos participantes. Sin embargo, es importante decirlo, la última palabra la tiene la población andaluza el 19 de junio a través del ejercicio del voto. Ellos serán los responsables de  darse una nueva junta, de darse un nuevo gobierno.