Comenzó mal: Juanma Moreno toma como ejemplo a Isabel Ayuso
Ante estas declaraciones no queda sino sorprenderse ya que los errores en política se pagan políticamente. Veremos cómo le cae a la población andaluza tamaño error.
Una vez anunciado el triunfo del candidato del PP por la Junta de Andalucía, no ha perdido tiempo para decir quién es su principal ejemplo.
Vaya sorpresa nos hemos llevado todos, pues Juanma Moreno se refirió nada más y nada menos que a Isabel Ayuso, mujer señalada por corrupta, perdón no ella su hermano; y por tener en su haber el despido de uno de los actores más importantes e imprescindibles durante la pandemia como lo fueron los sanitarios.
Ante estas declaraciones no queda sino sorprenderse ya que los errores en política se pagan políticamente. Veremos cómo le cae a la población andaluza tamaño error.
Juanma Moreno se ha caracterizado por ser un hombre pausado; de hecho parte importante de su carrera ha sido construirse a sí mismo y construir una figura potable que fuese capaz de ir en contra de 40 años de historia socialista en la región sureña de Andalucía.
Su intención por supuesto, fue generar una imagen que permitiera no solo sumar el voto descontento de su partido sino también hacer trasvase de los votos del Partido Socialista Español.
Esto lo ha logrado con creces, de allí el triunfo en las elecciones. Sin embargo, la derecha siempre en sus modos y palabras tienes patas cortas y rápidamente Juanma Moreno ha sacado como de un sombrero el nombre de Ayuso y la idea de ser ésta su modelo a seguir.
Una de las cosas que ha caracterizado la administración de Ayuso en la junta de la comunidad de Madrid ha sido su rudeza, su necesaria negociación con Vox, las rupturas internas con Casado y pare usted de contar.
Veremos como Juanma Moreno cristaliza en su gestión estás características.
Si bien es cierto que Andalucía es hoy un elemento importante en el discurso de la derecha española, también los errores que de allí salgan pudieran ser un espacio fundamental para que la izquierda señale y desenmascare las intenciones reales de una derecha entreguista, capitalista, clasista y profundamente convencida de que el poder es solo un medio para conseguir sus fines.
El triunfo de Bonilla, no significa que las contradicciones reinantes en Andalucía hayan desaparecido. Por el contrario, la derecha gobernando desde la cómoda posición de la mayoría absoluta, solo puede significar un rápido acrecentamiento de los puntos de quiebre existentes.
Lo cierto de todo esto es la nueva rostralidad que está asumiendo el PP delante de sus votantes y la crisis.
Aunque se pretende desideologizar y neutralizar la acción política, en las próximas contiendas estas acciones al interior del Partido Popular solo apuntan hacia una estrategia dirigida a generar confianza en un electorado que busca sosiego más que confrontación.