Top 3: escritores rusos que no puedes dejar de leer
Rusia nos ha dado escritores increíbles que debemos recordar y resaltar sus obras, ¡mientras lloramos, bebemos vodka y leemos!
El pasado 6 de junio se celebró el Día de la Lengua Rusa. Sí, pocos saben de su existencia hasta el punto en que ni siquiera hacen una buena recomendación de libros para esa fecha… pero, como acá nos gusta fomentar la multiculturalidad, decidimos darle importancia y hacer un buen apartado para que todos puedan disfrutar de excelentes autores de la literatura rusa.
Aunque estuve un poco oxidada en mi repertorio de lecturas, pude recordar algunos escritores que dejaron una huella en mí (y en una gran cantidad de lectores), para resaltarlos. Quizás ya han leído sus novelas, pues, son obras imprescindibles de la literatura universal que permanecen vigentes.
Antes de entrar al meollo del asunto, podemos destacar que la ONU eligió ese día en honor a Alexánder Pushkin, nacido el 6 de junio de 1799 en Moscú y considerado como uno de los padres de esta lengua.
Pero como está un poco trillado, y aquí siempre queremos hacer algo distinto, hablaremos sobre tres autores, mencionando sus novelas más emblemáticas. ¡Para que podamos beber vodka, llorar y leer!
Fiódor Dostoyevski
De este autor, uno de los favoritos es “Crimen y Castigo” que narra la historia de Raskolnikov, el héroe, quien se yergue como un superhombre y pretende situarse más allá del bien y del mal.
Para demostrarlo, comete un homicidio. Y así, poco a poco se convence de que es una especie de Hombre-Dios y que ni por encima ni por debajo de él debe reconocer ninguna ley moral.
Una de las curiosidades a saber de Fiódor, es que fue detenido y llevado a una cárcel de Siberia por pertenecer a un grupo intelectual liberal. Sin embargo, logró que se le revocara la condena y se salvó de la pena de muerte, de la que él creía que no saldría, hecho que le sirvió de inspiración para muchas de sus piezas.
León Tolstói
El conde Lev Tolstói es otro de los escritores rusos más famosos y reconocidos, nacido en el seno de una familia noble de la antigua Rusia.
En pleno estallido de la Guerra de Crimea, escribió su primera novela titulada “Los cosacos”, enfocando su literatura en la corriente realista, ya que intentaba reflejar la sociedad y el contexto en el que vivía en sus obras.
Además, Tolstói fue un hombre fuerte en convicciones e ideologías; tanto es así, que dio lugar al conocido “Movimiento tolstoyano” ya que al haber contradicción entre su forma de pensar y su vida cotidiana, decidió dejar los lujos de los que disponía y mezclarse con los campesinos de Yasnáia Poliana, lugar donde se crió y vivió.
Su obra más popular es “Ana Karenina” que reúne sentimientos de culpa y redención, la búsqueda del bien, la caída en el pecado y el rechazo social en una espectacular narrativa.
Antón Chéjov
Su abuelo fue un antiguo siervo que ahorró moneda por moneda el dinero necesario para comprar su libertad y la de sus hijos, lo que llevó a su padre a convertirse en director del coro de la parroquia y un gran devoto cristiano ortodoxo, aunque violento y entregado al alcohol.
Esos acontecimientos llevarían a Chéjov a convertirse en un amante de la libertad, tras haber vivido bajo una dura educación y excesiva disciplina; mientras que su madre era una gran cuentacuentos, dándole una sensación de escape.
Destacó por el uso de la técnica del monólogo que otros escritores adoptaron más tarde, ya que escribía como si estuviese “hablando solo”, aprovechando la libertad que se le otorgaba al expresar su amor por la escritura y su ambición por innovar en las historias que creaba.
Sus obras más conocidas son “El jardín de los cerezos”, “La gaviota”, “Las tres hermanas”, “Ivanov” y “Tío Vania” entre otras.
A pesar de que al principio comenzó su carrera por razones económicas, poco a poco se vio entregado a su pasión: la escritura y todo lo que experimentaba a través de las páginas de los relatos que redactaba.