Hoy somos cien menos, ¡cómo duele Colombia!
La noticia ha sido la llegada al centenar de muertos en las filas de los lideres sociales, a consecuencia de la violencia en Colombia.
Este 26 de julio se conmemora en Colombia un año más de la llamada “Marcha por la Vida”.
Esta movilización ciudadana, realizada por primera vez en el 2019, ha sido una de las marchas más nutridas y significativas que ha tenido en las ultimas décadas el pueblo colombiano contra la violencia estructural, expresada en el asesinato de líderes sociales.
La noticia
Hoy 26 de julio de 2022, la noticia de los titulares en Colombia ha sido la llegada al centenar de muertos en lo que va de año. Todas ellas en las filas de los líderes sociales y a consecuencia de diferentes vectores de la violencia colombiana.
Este aguacero interminable de violencia y desprecio por la vida, ha sido lamentablemente el correlato de la historia del país granadino. Sin embargo, pocos son los avances que en este sentido han logrado cristalizar en el antiguo virreinato.
Algo de historia
Desde antes, y luego de su conformación como nación “libre”, Colombia ha estado acompañada por hechos profundamente desgarradores. La guerra de los mil días, el Bogotazo con sus casi tres mil muertos oficiales, la violencia de los diferentes grupos armados, el período llamado de la Violencia a mediados del siglo pasado son, en fin, un corolario de noticias y hechos infelices que han acompasado el día a día de los pueblos olvidados de la periferia colombiana, y de algunas ciudades importantes.
La tarea de los medios
Pero a pesar de esta cruda realidad, los medios de comunicación y las redes sociales, solo han logrado normalizar la violencia a niveles desalentadores. La entrega diaria por medio de estadísticas de desapariciones, secuestros y asesinatos, se ha convertido en un trabajo casi mecánico que no sorprende a quienes lo escuchan.
La violencia se ha instaurado como una forma de vida, y la impunidad (solo el 16 % de los casos tiene respuesta judicial) campea en el imaginario colectivo y las instituciones de seguridad.
Macondo
Desde la literatura, un hombre supo capturar y explicar magistralmente la tragedia colombiana. Su nombre, Gabriel García Márquez. Su obra, Cien años de soledad.
A través de sus escritos, el Gabo, llamado así cariñosamente, logró recoger en algunas frases la naturaleza del conflicto colombiano y su injusticia. “En Macondo no ha pasado nada, ni está pasando ni pasará nunca. Este es un pueblo feliz”, refiriéndose a la indiferencia e impunidad ante la muerte.
La llegada de Gustavo Petro a la presidencia colombiana, resignifica para las mayorías las ideas sobre fuerzas de justicia, paz y acuerdos.
La lucha contra la violencia política expresada en los asesinatos programados y selectivos de líderes sociales, tiene que convertirse en un ariete para el nuevo gobierno. Esta es una de sus prioridades y mayores preocupaciones.