Colombia suspira por una mirada hacia un horizonte de paz y concordia
Este domingo 7 de agosto será el inicio de una nueva etapa para el pueblo colombiano. Gustavo Petro tomará el mando de Colombia, con la que pretende realizar diversos e importantes progresos.
A pocos días de celebrarse una de las tomas de posesión más importantes de la historia política latinoamericana, a saber, la Colombia de Gustavo Petro, parece oportuno hacer algunas reflexiones.
La primera de ellas, entender la trascendencia del cambio que ha transitado el sistema político colombiano tras elegirse por votación popular y amplia participación, al primer presidente progresista del país cafetalero. Gustavo Petro ha logrado penetrar en una de las estructuras gubernamentales más rígidas del continente sudamericano.
El hecho de haber sido un virreinato durante la colonia, le imprimió a la realidad colombiana una serie de elementos como lo son el clasismo y el racismo, los cuales han sido atravesados por un hombre como Petro.
Otro elemento a superar, y que desde ya está presente en su programa de gobierno, es la eliminación de la violencia como forma de vida en Colombia. Para ello, ha dedicado tiempo a generar una serie de propuestas multisectoriales que bien valen la pena implementar.
Una fiesta popular
Para la toma de posesión, se espera la presencia de al menos 100.000 personas. Cada una de las convocadas, no solo presenciará este histórico evento, sino también acompañará y visibilizará la pluralidad y diversidad que caracteriza a este país multicolor.
Los jefes de Estado convocados
Aproximadamente, habrá una decena de mandatarios entre los que destaca la presencia del rey de España, Felipe VI, como representante europeo que hará presencia en la hermosísima plaza Bolívar bogotana.
También asistirán, por Chile, Gabriel Boric; por Argentina, Alberto Fernández; desde el Perú, Pedro Castillo; Ecuador, Guillermo Lasso; Paraguay, Mario Abdo Benítez; República Dominicana, Luis Abinader; Panamá, Rodrigo Chaves; Honduras, Xiomara Castro; Bolivia, Luis Arce, y Laurentino Cortizo por Costa Rica.
Este importante número de líderes políticos tendrá como ausentes, por temas netamente políticos a Venezuela y Nicaragua, al ser organizado este evento por el gobierno saliente de Iván Duque.
También asistirán, el jefe de Gobierno de Curazao, Bernard Whiteman; Beatriz Gutiérrez, esposa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; y el vicepresidente de El Salvador, Félix Ullo.
Lo simbólico
Esta será una celebración con acento bolivariano.
Uno de los interesantes y poderosos símbolos que se unirán ese día a la diversa actividad cultural, será la presencia de la espada de Simón Bolívar, de la cual Gustavo Petro dijo el viernes pasado “la espada desenvainada, no como símbolo de guerra sino como dijo su propietario cuando la desenvainó, que solo se debería envainar cuando haya justicia en Colombia”. Esto en clara alusión al intenso, complejo y comprometedor proyecto de nación que busca enraizar Gustavo a la cotidianidad colombiana.
En fin, este domingo 7 de agosto, será el inicio de una nueva etapa para el pueblo colombiano.
Como dicen los cercanos colaboradores de Gustavo Petro, Colombia es “un solo equipo que construirá una nación en paz y próspera desde la diferencia a través de consensos”.