Criptomonedas, chiringuitos financieros y monedas que se tambalean
Las autoridades españolas alertan sobre un evento de criptomonedas que iba a ser presentado por la modelo Cristina Pedroche, mientras señalan los riesgos de una alternativa monetaria sumamente inestable a nivel mundial.
Las criptomonedas irrumpieron en el mercado financiero internacional como una alternativa que puso en jaque el dominio del dólar o el euro. No obstante, el sistema imperante ha buscado controlarles de múltiples formas, al punto de conseguir trastocar la confianza a las apuestas gigantescas como la del Bitcoin.
“Invertir en criptos” era un mandato y casi una religión. Esto ha calado entre la población millenial, que deseaba multiplicar rápidamente lo poco que puede ganarse en un empleo formal. Todo con miras a dejarlo eventualmente.
Pero llegaron la guerra, los nuevos bloqueos, y con ello, una inestabilidad económica sin precedentes. El Bitcoin tuvo un descenso histórico en junio de 2022, y la idea de invertir en criptos dejó de ser atractiva.
Alerta en España
La incertidumbre en torno a las criptomonedas, cobró mayor fuerza recientemente en España. Fue a raíz de una alerta emitida por la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CMNV), acerca de un evento denominado Mundo Crypto Metaverse. Este iba a ser conducido por la famosa presentadora, actriz y modelo Cristina Pedroche, y se realizaría el 27 de agosto en el Wizink Center de Madrid.
Para el momento de esta edición, la misma había renunciado a presentarse en este evento. Además, la alerta de la CNMV fue atendida por miles de usuarios que comenzaron a manifestar desconfianza en la oferta de Mundo Crypto.
La CNMV expresó su “preocupación por un evento espectacular que más allá de considerarse a sí misma como una experiencia inmersiva y de formación, maquille los riesgos de invertir en criptoactivos”, informó el diario Público.
Chiringuitos no autorizados
Según la CNMV, Mundo Crypto, Bitget, Huobi y Bybit, son básicamente chiringuitos financieros no autorizados para prestar servicios de inversión. Tampoco son válidos para asesoramiento, ni para operaciones sobre divisas.
Aun cuando no se trata de operaciones ilegales, la regulación, que puede sentar mejores bases para la protección de quienes operan con criptomonedas, no existe todavía en España.
La incertidumbre
Uno de los temas centrales del mercado de las criptomonedas, tiene que ver el valor que estas pueden acumular, y la creciente inestabilidad de ese valor.
Para 2018, las fluctuaciones en el precio del Bitcoin hacían dudar a los curiosos de las inversiones en criptos. Debido a ello, hicieron pensar más de dos veces a muchos antes de ingresar en este mercado.
En Europa, los medios de pago con criptomonedas no eran muy populares. Tampoco lo eran en el resto del mundo, sin embargo, esta realidad cambió, y en lugares como Madrid, Roma, Praga y Viena, se puede pagar con Bitcoin, la criptomoneda más reconocida.
Pero la inversión en Bitcoin retrocede. La caída histórica de la principal criptomoneda se produjo a mediados de 2022, y con ella, también descendió el valor de otras criptos y de los tokens, unidades de valor asociadas a diversas aplicaciones y juegos en línea.
Otras críticas
Un cuestionamiento lateral, pero no menos interesante, es el medioambiental, relacionado con el minado de criptomonedas, puesto que requiere cantidades muy importantes de energía eléctrica.
“Al principio, podía realizarse en un ordenador de sobremesa, pero ese tiempo pasó. Ahora son necesarias máquinas con una enorme capacidad de procesamiento y un gran consumo de energía”, detalla eldiario.es
En efecto, para poder efectuar un minado más eficaz y obtener por ende mayores ganancias, se requieren máquinas con una alta capacidad de procesamiento. Estas consumen mucha energía y liberan cantidades de calor que, para ser controladas, también requieren equipos con alto consumo energético como aires acondicionados.
El alza de las tarifas en la energía eléctrica, convirtió al minado de criptomonedas en un asunto poco viable en Europa. De la misma manera, también es difícil de llevar a otros lugares del mundo, donde la electricidad puede tener menor costo, pero donde la velocidad de minado es considerablemente menor.