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El acceso gratuito a la píldora del día después en España

La ley del aborto consigue ampliarse a través de medidas de educación sexual y con el acceso gratuito a la píldora del día después.

En el mes de septiembre, exactamente el 28, se cumplieron 13 años desde que en España se aprobó la venta y el uso de la píldora del día después (que aconteció en el 2009). Pues bien, la misma será gratuita debido a la nueva ley del aborto.

Dicha iniciativa, apoyada por el Ministerio de Igualdad, se enfocará en puntos claves como el refuerzo de la educación sexual en todo el país, la distribución de productos de gestión menstrual y anticonceptivos de barrera en centros educativos, y la que más ha causado polémica, la píldora del día después.

Con ese cambio, ha arrojado a la luz muchísimos datos interesantes e información oportuna para combatir los mitos que giran alrededor de este método anticonceptivo de emergencia.

Actualmente, se reporta que un 14,7% de las mujeres españolas han recurrido en alguna ocasión a la píldora del día después (PDD). Sin embargo, solo el 3,5% lo ha hecho durante los últimos 12 meses. A esta conclusión ha llegado el estudio realizado por la Sociedad Española de Contracepción (SEC).

No es optativo, es una obligación

A partir de esta legislación, las farmacias deben ofrecer el anticonceptivo oral poscoital (PDD) sin exigir receta médica. En caso de ser negativa su respuesta, estaría incumpliendo con lo establecido. Al mismo tiempo, violarían los derechos de la mujer en cuestión.

Puesto que las farmacias no son un comercio cualquiera, sino una concesión administrativa que está al servicio de las personas, no pueden incurrir en negar el medicamento que sea solicitado porque es ilegal.

Varios de los trabajadores que están encargados de este área declararon que no venden la pastilla del día después (PDD) porque “es abortiva”. Con la aprobación de este nuevo proyecto de ley, la acción será penalizada.

Luz verde a la reforma

Cuando el Consejo de Ministros dio paso al proyecto que reformaría la ley del aborto, vigente desde el 2010, quedó en evidencia que se realizaría una ampliación. El motivo sería para pulir y añadir distintos puntos que se escapaban de la norma base.

Entre los cambios más discutidos: se elimina la necesidad de consentimiento paterno a las mayores de 16 años, habrá una baja laboral específica para reglas dolorosas y se realizará un reparto gratuito de la denominada píldora del día después en centros de salud.

Por otro lado, como explicó la ministra Irene Montero, “el anticonceptivo de urgencia deberá estar disponible en todas las farmacias de España”. Pues, con esta propuesta se concretaría uno de los temas respecto al acceso de la píldora.

Asimismo, se hizo énfasis en que habrá sanciones relevantes a todos los farmacéuticos que se nieguen a dispensarla. Las multas podrían ser de hasta un millón de euros.

La “píldora del día después”

A pesar de ser conocida como un anticonceptivo de urgencia para ser administrado en las 72 horas siguientes al mantenimiento de relaciones sexuales, es uno de los recursos menos utilizados debido a las implicaciones y tabúes que tiene.

En el presente, se puede adquirir en farmacias a un precio de unos 20 a 30 euros. Su comercialización no es para nada reciente, ya que lleva en el mercado aproximadamente 20 años.

Sin embargo, un hecho que muchas personas no conocen es que esta píldora no es abortiva. Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), como la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, aseguran que el mecanismo de acción de esta píldora no es abortivo.

Puesto que la “anticoncepción de urgencia impide que el óvulo y el espermatozoide fecunden, por lo tanto si no hay fecundación no hay implantación en el útero y no hay embarazo. Si lo hubiera, no serviría de nada tomarla, puesto que no puede interrumpirlo y además no daña el embrión en desarrollo“.

Por otro lado, este método anticonceptivo de emergencia no supone alteraciones graves para el funcionamiento hormonal. Tampoco en el ciclo menstrual y en la fertilidad de la mujer a largo plazo. Se ha previsto que no afecta de ninguna manera a la salud de la usuaria que la consuma.