Desarticulando la información: Elon Musk y el precio de la libertad
Elon Musk compra Twitter y se desata el caos: despedidos masivos, financiamiento dudoso de Arabia Saudita y problemas financieros.
Elon Musk, el magnate que compró Twitter, no ha dejado de ser tendencia en la red social y en otras plataformas digitales por todos los cambios que ha anunciado en tan poco tiempo.
Pero si algo es cierto, es que esto puede desenvolverse de la peor manera y terminar en el cierre si no se toman las decisiones adecuadas. Además, se sabe que a pesar de sus cantos sobre la libertad de expresión, no está comprometido con ella.
A su vez, está el hecho de que los discursos de odio han aumentado de manera exponencial desde que Elon Musk empezó a tomar decisiones visibles en la red social.
Y aunque están todos los ingredientes para ser la receta de la catástrofe, hay unos detalles muy interesantes en este entramado: desde que Twitter es un negocio poco rentable, hasta el financiamiento de Arabia Saudita y su relación con Musk.
Twitter no es sinónimo de riqueza
Desde sus inicios, esta red social demostró no ser un buen negocio en términos financieros. De hecho, solamente fue rentable durante dos años de su existencia (entre 2018 y 2019).
Después, ya en 2020, perdió más de $ 1 mil millones, aunque se pudo recuperar en 2021, perdiendo solo $ 222 millones en 2021.
El acuerdo de Elon Musk para comprar Twitter implicó obtener $ 12.5 mil millones en préstamos. Esto significa que la plataforma tendrá que aportar $ 1 mil millones adicionales al año para pagar esta deuda.
Resulta contradictorio que él mismo dijera: “No me importa la economía en absoluto”. Incluso como el hombre más rico de la tierra, tiene que preocuparse por ello, y más porque su patrimonio neto se encuentra valorado alrededor de $ 220 mil millones, atado a Tesla y SpaceX.
Convendría añadir que estas son empresas que están en caída libre, a pesar de que siguen teniendo cotizaciones considerables en bolsa. Pero, al menos Tesla, ha caído un 45% desde hace un año.
El financiamiento de Arabia Saudita
Una de las polémicas más recientes alrededor de la compra de Elon Musk con Twitter y los demás inversores que hay detrás de esta operación, se encuentra protagonizada por la presencia de Arabia Saudita.
Recientemente, el senador demócrata Chris Murphy, pidió al gobierno federal que investigue las preocupaciones de seguridad nacional planteadas por la implicación de los saudíes y también de Catar en este proceso.
Esto se debe a que el príncipe de Arabia Saudita, Al Waleed Bin Talal, ayudó a Musk a financiar la adquisición de Twitter por 44.000 millones de dólares.
Sucedió al transferir su participación actual de 1.900 millones de dólares en la empresa. Esta medida convierte a las entidades sauditas en los segundos mayores accionistas de la red social, solo detrás del propio Musk.
A través de un tweet, Murphy manifestó que: “Debería preocuparnos que los saudíes, que tienen un claro interés en reprimir el discurso político e impactar en la política estadounidense, sean ahora el segundo mayor propietario de una importante plataforma de redes sociales”.
Por ello, instó al Comité de Inversión Extranjera en los Estados Unidos, conocido como CFIUS, a realizar una investigación sobre las “implicaciones de seguridad nacional” de la participación de Arabia Saudita.
Aunque Musk ya cerró su adquisición de Twitter a finales de la semana pasada, aún puede estar sujeto a una revisión de seguridad nacional por ciertas inquietudes, y por los intereses de los saudíes en estar presentes en una plataforma tan importante para los norteamericanos.
La sombra de Al Waleed
Por otro lado, está el hecho de que durante años, Al Waleed fue uno de los inversores saudíes más destacados en acciones estadounidenses.
En 1991 compró 590 millones de dólares en acciones preferentes de Citigroup, en un momento en que estaba bajo presión de los reguladores para ampliar su base de capital.
Posteriormente, adquirió participaciones en empresas como HP, Apple y Kodak, entre otras, y ascendió a los primeros puestos de la lista de multimillonarios de Forbes.
Sin embargo, en noviembre de 2017, el Gobierno saudí detuvo a Al Waleed y a unas 200 personas más en el hotel Ritz-Carlton de Riad, por cargos de corrupción no especificados.
A raíz de ese acontecimiento, Forbes retiró a Al Waleed de las filas de los multimillonarios en marzo de 2018. También por el hecho de “falta de claridad” sobre los activos que aún posee, e hizo lo mismo con otros que habían figurado como multimillonarios saudíes.
Desempleados sin previo aviso
Continuando con el tema de los despidos masivos realizados por Musk tras la compra de Twitter, esta medida causó que miles de personas quedaran sin trabajo de la noche a la mañana.
Además, los empleados despedidos se enteraron por correo electrónico o porque no pudieron acceder con sus credenciales a sus equipos de trabajo.
Es por ello que la red social se ha llenado de publicaciones de los extrabajadores, contando cómo se han enterado de que se han quedado sin trabajo, y despidiéndose así de sus compañeros. Además, los hashtag #LoveWhereYouWorked y #OneTeam se hicieron tendencia.
Entre las historias más populares y viralizadas, están las de mujeres en pleno embarazo, empleados que se quedan sin cobertura sanitaria u otros que han aprovechado la oportunidad para dejar un último mensaje a sus compañeros.
La “justificación” de Elon Musk fue que Twitter pierde 4 millones de dólares al día. Por ello, afirma que “no hay más remedio” que hacerlo para reducir costes. Se estima que han habido más de 3.700 trabajadores despedidos.
Asimismo, algunos empleados denunciaron a la compañía por despido improcedente. Al parecer, según las leyes laborales vigentes en San Francisco (donde está la sede principal de Twitter), un empleado debe recibir un preaviso con una antelación mínima de 60 días, algo que no se ha cumplido en este caso.
Paga y verificado serás
Otra de las decisiones más criticadas está la de que Musk quiere cambiar la suscripción Twitter Blue. Quiere que sea más cara y completa, y que entre las opciones también esté el contar con una cuenta verificada y el tick azul.
Por tanto, Twitter modificará la verificación de cuenta para que aquellos que paguen una suscripción mensual puedan tenerla, y a quienes no estén suscritos se les eliminará el tick azul en un plazo de 90 días.
En la actualidad, la plataforma cobra 4,99 dólares al mes por Blue, pero pasarían a ser 19,99 dólares al mes para este nuevo servicio. Muchas personalidades reconocidas ya se han manifestado en contra de la medida.
Según apunta The Verge, la fecha límite está muy cerca, ya que los trabajadores fueron avisados de que si no está listo pronto, serán despedidos.