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La teoría “queer” e identidad en perspectiva de Judith Butler

Judith Butler es una activista y filósofa que presentó importantes contribuciones en la teoría "queer", el género, el sexo y la identidad.

Es inusual que los medios de comunicación no hablen sobre Judith Butler. Se trata de una de las más influyentes filósofas contemporáneas en los estudios de género en la actualidad.

Además de ser catedrática del Departamento de Literatura Comparada de la Universidad de California, Berkeley, también es una destacada activista. Realizó grandes aportaciones en los campos de la teoría feminista, la teoría queer y los estudios de género.

Al revelar al mundo sus contribuciones, causó un notable impacto en el ámbito politico y social. Esto es así porque vincula la teoría política, los estudios literarios, el psicoanálisis y el derecho de una manera bastante simétrica en sus obras.

Anteriormente, había sido reconocida por la Generalitat con el XXXIII Premio Internacional Cataluña. Recientemente volvió a España, esta vez para recoger la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes (CBA) en Madrid.

En palabras del presidente del CBA, Juan Miguel Hernández, definió a Butler como “una forma de tomar partido a favor de la igualdad de derechos y del derecho a la diferencia”.

Una gran carrera

A lo largo de su trayectoria, se enfocó en estudios relacionados con los géneros para dar origen a la teoría queer, inspirándose en la homosexualidad, el feminismo contemporáneo y el pensamiento no binario, que según lo que establece, otorga una liberación al cuerpo.

Como estudiante llegó a ser catalogada como problemática e incluso fue expulsada de la escuela. Sin embargo, consiguió estudiar filosofía en Yale, hasta alcanzar un doctorado. Luego siguió cursando estudios de postgrado en distintas partes del mundo y en importantes universidades.

Su primera publicación destacada fue en 1988. Lo hizo con el ensayo Actos performativos y constitución del género, donde explicó que el género sería algo que uno interpreta frente al grupo social, con una especie de “guion” heredado por la experiencia histórica.

Después lanzó su libro más famoso, El género en disputa (1990), donde aborda postulados sobre que el género no es algo natural, sino que lo binario se da por construcción social. Así, la mujer o lo femenino, pasa a ser algo político.

No hay una identidad de género detrás de las expresiones de género; esta identidad es performativamente construida por las mismas expresiones que se consideran sus resultados“.

Es así como la activista y filósofa se registró en California, hace alrededor de dos años, como una persona no binaria. Usa los pronombres ella y elle (she y they en inglés), porque cuestiona también el binarismo de la dualidad hombre-mujer.

Sexo y género

Si bien muchos teóricos se mostraron en desacuerdo con ella, Judith Butler presentó un libro titulado El género en disputa: El feminismo y la subversión de la identidad (1990). Resultó ser un éxito.

En él, Butler defiende que no es posible distinguir entre sexo y género. De ahí la teoría que sostiene que el sexo es natural o biológico, mientras que el género es un constructo social. Esto solamente nos permite pensar dentro de la lógica del binarismo de género, es decir, que solo existen dos géneros.

La idea de “un sexo natural que se organiza en base a dos opciones opuestas y complementarias, masculino y femenino, perpetua el modelo heteronormativo que rige la sociedad”.

El género, se convierte para Judith Butler en una “actuación de acuerdo a las expectativas que la sociedad inscribe en los cuerpos al nacer. El género es algo que se hace”. En su opinión, “los cuerpos no sexuados no pueden ser leídos sin un género, por lo que tanto sexo como género son una construcción social”.

Además, se refiere a que los términos de la “designación de género no pueden fijarse para siempre porque están en un proceso de constante cambio, y apegarse a una sola identidad puede llegar a oprimir la identidad misma”.

La teoría queer

Y ahí es donde presenta la teoría queer, planteando cuestiones sobre identidad de forma frecuente en sus obras, en las cuales reflexionó sobre las múltiples identidades de una misma persona.

En los textos se pregunta a sí misma sobre si debe reconocerse como mujer, lesbiana, judía o estadounidense. Asimismo, reitera que «viaja a través de una y otra, es todas y ninguna a la vez».

Todos estos hechos permitieron que la teoría queer tuviese mayor sustento en la actualidad, a la vez que rechaza la clasificación de los individuos en dos únicas categorías universales, ya que sostiene que existen un sinfín de variaciones culturales tras el género.

A partir del reconocimiento de que existen personas identificadas como queer, se suma esa letra a las siglas del colectivo LGBTIQA+.