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Mundial de Catar 2022: entre la polémica y la fiesta global

A pocas horas de que comience la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022, uno de los eventos deportivos más importantes, repasamos algunas de las polémicas que han rodeado a la sede.

La cita de la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022, ha sido sin duda una de las que más polémicas ha generado desde que se anunció la sede. A esto hay que sumarle que el torneo en sí, siempre es de los más esperados por los aficionados al fútbol y se lleva casi todos los focos durante un mes.

Cabe resaltar que este sería, una vez superada la dura prueba de la Covid-19, el primer gran reencuentro de la humanidad.

Sirviendo el deporte como telón de fondo, Catar 2022 tiene la particularidad de cargar sobre sus hombros con una serie de polémicas que la convierten inevitablemente en una de las más controvertidas de la historia del torneo.

Hablamos de acusaciones por irregularidades ya desde el anuncio de la propia sede, de una inversión de aproximadamente 200 millones de dólares para la construcción de la infraestructura necesaria, y hasta de múltiples denuncias por haber empleado mano de obra forzada para la construcción de las obras de ingeniería.

Infraestructura y muerte

Para poder albergar este evento de carácter global, Catar tuvo que iniciar la construcción de varios estadios, un aeropuerto, una red de metro y decenas de kilómetros de nuevas carreteras.

Este país, que no tiene cercanía con la cultura del fútbol de élite, debió armarse de toda una infraestructura para poder dar respuesta a la masiva recepción de visitantes que trae consigo el desarrollo de un Mundial de fútbol.

Esto trajo también la imperiosa necesidad de contratar aproximadamente a 30.000 trabajadores, los cuales debían cumplir con faenas extenuantes, con pasaportes secuestrados y con pagos a destiempo.

Estos trabajos se iniciaron en el 2014 y fueron terminándose en el 2020. Además, la mano de obra venía principalmente de países como la India y Bangladés.

Es precisamente en este área donde nace la denuncia más atroz de todas. Según oenegés internacionales, aproximadamente 6.000 trabajadores perdieron la vida durante las obras. Sin embargo, las cifras oficiales del Gobierno de Catar hablan de 36 fallecidos. Alguien miente, y creo que sabemos quién.

Mujeres y diversidad

Otro tema espinoso es el de los derechos de la comunidad LGBT y la igualdad de las mujeres.

En Catar, al igual que en la mayoría de los países árabes, las expresiones públicas de afecto, y sobre todo las venidas de las parejas LGBT, son consideradas un crimen.

En el caso de los derechos de la mujer, podemos percibir que es un mundo profundamente masculino en donde ellas no tienen los mismos derechos y privilegios.

Es por todo esto que, la decisión de convertir a Catar en la sede del Mundial de fútbol sorprendió a la mayoría. Sin embargo, ya estamos a pocos días de dar el pitido inicial.

La fiesta

A pesar de todo esto, el Mundial de fútbol sigue siendo la celebración deportiva más grande del planeta. De hecho, también tiene sus puntos positivos, dado que en él cohabitan la diversidad y pluralidad de idiomas, además de banderas y nacionalidades que se despliegan y conjugan.

El boicot 

Cientos de activistas han planteado diferentes acciones para boicotear el fabuloso evento, aunque con pocos resultados. Esto nos hace recordar y mirar hacia atrás, durante el Mundial de fútbol de Argentina, en 1978.

Videla comandaba una de las dictaduras más férreas del cono sur, y sin embargo, la hinchada argentina gritaba a viva voz con cada gol de Mario Kempes.

En fin, a pesar de todo, el fútbol como todo acto político seguirá desde su estética y dinámica convocando y uniendo.

Que gane el mejor.