Diario político: el inicio del sueño por una nueva Honduras
Cinthia Aguilar revela las aristas emocionales que surgieron durante el proceso electoral por el que compitió para ser candidata de LIBRE a diputada.
Honduras es un país con cautivadora belleza natural, pulmón de Centroamérica, lleno de gente maravillosa con deseo de salir adelante cada día, pero las oportunidades no se le dan a todos por igual, ya que más del 60% de la población vive entre pobreza y extrema pobreza, siendo las consecuencias directas de este flagelo el desempleo, exclusión social y educativa, y la precariedad en el sistema de salud, llevando a los jóvenes a convertirse en víctimas o victimarios de una criminalidad que azota a la sociedad a diario.
La mayoría de sus políticos explotan a la población, concentrando los recursos en un grupúsculo minoritario que es el dueño de toda la nación, moviéndose como pavos reales, mientras que los demás solo miramos desde abajo.
Desde las organizaciones sociales buscamos la manera de hacer oposición a las políticas neoliberales que afectan a la mayoría de la población, con años de protesta social, que terminan en dos o tres jóvenes criminalizados, apresados injustamente como viles delincuentes, mártires asesinados por la bota militar. Estos crímenes a la semana siguiente quedan sepultados en el olvido y se reivindican en cada protesta con la frase ¨X no murió, se multiplicó¨, pero en nuestro pequeño imaginario colectivo.
Confinada en casa, en tiempos de pandemia, estando en estado de excepción toda Honduras a causa del COVID-19, recibí la invitación de unirme a un proyecto político, un nuevo movimiento dentro de LIBRE, denominado ¨La Nueva Corriente¨, que nació como una unidad progresista, con el fin de que nuestra sociedad supere la desigualdad social.
Este proceso electoral me ha enseñado que la mayoría de hondureños somos nobles y de buen corazón y queremos construir un país mejor para las próximas generaciones. Siempre estaré del lado de las causas justas, sabemos que vamos por el camino correcto. Cinthia Aguilar.
Indecisa, sin pretensiones de participar en un proceso electorero aún, el 1 de diciembre del 2020 concluyendo la despedida del año lectivo escolar de forma virtual, escuché voces de inconformidad a mi alrededor por lo transmitido en noticias de TV que, en vivo y en directo se veía cómo la policía municipal se aprestó a un desalojo de jóvenes lavadores de carros en Río Blanco, San Pedro Sula.
Hubo una violenta represión con balas vivas, dejando una víctima del cruel desalojo, Rafael ¨Lito¨ Flores, no lo conocí en vida, pero cada uno de los mártires por la injusticia de este gobierno genera en mí un sentimiento visceral de querer que todo esto acabe ya.
Protestamos desde afuera por cada injusticia, encendemos velas, gritamos hasta quedarnos sin aliento, se nos unen personas por emoción y luego se van con el pasar de los días, mientras tanto los asesinados, los mártires y todo lo injusto queda en el ambiente como algo normal, que ya fue.
Es por ello que al día siguiente, dos de diciembre, decidí involucrarme en la política electoral y participar en el proceso interno del partido Libertad y Refundación (LIBRE), uniéndome al proyecto político como precandidata a diputada para el Congreso Nacional por el departamento de Francisco Morazán.
Mi motivación primordial es refundar el país, e influir de manera directa en las decisiones que tome el gobierno, para lograr un bien común para todos, con el ánimo de que tal vez desde adentro de la administración del gobierno podamos erradicar todas las injusticias que afectan a nuestra población.
Al principio no sabía qué esperar ni cómo moverme en el mundo de las campañas electorales, comencé a informarme y a escuchar atentamente cada una de las reuniones, y a empaparme de conocimientos para emprender este proceso.
Con esfuerzo y apoyo de compañeros luchadores sociales pude conseguir calendarios con el número 68, que es la casilla que me tocó dentro de la papeleta electoral, para poderlos repartir entre la población que visitaba, un banner que colgaba en cada carpa de publicidad que montábamos, y comencé a tener mucha interacción en redes sociales.
Desde mi página de Facebook recibí mensajes y llamadas de prensa local ofreciéndome publicidad desde sus espacios televisivos, propuestas con contratos adjuntos de muchas lempiras como para que yo pudiera costearlos.
Pero cuando somos de convicción luchadora y corazón limpio se nos abren las puertas de maneras indescriptibles. Una luz que vino desde el exterior que cayó sin pensar que esto ocurriría, gracias a los contactos del profesor Ruy Díaz precandidato a diputado de LIBRE en Cortés, con quien hemos estado en batalla en contra del neoliberalismo en diferentes circunstancias, la más reciente en el comité por la liberación de los presos políticos de Honduras.
Él me llamó seleccionándome para estar con un grupo de candidatos a los que elestado.net daría apertura, apoyándonos con spots publicitarios, videos, interactuar en entrevistas con candidatos importantes de Latinoamérica y Europa.
Estas participaciones me hicieron poder interactuar con mujeres beligerantes en la lucha por la liberación de nuestros pueblos, como Remedios García, dirigente del Partido Comunista de España; Alba Ruiz, candidata de la Lista 1 de Ecuador; Mónica Palacios, asambleísta electa de Ecuador y Merary Ávila Precandidata de LIBRE en Honduras, pude aprender de ellas y conocer sus percepciones del entorno político de cada uno de sus países.
elestado.net me permitió presentarme en un video en vivo en su página de la red social de Facebook en donde pude expresar mis propuestas a la población hondureña para poder llegar al Congreso Nacional, mismo que fue muy compartido entre la población y de esta participación hicieron un reportaje noticioso que favoreció mi campaña y que permitió que más personas conocieran de mi candidatura.
Visité a muchas personas de diferentes sectores del Distrito Central e hice recorrido por los municipios del interior del departamento de Francisco Morazán, quedando muy satisfecha con mi participación en este proceso electoral, porque hice todo lo que estuvo dentro de mis posibilidades para hacer una campaña electoral de altura, y dar una pelea limpia hasta el día de los comicios.
No es fácil competir con la maquinaria económica de algunos candidatos, pues muchos cuentan con recursos exagerados para desbordarlos en una campaña electoral, otros ya están en el poder y utilizan fondos del mismo para costear sus campañas de manera ostentosa, y yo susurro entre dientes la frase de Carlos Gaviria: ¨quien paga para llegar, llega para robar¨.
El domingo 14 de marzo de 2021 dio inicio la fiesta cívica, los votantes se apostaron en las urnas de las elecciones primarias para decidir quiénes serán sus candidatos elegibles a diferentes cargos de elección popular, de tres partidos políticos que se disputaron en las primarias, para las elecciones generales de noviembre próximo.
El partido Libertad y Refundación (LIBRE) llevando como precandidatos presidenciales a Xiomara Castro, Carlos Eduardo Reina, Wilfredo Méndez y Nelson Ávila, el Partido Liberal llevando a la cabeza a Luis Zelaya, Darío Benegas y Yani Rossental -exconvicto confeso por lavar activos, quien viene de purgar una pena en Estados Unidos-. El partido Nacional con sus escándalos de corrupción y vínculos con el narcotráfico, pero que llevaba como precandidatos a Nazry ¨Tito Asfura¨, el actual alcalde de la capital y quien con sus concesiones ha destruido La Tigra, Reserva Biológica de Honduras; y el actual presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, que ha aprobado un sinfín de leyes lesivas para Honduras.
A las nueve de la mañana estaba manchando mi dedo meñique con la tinta que da fe que ejercimos el sufragio, seguidamente me trasladé a varios puntos de la capital para hacer observación de cómo se llevaba el proceso en cada una de las comunidades.
A tres días de las elecciones primarias el Consejo Nacional Electoral (CNE) por fin dio su primer resultado del conteo de actas escrutadas a nivel presidencial, dando como ganadores a Xiomara Castro en el partido LIBRE, Yani Rossental en el Partido Liberal y Nazry Asfura en el partido Nacional. Por ahora seguimos esperando a que el CNE dé datos oficiales a nivel de diputados y corporaciones municipales.
De estas elecciones me quedo con el aprendizaje adquirido, y con la convicción de que cada uno de los votos obtenidos fueron limpios, con la satisfacción de los encuentros uno a uno con la población, todos llenos de cariño y de muchas pláticas directas.
Es conmovedor escuchar a nuestra gente con deseos de ver nuevas caras dirigiendo los destinos de nuestro país, cansados de ver cómo los que están en el poder legislativo y ejecutivo no desean mejorar las condiciones de vida de los hondureños.
Es gratificante saber que hay mucha gente que quiere apostarle a nuevos liderazgos, es por ello que seguiré avanzando en el proceso de rescate de nuestro país, porque la lucha no es únicamente electoral, debemos seguir en cada uno de los procesos de transformación de la nación, en la trinchera que nos toque, exigiendo que se respeten los derechos y la voluntad de las mayorías, en cada uno de los espacios que se presenten.