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2328 reales de vellón

Goya y los orígenes de la colección Banco de España

 

2328 reales de vellón. Goya y los orígenes de la colección Banco de España

Hoy nos vamos a dar un paseo, y nunca mejor dicho por el Paseo del Prado de Madrid, también conocido (y después de esta iniciativa del Banco de España, más), como Paseo del Arte.

Lo digo porque el banco de España, entrando por Cibeles, acaba de inaugurar esta magnífica exposición, y tal parece que continuará con iniciativas similares en el futuro. Eso esperamos.

 2328 reales de vellón. Goya y los orígenes de la colección Banco de España, sobre los orígenes de la colección artística del Banco de España vinculada a Goya, es una indagación sobre cómo se conformaron los primeros cien años de coleccionismo de esta institución, entre 1782 —año de la fundación del Banco de San Carlos— y los primeros años del Banco de España, surgido con su nombre actual en 1856, tras la fusión del Banco de San Fernando y el Banco de Isabel II, y cómo estos inicios condicionaron la evolución de la colección posteriormente.

Pasamos a ver ya las pinturas encargadas junto a los documentos, libros, impresos o billetes procedentes del Archivo Histórico y la Biblioteca del Banco de España. Dentro de la galería de retratos integrada por las representaciones de directores, gobernadores, miembros de la monarquía y otros personajes vinculados con la historia de la institución, también se exhiben elementos de su fondo de artes decorativas como relojes, mobiliario u objetos de platería.

JOSÉ DE HOFFMEYER. Reloj de sobremesa, c. 1850 Mármol negro y bronce dorado. Procedencia: Probablemente del Banco Español de San Fernando. Colección Banco de España.

Un precioso reloj de pared de caja alta de Diego Evans junto a un práctico extintor actual (de autor que desconocemos, y que no es una obra de arte moderno, concepto que cada vez es más conveniente aclarar a la vista de los “camelos” que intentan colarnos muchos galeristas), el cual deseamos nunca haya que utilizar.

Reloj de sobremesa inglés de Tomas Windmils

Urna de votación

Y ahora, Goya.

En este retrato, Goya ha situado a un lado del ministro los planos de las obras públicas que realizó, y al mismo tiempo se autorretrata dentro del cuadro, si os fijáis tal vez demasiado pequeño (no creo que existiese esa diferencia de talla entre ambos personajes). Tal vez un artificio del pintor para dar más relevancia a la imponente presencia del representado, o quizás también símbolo de su admiración por el mismo.

FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTESJosé Moñino y Redondo, I conde de Floridablanca, 1783. Óleo sobre lienzo Adquirida en 1986. Colección Banco de España

Comentario aparte merece el Retrato del conde de Altamira, una obra que muestra ya una nueva forma de pintar al conseguir los efectos de los detalles con menos materia pictórica, más abstractos, seguramente el hombre más rico de España, dueño de mil cuatrocientos pueblos, enormes latifundios en Andalucía, gran parte de Nápoles, Sessa y Toraldo en Italia y grandes posesiones en América, objeto de chanzas y comentarios por lo pequeño de su tamaño y la grandeza de sus títulos  y dominios (doce veces grande de España y Lord Holland dijo de él: “ el hombre más pequeño que he conocido”).

El retrato de Francisco de Cabarrús el gran financiero y comerciante. Vestido de seda verde, que parece es el color que simboliza la riqueza. Cabarrús representa fielmente el ascenso de una nueva clase social, la burguesía, que Goya retrató reflejando la sustitución de la antigua aristocracia por esta emergente clase social.

Observad como resolvía Goya la calidad de los materiales, con geniales empastes de golpes de color, ochenta años antes de los impresionistas:

El rey Carlos III, efigie que seguramente Goya sacó de un retrato de Mengs, avejentándolo sin dientes, y arrugándolo como una pasa. Goya resulta genial en eso, nos viene a la memoria su famoso retrato de la familia de Carlos IV, que no puede ser más mordaz ni más cruel, pero que en aquel momento yo creo que los retratados ni se dieron cuenta. Y aquella anécdota por la que regaló al rey la primera edición de “los caprichos”, evitando de este modo la por otra parte más que segura intervención de la Inquisición.

2328 reales de vellón es precisamente la cantidad que aparece consignada en uno de los libros de contabilidad del Banco a nombre de Ceán Bermúdez, para que ejecutase el pago a Goya por el retrato de José de Toro y Zambrano, primer director del Banco de San Carlos.

Y ahora, admirad esas manos, las venas, su piel fina, manos pertenecientes a alguien que por su condición no ha tenido un trabajo duro en su vida, alguien cuya actividad diaria se centra en papeles y asientos.

Vaya mirada enérgica. D. Francisco Javier de Larumbe y Rodriguez.

Miguel de Múzquiz y Goyeneche, conde de Gausa y Marqués de Villar de Ladrón. La seguridad y el aplomo que debe transmitir un ministro de Hacienda.

Miguel Fernández Durán y López de Tejada, Marqués de Tolosa, en este retrato tan cercano, quien nos parece estar a punto de responder amablemente a nuestro pintor.

Y ahora, su amigo Juan Agustin Ceán Bermúdez, quizás el hombre a quien Goya mas respetaba. Dotado de una gran altura intelectual, polifacético, fue secretario de Cabarrús, y tras la caída de este, uno de los personajes más influyentes de su tiempo. Entre sus numerosos cargos, primer oficial de la secretaria del banco, a la par que historiador, escritor, pintor, político.

Y ahora un curioso ejemplo de cómo el ser humano puede decepcionar tanto, cuya manifestación más reciente la tenemos en España con los constantes sobresaltos que nos provocan las escandalosas noticias sobre los manejos del rey emérito, perla de la monarquía borbónica que nos legó su excremencia el generalísimo Franco; Isabel II, vean la niña encantadora y en lo que la madurez, sus genes y el casarla con un homosexual convirtió:

El primer cuadro es de Antonio María Esquivel, y el segundo de Soriano Murillo.

Y ahora, el padre de la interfecta, Fernando VII, quien posee el dudoso honor de ser tal vez el peor rey en la historia de España, además de ser también conocido por su catadura moral como “el rey felón”.

VICENTE LÓPEZ PORTAÑA. Fernando VII, 1832 Óleo sobre lienzo. Encargo al autor por el Banco Nacional de San Carlos en 1828. Colección Banco de España

Respondiendo a la cultura “oficial” de la época, la institución albergaba el conveniente Oratorio, en la primitiva sede del Banco en la calle de la Luna, donde los empleados podrían cumplir con sus obligaciones religiosas sin tener que abandonar el edificio. Del Oratorio procede una de las obras maestras de la colección: CORNELIS VAN CLEVE. Virgen del lirio c. 1550 Óleo sobre tabla. Adquirida por el Banco Nacional de San Carlos en 1787. Colección Banco de España.

Y nos llamó la atención en particular este encantador cuadro

Mariano Salvador Maella, San Carlos Borromeo suministrando el viatico a los moribundos en la peste de Milán.

Otro personaje / directivo posterior del Banco de España en el XIX

FEDERICO DE MADRAZO Y KUNTZ. Pedro Salaverría, c. 1881 Óleo sobre lienzo Encargo al autor en 1877. Colección Banco de España

También podemos admirar el cuidado y buen gusto puesto en el diseño de las acciones, billetes, publicaciones y otros títulos emitidos y se pueden ver los primeros billetes españoles de nuestra historia: las llamadas cédulas del Banco de San Carlos estampadas en papeles de diversos colores, con bellísimas filigranas y motivos, debidos a destacados artistas y grabadores de la época.

Primeros billetes españoles: Las cédulas del banco de San Carlos Billete de 300 Reales de Vellón. 1 de marzo de 1783. Original: talla dulce sobre cobre. Dibujo Rafael Ximeno Grabado Mariano Brandi Archivo Histórico Banco de España, C. 1072

 

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