Rafael Correa: “Lasso ofreció parar con la persecución, pero esta se ha agravado”
Rafael Correa afirma que Fernando Villavicencio esta pagado para el gobierno de Guillermo Lasso para perseguirle.
En su última entrevista del 2021, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa dejó al descubierto todas las acciones incoherentes del actual mandatario del Ecuador, Guillermo Lasso.
Rafael Correa sigue siendo un importante referente de la política ecuatoriana, el exmandatario, sigue en Bélgica en un exilio político motivado por extrañas condenas como las de corrupción por influjo psíquico, después de procesos judiciales inconsistentes.
La sombra del lawfare vuelve a cubrir a Correa y a la Revolución Ciudadana, ahora, el Asambleísta Fernando Villavicencio impulsa una investigación sobre el manejo del SUCRE, que tocaría nuevamente a Correa, y también alcanzaría a Andrés Arauz, contendor de Guillermo Lasso en la elección presidencial.
El cese de la guerra judicial fue una promesa de Guillermo Lasso, que como otras tantas, no ha cumplido.
El primer compromiso roto por Lasso es el ético
“Lasso debería irse a su casa por el caso de los Pandora Papers”, opina Rafael Correa, con relación a la evidente violación al pacto ético que el Ecuador adoptó con la aprobación directa de la sociedad ecuatoriana.
Aún cuando el informe de la Comisión de Garantías Constitucionales avaló los hallazgos del Consorcio Internacional de Periodistas, Guillermo Lasso salió bien librado de la investigación, por obra del pleno de la Asamblea Nacional y de la Contraloría General de la República.
El actual presidente del Ecuador jamás se presentó en la Asamblea Nacional a rendir cuentas por el caso de los Pandora Papers, en clara contradicción con sus consignas en contra de la corrupción.
“Hemos perdido todas las referencias morales, imagínense si a mi me hubiesen descubierto eso”, afirma Rafael Correa.
La democracia del Ecuador se deterioró
Las condiciones políticas del Ecuador se van alejando de las básicas de la democracia. Así lo ha afirmado Rafael Correa en su más reciente entrevista, concedida al medio ecuatoriano Radio Pichincha.
Según Rafael Correa, han sido el lawfare y la manipulación mediática los verdaderos artífices del retorno de la derecha al poder, con Guillermo Lasso.
“Eso no se puede llamar democracia. Pero ese 52% que votó por Lasso debe saber porqué votó”, sentencia Correa.
Correa explica que “para que haya democracia debe haber verdad, mientras no tengamos una prensa decente verdadera guardiana de la verdad, no ladrona de la verdad no tendremos democracia”.
Adicionalmente, el expresidente ecuatoriano recalca que en Ecuador la institucionalidad está afectada, y “que el país se ha repartido como un botín entre piratas”, refiriéndose al fenómeno generalizado de la corrupción.
Más guerra judicial
Guerra judicial o lawfare, el fenómeno que puso preso a un vicepresidente en funciones como Jorge Glas, y que condenó a Rafael Correa por influjo psíquico al exilio, no se detiene, y busca poner nuevamente a la izquierda en el banquillo de acusados.
En esta oportunidad, Fernando Villavicencio es el protagonista de una trama judicial que trajo desde Venezuela, una figura considerada por este país como un secuestrado por EEUU.
El empresario y diplomático Alex Saab, es la punta de lanza de un nuevo lawfare que persigue involucrar a Andrés Arauz, como autoridad del área financiera del gobierno de Rafael Correa.
Al respecto Rafael Correa devela las intenciones reales de Villavicencio, “con una comisión de fiscalización en manos de un odiador declarado, un corrupto completo, un improvisado. Se ha dedicado a perseguir cosas de hace doce años. Villavicencio es un aliado del gobierno para perseguir a Correa”.
Por otra parte, Correa recalca que Guillermo Lasso incumple una vez más sus promesas electorales. “La persecución continúa. Lasso ofreció parar la persecución y por el contrario la persecución se ha agravado” declara Correa.
Las democracias mercantilizadas
“Debemos decidir si mandamos las personas, o si mandan los banqueros, los especuladores, los tenedores de bonos”, subraya Rafael Correa.
El ex presidente ecuatoriano sostiene que la democracia liberal encierra una contradicción en si misma, porque dejarlo todo al arbitrio del sector privado, y no del Estado, cierra las posibilidades de acceso a las mayorías.
En la democracia mercantilizada, ya no importa lo que la gente decida en las urnas, todo queda al arbitrio del mercado, el liberalismo convierte en personas indiferentes a los electores pues no es la acción colectiva la que determina sus condiciones de vida.
“Si el costo de votar es mayor que el beneficio, ¿para que ir a votar?” concluye Correa.