50 grandes álbumes de 2021 (4ª parte)
Si tenías ganas de que llegase la cuarta parte del artículo, no esperes más. Aquí tienes diez nuevos álbumes escogidos minuciosamente para crear la lista definitiva de grandes álbumes de 2021.
Mientras atacamos la cuarta entrega de este artículo, en el cual desgranamos brevemente cada álbum, nos damos cuenta del buen nivel musical que ha habido el pasado año, aunque en unos estilos más que en otros.
Este nuevo capítulo viene a completar los tres anteriores, cuando todavía falta un quinto por salir, y a demostrar que la salud de la música actual, si nos alejamos de la radiofórmula más rancia, es estupenda en diversas vertientes.
Ahora queremos que tomes un poco de tu tiempo y disfrutes de estas diez obras. Llevamos cuarenta en total y solamente faltan otras diez para llegar a las cincuenta prometidas. ¡Vamos allá!
Panopticon – …and Again Into the Light (Bindrune Recordings)
Estilo del álbum: Black Metal atmosférico, Post-Metal
Formación: Austin Lunn (voces, guitarras, bajo, batería, banjo, mandolina). Colaboran Charlie Anderson (violín), Patrick Urban (violonchelo), Jan van Berlekom (voces en “The Embers at Dawn”) y Erik Moggridge (voces en “The Embers at Dawn”).
El proyecto individual de Austin Lunn es, posiblemente, uno de los más creativos dentro del metal extremo. El músico estadounidense lleva desde 2007 al frente de Panopticon, y desde entonces su progresión ha sido constante. Es conocido por su amor hacia la naturaleza, la filosofía y la política. Abiertamente de izquierdas, progresista y activista, ha defendido en alguna ocasión los derechos de los mineros, por poner un pequeño ejemplo. El pasado año volvió a la senda musical con otra obra de gran valía, y ya desde el primer día de su lanzamiento comenzaron a brotar grandes elogios hacia su nuevo trabajo.
Si uno escucha atentamente …and Again Into the Light, percibirá que hay muchos elementos que se entrelazan en su música. Desde luego, el black metal atmosférico está muy presente, pero también puedes encontrar fuertes ecos de post-metal y, por supuesto, ramalazos folk que enriquecen todavía más su música. Lunn se encarga de grabar todos los instrumentos, aunque cuenta con puntuales colaboraciones, por lo que todo lo que se escucha procede de su mente. A pesar de ser muy prolífico y de entregar material abundante cada poco tiempo, la calidad de sus obras no se resienten.
Composiciones destacadas: “Dead Loons”, “Rope Burn Exit“, “A Snowless Winter” y “The Embers at Dawn”.
Frost* – Day and Age (Inside Out Music)
Estilo del álbum: Rock progresivo, Art Rock
Formación: John Mitchell (guitarra, bajo, voces), Nathan King (bajo, teclados, voces) y Jem Godfrey (teclados, Chapman Stick, voces). Kaz Rodriguez, Pat Mastelotto y Darby Todd figuran como músicos de sesión y se alternan en la batería.
La nueva aventura de los británicos estaba siendo esperada por muchos amantes del progresivo. En parte es por la figura de John Mitchell, músico implicado en multitud de bandas y con un bagaje musical excelente. Day and Age es un álbum de rock progresivo que combina momentos reposados con otros electrizantes. No huyen de los pasajes pop, aunque normalmente aportan detalles elaborados que tienen mucho más que ver con el art rock.
Lo primero que dejaron escuchar fue el single “Terrestrial”, un corte bastante contenido en minutaje, pero que derrocha energía y muestra el lado más contundente del grupo. Sin embargo, y sin desmerecer en absoluto, es en composiciones como la inicial homónima o la extraordinaria “Kill the Orchestra” donde sobresalen con su talento y muestran todo su potencial. Son mucho más artesanas, sorprendentes y elegantes. Las expectativas se cumplieron con creces, a pesar de no ser el mejor disco del grupo.
Composiciones destacadas: “Day and Age”, “Terrestrial”, “The Boy Who Stood Still” y “Kill the Orchestra“.
Atvm – Famine, Putrid and Fucking Endless (Autoeditado)
Estilo del álbum: Death Metal técnico, Metal progresivo
Formación: Harry Bray (voces), Tom Calcraft (guitarras), Luke Abbott (bajo) y Francis Ball (batería).
Atvm es un grupo británico que, en teoría, lleva en activo desde hace una década. Habían entregado algún EP de escasa importancia, pero no fue hasta el pasado 2021 cuando hicieron su debut en largo con el genial Famine, Putrid and Fucking Endless. Si eres amante de los sonidos extremos, es probable que te agraden. A mí me han dejado con la boca abierta. Primero por la calidad de la grabación a pesar de tratarse de una edición propia, y segundo por la técnica de la que hacen alarde. ¿Dónde habíais estado durante todo este tiempo? Esto no puede dejar indiferente a nadie, señores.
¿Qué tenemos en este disco? Pues un death metal técnico muy bien compuesto y trabajado. A veces aparece cierto caos totalmente intencionado, pero en otros se percibe un gran gusto por mostrar algo más que una avalancha sonora. Hay elementos progresivos, por lo que además encontramos cambios de ritmo, métricas irregulares y desarrollos imprevisibles. Las voces guturales son variadas y nada monótonas, algo que todavía le da un mayor valor si cabe. ¿Hasta dónde puede llegar este grupo dentro de un circuito a veces tan exigente como el del death metal técnico? No creo que estén cerca del techo todavía.
Composiciones destacadas: “Sanguinary Floating Orb“, “Squeal in Tourment”, “Picture of Decay” y “Slud”.
Derby Motoreta’s Burrito Kachimba – Hilo negro (Primavera Labels, Universal Spain)
Estilo del álbum: Rock andaluz, Rock psicodélico
Formación: Miguel García (voces), Alejandro García (guitarras, coros), Gringo (guitarras, coros), Soni (bajo), Papi Pachuli (batería) y Machete Carrasco (teclados, sintetizadores). Participa Javier Ruibal (percusión, Drum Machine).
Tras esa apariencia de cachondeo que parecen querer mostrar, se esconde un grupo español con un talento importante. No quisiera realizar una comparación barata e inoportuna, ya que les veo una identidad propia considerable, pero es irremediable ver ciertas influencias de Triana. No porque, como ellos, hagan rock andaluz, sino por algunos ataques vocales de Miguel, y también por ciertos desarrollos instrumentales. Obviamente, los Derby son más psicodélicos. Una vez apartamos las primeras ramas del árbol, entiendes que aquí hay mucho en el que profundizar.
El crecimiento que han experimentado en los últimos tiempos se debe, quizá, a que aquí no hay hermetismos. Su música puede centrarse en diferentes vertientes musicales, ya sea en el rock progresivo, en el rock psicodélico o en puntuales retazos hard rock, aunque siempre con el barniz andaluz que tan bien suele quedar en las fusiones. En Hilo negro no pierden la oportunidad de mostrar ese dinamismo del que hacen alarde, por lo que puedes encontrar cortes directos como “El valle”, algunos contundentes como “13 monos”, y otros más elaborados como en el caso de “Gitana”. Que sigan creciendo.
Composiciones destacadas: “El valle“, “Poselana Teeth”, “Gitana” y “Caño cojo”.
Nala Sinephro – Space 1.8 (Warp Records)
Estilo del álbum: Nu Jazz, Avant-Garde Jazz, Ambient
Formación: Nala Sinephro (sintetizador, arpa). Colaboran Rudi Creswick (contrabajo), Jake Long (batería), Shirley Tetteh (guitarra), Lyle Barton (piano, teclados), James Mollison (saxofón), Wonky Logic (synth-bass), Eddie Hick (batería), Twm Dylan (contrabajo), Nubya Garcia (saxofón) y Ahnansé (saxofón).
Si por algo me caracterizo, es por escuchar música de diferentes décadas y estilos, pero también por explorar y encontrar nuevos talentos. El año pasado llegué hasta Nala Sinephro, aunque no recuerdo bien el cómo. Lo que sé es que su disco me ha parecido una maravilla por lo que puede llegar a ofrecer. Estamos ante un trabajo poco convencional, si es que cabe esa palabra cuando se habla de un estilo tan estupendo y poco previsible como el jazz. Tiene su explicación. Space 1.8 es un álbum reposado, reparador, ambiental y con muchos detalles sutiles. Ideal para momentos de calma.
Nala es una artista belga de origen caribeño que, apenas sobrepasa la veintena, toca el arpa y maneja con soltura diferentes tipos de sintetizadores. Para este álbum se ha rodeado de artistas que le han ayudado a plasmar su idea musical. El viaje musical es bello, pero también presenta sus desafíos, ya que algunos pasajes pueden ser algo psicodélicos, aunque no demasiados. Hay composiciones que te acercan al jazz orgánico, con piano y saxofón, mientras otros hacen que te deslices por colchones de sintetizadores y ambientes espaciales. Todo un descubrimiento.
Composiciones destacadas: “Space 2”, “Space 4“, “Space 6” y “Space 8”.
Volbeat – Servant of the Mind (Universal, Vertigo)
Estilo del álbum: Heavy Metal, Hard Rock, Rockabilly
Formación: Michael Poulsen (voces, guitarras), Rob Caggiano (guitarras), Kaspar Boye Larsen (bajo) y Jon Larsen (batería). Participan Mia Maja (coros), Raynier Jacildo (piano), Doug Corcoran (saxofón), Martin Pagaard Wolff (guitarras) y Stine Bramsen (voces).
Los daneses son uno de esos grupos de rock y metal que se han ido ganando un hueco en la última década a base de esfuerzo y grandes trabajos. A día de hoy poseen una base de seguidores importante, además de ser respaldados por un sello con mayor poder de difusión. Michael Poulsen, que es muy hábil, sabe perfectamente qué ofrecer para que su música sea bien entendida y aceptada en diferentes corrientes del rock. Esa es una virtud que no todos quieren o no son capaces de mostrar.
Y digo esto porque en Servant of the Mind vuelven a mostrar esa capacidad para ofrecer composiciones de diferentes tipos. Me explico. El contenido del álbum es tan apto para el iniciado en el hard rock y el metal, como para el que espera algo excelso de los Volbeat. Solo así se entiende que entre los singles figuren temas tan dispares como “Wait a Minute My Girl”, un rockabilly divertido e intenso, o “Shotgun Blues”, más enfocado a esa vertiente dura de la banda, si bien es cierto que siempre cuentan con melodías tremendamente pegadizas. Bajo mi punto de vista, la joya del álbum es la inicial “Temple of Ekur”.
Composiciones destacadas: “Temple of Ekur“, “Wait a Minute My Girl”, “Shotgun Blues” y “The Devil Rages On”.
Khemmis – Deceiver (Nuclear Blast)
Estilo del álbum: Doom Metal, Heavy Metal
Formación: Phil Pendergast (voces, guitarras), Ben Hutcherson (voces, guitarras) y Zach Coleman (batería).
Los estadounidenses Khemmis se estrenan en el gran sello Nuclear Blast tras su paso por el reputado 20 Buck Spin. Desde luego, ahora puede que consigan una mayor notoriedad en materia de promoción y difusión. ¿Y qué tal les ha sentado el cambio? Pues desde luego, nada mal. Siguen apostando por el doom metal, aunque cada vez más enfocados en la vertiente épica. También hay elementos que proceden del heavy metal tradicional y puntuales (muy pocos), estallidos death doom. La producción es brillante, las guitarras suenan densas, con mucho cuerpo, y cuando la ocasión lo requiere, la distorsión pasa a un ambiente cristalino.
Deceiver posee un total de seis composiciones, con algunas pasando de los ocho minutos, pero desde luego se trata de un álbum realmente corto de poco más de cuarenta minutos. Todas las composiciones tienen un nivel notable. Incluso el single titulado “Living Pyre” es una delicia, a pesar de ser más directo y con menos inclinación hacia la elaboración. A cambio, optan por entregar momentos inspirados desde las propias líneas vocales. Pocos puntos bajos encuentro en esta propuesta, que si bien no es la mejor de su carrera, poco le falta para ello.
Composiciones destacadas: “Avernal Gate“, “Living Pyre”, “Shroud of Lethe” y “The Astral Road”.
Black Country, New Road – For The First Time (Ninja Tune)
Estilo del álbum: Post-Rock, Rock experimental, Post-Punk, Art Rock
Formación: Isaac Wood (voces, guitarras), Luke Mark (guitarras), Tyler Hyde (bajo), Lewis Evans (saxofón), Georgia Ellery (violín), May Kershaw (teclados) y Charlie Wayne (batería).
Black Country, New Road es una de las nuevas sensaciones del panorama musical. Esta joven formación está siendo el foco de atención de muchos críticos y de buena parte del público. Esperemos que toda esta atención no les pase factura, porque mientras escribo estas líneas, ya han publicado un nuevo trabajo con apenas meses de diferencia, y uno de sus principales motores, Isaac Wood, ha dejado la banda por problemas personales. Todo lo que suceda con ellos de aquí en adelante ya es una incógnita que ellos mismos tendrán que despejar.
En lo que concierne a su debut For the First Time, cualquier calificativo puede ser cogido con pinzas. Definir la música del grupo es una ardua tarea, puesto que tienen elementos procedentes del post-rock, art rock, post-punk, art pop y mucho más. Creatividad a raudales, por lo que buscar etiquetas puede ayudar a reflejar parcialmente su compleja y elaborada propuesta musical. Hay textos crípticos, pasajes rítmicos, disonantes y vanguardistas, preciosos arreglos de cuerdas y aportes de vientos. El que quiera escuchar un álbum que le lleve tiempo desgranar todos sus entresijos y descubrir sus incontables matices, aquí tiene un álbum extraordinario para ello. Yo lo he disfrutado muchísimo.
Composiciones destacadas: “Science Fair”, “Sunglasses“, “Track X” y “Opus”.
Æthĕrĭa Conscĭentĭa – Corrupted Pillars of Vanity (Autoeditado)
Estilo del álbum: Metal progresivo, Avant-Garde Metal, Black Metal atmosférico
Formación: Tristan Brachi (voces, guitarras), P.A. Cantat (guitarras), Alexis Pascal (bajo) y Paul Breheret (batería, programación, percusión, voces). Participan y colaboran Simon Chttln (voces, saxofón, percusión), Andrii Pechatkin (voces en “Asporhos’ Altering Odyssey”) y Dima Dudko (saxofón en “Absurd Crusade Part I: Elevation in Arrogance”).
Æthĕrĭa Conscĭentĭa es un grupo de Nantes (Francia) del que poco se sabe en torno a su momento exacto de formación. Lo que se puede adivinar en el carácter de los músicos y de su propuesta, es que son unos auténticos inconformistas a los que debemos seguir muy de cerca. Hasta el día de hoy han publicado dos álbumes de estudio, pero es este Corrupted Pillars of Vanity el que suena más arriesgado y, por qué no decirlo, mucho mejor ideado y plasmado. En la primera escucha me llamó la atención por algunos momentos concretos, pero en las sucesivas todo fue explotando convenientemente.
La música de su último trabajo es exigente. Nos movemos sobre una base de metal progresivo y black metal atmosférico, pero con excelentes toques vanguardistas y puntuales elementos procedentes del jazz fusión. Incluso mientras se escuchan las agresivas voces blackers, en el fondo podemos vislumbrar instrumentos de percusión y un saxofón. La base rítmica es estupenda. Bueno, todo en general. Fue un álbum que pude escuchar en el primer semestre del pasado año y se mantuvo entre mis favoritos hasta el final del mismo. Espero que puedan seguir desarrollando todas sus inquietudes musicales.
Composiciones destacadas: “Asporhos’ Altering Odyssey“, “The Corrupted Sacrament” y “Liturgy for the Ekzunreh”.
Subterranean Masquerade – Mountain Fever (Sensory)
Estilo del álbum: Metal progresivo, Rock progresivo, Folk israelí
Formación: Davidavi Dolev (voces), Or Shalev (guitarras), Tomer Pink (guitarras), Omer Fishbein (guitarras), Golan Farhi (bajo), Shai Yallin (teclados, Glockenspiel) y Jonathan Amar (batería). Participan músicos de sesión aportando vientos, coros, percusión, guitarras, bouzouki y más.
Formación israelí con base en los Estados Unidos. Llevan en la música desde finales de la década de los 90, aunque su actividad más profesional y destacada comienza sobre 2005. Así a todo, después se mostraron irregulares en su actividad hasta que en 2015 volvieron a coger aire para publicar nuevo material. Desde entonces, han pasado por diferentes cambios de formación que les han llevado hasta Mountain Fever, un exquisito álbum de rock y metal progresivo que trae un cachito muy pequeño del folk de su país.
Esperemos que ahora sí encuentren la estabilidad necesaria para poder crecer a partir de esta obra, la cual debe ser el punto de inflexión definitivo. Y lo digo porque la calidad de las composiciones es mayúscula. No hay más que escuchar “Snake Charmer”, “Ascend” o “For the Leader, With Strings Music” para darse cuenta de ello. Aquí hay una propuesta ecléctica, a veces introspectiva, otras más enérgicas, pero siempre con el progresivo como principal motor. Es probable que hayan pasado de puntillas por muchas webs y medios especializados, ya que la popularidad de la banda no es demasiado alta, pero su calidad está fuera de toda duda.
Composiciones destacadas: “Snake Charmer”, “Mountain Fever”, “Ascend” y “For the Leader, With Strings Music”.