Yolanda Díaz se apoya en el PCE y CCOO para llevar adelante su implantación territorial
Ante los nuevos escenarios electorales que están por venir hacen necesaria la puesta en práctica de sus refinadas estrategias de concertación política entre Díaz y sus casas ideológicas, PCE y CCOO.
Ante los más recientes resultados electorales en Castilla y León, Yolanda Díaz, actual vicepresidenta segunda, busca apoyarse en dos organizaciones conectadas y con raigambre histórica: el Partido Comunista de España y Comisiones Obreras (CCOO), sindicato al cual perteneció.
Desde que ostenta el cargo de ministra y vicepresidenta, proyecta un estilo de gestión que le ha permitido reunirse tanto con el sector patronal como con el sector sindical. Son dinámicas que suelen aplicar los diferentes líderes del Partido Comunista de España (PCE) en sus cargos institucionales.
Yolanda Díaz se estrenó en la cartera de trabajo con una línea eminentemente política, reconociendo la “lucha por las libertades” de los sindicalistas como su padre, histórico de Comisiones Obreras en Ferrol. Asegurando que sabía “de qué lado estar”, esto en función de la militancia comunista que la acompañó desde niña.
Todo ello habría sido imposible llevarlo a cabo como una gesta individual, siempre ha estado un apoyo partidista, nunca dejando Díaz de estar vinculada al mismo tiempo con organizaciones sociales, a quienes está encarecidamente apoyando y promoviendo para que estas tengan una posición preponderante en la sociedad española.
Durante los últimos años, en especial, desde que ocupa el Ministerio del Trabajo, ha ido equilibrando su discurso para cubrir un espectro más amplio dentro del diálogo social entre sindicatos y empleadores, demostrando una tendencia conciliadora y de concertación, la cual procura priorizar el consenso ante los discursos encendidos, buscando entendimiento de las legítimas diferencias entre los partícipes del referido diálogo.
A pesar de sus muestras de concertación, no deja de lado su contundencia y firmeza en sus prácticas de negociación, ejecutando las mismas con la espada en una mano y la balanza en la otra. Bajo estos métodos ha logrado un auténtico diálogo social entre dos sectores con notorias diferencias de intereses.
Con los nuevos escenarios electorales que están por venir hacen necesaria la puesta en práctica de sus refinadas estrategias de concertación política entre Díaz y sus casas ideológicas, PCE y CCOO. Las referidas organizaciones forman parte fundamental en la construcción del proyecto de país que ella encamina.
Asimismo, la titular de Trabajo tiene capacidad de hacer ruido en esa España a la que no llegan partidos como Podemos, gracias a la fuerza militante del PCE y de una parte importante de CCOO. Cabe destacar que las Comisiones Obreras son las más decisivas para consolidar la implantación territorial del proyecto de Díaz en el mundo rural.
Las federaciones de agricultura e incluso de industria aglutinan a una fuerza de trabajadores a los que Díaz puede apelar directamente gracias al secretario general, Unai Sordo. No hay que olvidar que Yolanda Díaz, a día de hoy, sigue siendo la política mejor valorada de España.
Incluso ante el sindicato, la imagen de Yolanda Díaz está por las nubes, aunque no hay un movimiento común que trabaje por ella, el sentir de destacados dirigentes sindicales es que “despierta ilusión”.
El posicionamiento ante la opinión pública de Yolanda Díaz es tal, que supera al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el cual saca un 4,2, y a Íñigo Errejón (Más País), que también llega al 4,2, en la pregunta mensual sobre valoración de líderes políticos del barómetro del CIS.
Según los últimos estudios realizados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la actual vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, es la dirigente mejor valorada por los españoles, obteniendo una nota referencial de 4,6 puntos.
Yolanda Díaz ejerce una praxis política, la cual, parte de la premisa que la sociedad necesita certidumbre y apartar los conflictos. Con base en eso, propone una manera distinta de llevar los asuntos públicos.
Muchos miembros de sindicatos han manifestado su deseo en ayudarla. No cabe duda que el vínculo entre Yolanda Díaz y el sindicalismo es muy fuerte y tiene una raíz incluso histórica dentro de su familia.
Y es que la vicepresidenta segunda es abogada laboralista e hija de Suso Díaz, el mítico dirigente sindical, ex secretario general de Comisiones Obreras en Galicia. Considerando estos antecedentes, Díaz aún no ha reivindicado en su praxis la asimilación de la fuerza sindical dentro de su plataforma política.
Esto último es tema de discusión dentro de Unidas Podemos, ya que la tolda morada considera que Díaz no se puede valer de Comisiones, porque lo que necesita es la fuerza de un partido que le aporte cuadros, mandos y gente que sabe hacer campañas.
Para este gran cometido, hay otros partidos políticos incluso más dispuestos en sumar la fuerza sindical, tal y como lo está haciendo de manera decidida Izquierda Unida y el Partido Comunista de España. De esta manera, la fuerza de la hoz y el martillo tiene más peso que nunca en su historia.
Sin embargo, aun cuando los logros individuales y de liderazgo colectivo consolidados por Díaz han tenido gran notoriedad en España, no ha acallado aún las voces críticas de la derecha, quienes a través de sus medios de comunicación tergiversan la realidad comunicacional de España con señalamientos carentes de fundamento o relevancia dentro del acontecer político, económico y social.