Ecuador: Llori llora y Lasso tose
La presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, Guadalupe Llori, es destituida.
El día martes 31 de mayo, la Asamblea Nacional, resolvió la destitución de su presidenta Guadalupe Llori aún a pesar que sus propias declaraciones: “Dios me puso aquí y solo Dios me saca del cargo” pero todos sabemos que Dios actúa en formas misteriosas que los hombres y las mujeres no alcanzamos a entender, así mismo ha de estar Lupita, llori que llori, pues no entiende como ha sido destituida por 81 hombres y mujeres que están lejos de ser Dios y aunque Lasso –más cerca del diablo que de Dios- le prometió mantenerla en el cargo con los votos de la bancada legislativa de su partido y de sus aliados de la izquierda democrática, los independientes y los disidentes de Pachakutik, pero no le cumplió ni le alcanzó.
Pretendió quedarse con el respaldo de Lasso, que la apoyó con mil y una triquiñuela judicial ordenada desde Carondelet a favor de Lupe, pero ni eso le alcanzó, ahora se va de la presidencia de la Asamblea, pero queda todo el daño que hizo durante este año, únicamente por complacer los caprichos de su mediocre cómplice a quien creyó que la podría sostener en ese cargo ya que fue él mismo quien “la puso ahí”.
La recuperación de la Patria ha comenzado con la Asamblea Nacional, que ha logrado ser arrebatada de las manos del gobierno, ahora esperemos que sigan las instituciones de control cuyas autoridades deben ser posesionadas en la Asamblea Nacional y ojalá que ya se instauren de una vez los juicios políticos en contra de la Fiscal, del Procurador y del Contralor, del Consejo de Control Social y Participación Ciudadana, del Consejo de la Judicatura, Corte Constitucional y Corte Nacional, etc.
“Mala tos te siento Federico”, reza un adagio popular que se utilizó en tiempos de la epidemia de tuberculosis que mató cientos de miles de ecuatorianos –ahora utilizado- cuando alguien está desahuciado y a punto de encontrarse con su propia muerte no física –en este caso- sino por ser rechazado, cancelado, despedido, despreciado, condenado al olvido de la memoria popular y de la historia, y esa tos es la que tiene ahora mismo Guillermo Lasso, y cómo habrá tosido al enterarse de la destitución de su marioneta en la Asamblea.
Entonces a “Federico” Lasso el tosigoso que de hecho ya ha dejado de ser presidente, gobernante o mandatario del pueblo ecuatoriano, sólo le falta una “patada de mosquito” para que regrese a su banco y a sus negocios off-shore en paraísos fiscales, pues demostrado ha quedado hasta la saciedad, que un bachiller, menos aún un banquero JAMÁS debe ser elegido para gobernar, por más acérrimos que sean los odios a los contrincantes políticos, porque ya sabe todo el Ecuador y el mundo que Lasso no ganó con votos para sí, sino con los votos del odio que los resentidos pelucones, empresarios, explotadores y evasores posicionaron en el imaginario popular ecuatoriano con ayuda de una infame y corrupta prensa.
Duro revés político para el banquero con apenas el 21% de respaldo y con una revocatoria en ciernes, a estas alturas, no le queda otro camino que aplicar la “muerte cruzada” para durar unos meses más, pues con su actual debilidad política no puede intentar ninguna otra cosa, a no ser que renuncie y eso es algo que su ego y orgullo no le permitirá.
La Revocatoria del mandato al presidente Lasso está en marcha, y si no hay amañamientos, triquiñuelas y leguleyadas, ese proceso sólo puede concluir con la terminación del mandato del binomio Lasso-Borrero por haber incumplido el Plan de Gobierno presentado ante el Consejo Nacional Electoral.