¿Por fin justicia? Rosell vs Alba
Puede que estemos ante los últimos pasos para poder ver a Salvador Alba cumpliendo con la condena. Condena por haber cometido varios delitos contra Victoria Rosell.
El caso del exjuez Salvador Alba, es un buen ejemplo de lo que ocurre cuando la justicia es trocada en arma política. En un arma de guerra sucia.
El viernes pasado se esperaba su captura por los delitos de prevaricación, cohecho y falsedad, sin embargo, esto no sucedió. Escandalosamente, hasta la fecha aún no se ha cumplido con su encarcelamiento.
Cómo en otros momentos, este hombre de “ley” ha logrado zafarse una vez más de su condena, pese a esta ser una sentencia firme.
La trama judicial que se ha creado alrededor de este personaje, arrastró en el pasado a la entonces jueza Victoria Rosell. Fue injusta y cruelmente atacada, hasta lograr su anulación política y judicial. De hecho, no pudo evitar las tropelías de un sistema corrupto y lleno de vasos conductores con el Partido Popular de José Manuel Soria, y su desmedida ambición.
Hoy en día, Rosell todavía clama y exige una acción contundente de cara a todas las injurias puestas sobre ella. En aquel momento cursaba con un proceso eleccionario, del cual no pudo formar parte la miembro de Podemos.
Por razones obvias, Rosell se vio forzada a renunciar al cargo de diputada permanente del Congreso. Fue después de que el Tribunal Supremo admitiera un informe, hoy reconocido al calor de la investigación como falso, levantado por Salvador Alba. Estaba sustancialmente apoyado y orquestado por José Manuel Soria, que en aquel entonces fungía como ministro de Industria y Energía del PP.
La posición pública de Victoria Rosell en ese año 2016 fue “una querella tramposa me impide seguir. Ha sido un honor. Seguimos luchando por la justicia y la verdad”.
Con estas palabras, Podemos perdía, una vez más, un cargo público por malos manejos de la derecha.
Esta peligrosa simbiosis de poder judicial y política, tuvo como caldo de cultivo apetencias personales e intereses partidistas que hicieron, y aún hacen, mucho daño a la imagen y legitimidad del sistema legal español.
Este caso, tuvo como subtrama la participación del empresario Miguel Ángel Ramírez, quien por presiones inculpa al compañero de Rosell e inicia con ello la estrategia judicial.
Todo esto a razón de ser Rosell quien pone la mirada pública sobre Soria. Esto inició una serie de trampas que hicieron incluso que a la salida de la magistrada, el juez sustituto fuera el mismo Salvador Alba.
Luego de seis años y medio de trucos, que pasan por supuestos problemas de salud desmentidos por expertos, y recusaciones, esta semana pudiera ser decisiva para hacer justicia y actuar en consecuencia con Salvador Alba. Esperemos.