El analista, y redactor de elestado.net, Orlando Romero Harrington, entrevista en exclusiva a la dirigente de la Revolución Ciudadana y activista por los Derechos Humanos en Ecuador, Paola Cabezas.
El encuentro se produce para romper el silencio mediático que envuelve a Ecuador en un momento en que la pandemia del coronavirus se expande al mismo ritmo que la repesión gubernamental.
En Ecuador hay un silencio increíble, un silencio mediático con relación a lo que está pasando allá dentro con el coronavirus, y quién mejor que tú, una figura de la Revolución Ciudadana que se ha caracterizado por la defensa de los derechos humanos del pueblo ecuatoriano, para que me digas qué es realmente lo que está pasando a allí a grandes rasgos.
Gracias Orlando, primero quiero dar un abrazo al pueblo venezolano, hay gente maravillosa a la que quiero, admiro y respeto. Quizá de manera distinta estamos sufriendo los mismos embates. Mi abrazo y solidaridad por lo que está viviendo ahora el pueblo venezolano, en una nueva arremetida del gobierno de Donald Trump, que es justamente lo que hace similares a estos gobiernos neoliberales de Ecuador y Estados Unidos.
Ante la ineficiencia de resolver problemas prioritarios de sus ciudadanos, toman como recurso vender humo o inventarse situaciones como la que están creando en este momento contra el pueblo venezolano. Toda mi solidaridad con ustedes.
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Lo que viene pasando en Ecuador es una matriz implementada desde el gobierno, aquí no se necesitan construir fake news o noticias falsas, el gobierno ecuatoriano es el principal constructor, tiene un equipo trabajando en un relato que no tiene sustento, que pasa por mentiras, desengaños permanentes y en eso redunda básicamente la pobre aceptación que tiene en este momento del pueblo ecuatoriano.
Mucho más allá del tema del coronavirus, que siendo objetivos es una crisis mundial que está poniendo al filo al mundo, a los grandes capitales, está poniendo en cuestionamiento a los gobiernos, y en este momento lo diría así siendo una mujer progresista, esto se trata de una cuestión ideológica porque está poniendo en duda al sistema, un sistema que se ha dedicado a explotar los recursos naturales, cooptar recursos, dinero, olvidando cuestiones fundamentales.
La cuarentena, a todos los ecuatorianos, a todo el mundo, nos debe poner en un momento crucial, el mundo va a tomar otro giro, va a depender no solamente de la visión que tengan los ciudadanos, sino los que dirigen los estados, los gobiernos. Esto le va a dar una vuelta definitiva a todo, eso es lo que los gobernantes ecuatorianos no han entendido.
Primero porque en esa disputa por hacer desaparecer cualquier vestigio del correísmo en Ecuador, se dedicaron a destruir lo que para cualquier ciudadano normal, -por esto apelo a no centrarnos solo en un debate ideológico, sino en un debate del buen vivir, qué les generas a los ciudadanos para que vivan bien-, considera básico.
Yo creo que el periodo anterior, durante el gobierno de Rafael Correa, se tuvo esa visión de darle apoyo total a lo público, porque solo en un caso como este, un buen sistema público de salud puede tener la capacidad de afrontar una pandemia.
El gobierno de Lenín Moreno se disparó en el pie. Porque su primer caballo de batalla fue destruir todo el sistema de salud y educación público. Despidiendo maestros, recortó los recursos para salud, debilitando el sistema hasta el punto que se presenta esta crisis mundial en la cual el Ecuador no está en capacidad de afrontarla, Orlando esa es la verdad.
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Empezaron a destruir lo construido y están siendo presas, afrontando la responsabilidad de no haber sido, valga la redundancia, responsables con el pueblo ecuatoriano. Por que esto tiene que pasar inexorablemente por el bienestar del pueblo como eje fundamental.
Eso es lo que hoy podemos ver en los resultados de contagios, tenemos a día de hoy miles contagios según los datos oficiales, de los que hay muchas dudas pero son los únicos que existen y señalan varias decenas fallecidos y miles de 2000 personas sospechosas de padecer el coronavirus.
En Guayas se ha creado un cordón de seguridad porque no tienen otra forma de poder enfrentar la pandemia que con un cordón de seguridad que está llegando a los barrios populares a reprimir personas. Eso es muy doloroso.
No hay capacidad de poder atender a los enfermos y a las personas, y como lo ha dicho la Organización Mundial de la Salud (OMS), la única manera de poder realizar un diagnóstico claro sobre cómo se encuentra el país, es realizar las pruebas con los test, para ir descartando a los ciudadanos sanos, y poder ubicar a los que sufren de coronavirus en lugares específicos para tratarlos.
Pues bueno, en Ecuador no se están llevando a cabo esas actuaciones que entran dentro de lo elemental, lo que nos tiene muy preocupados porque provincias como Guayas y Pichincha han pasado a otro plano más peligroso.
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Solo aspiramos, en la medida de las posibilidades, a que el gobierno tenga la capacidad de poder atender la crisis, que ya nos ha convertido, proporcionalmente y con los casos reconocidos por el ejecutivo, como el país que más sufre esta pandemia de toda la región.
Según las declaraciones del actual ministro de salud, porque la anterior renunció, se afirma en ellas que la culpa de la propagación del coronavirus la tiene el pueblo. Por lo que justifica una mayor represión, y un más estricto toque de queda. Hay un silencio mediático alarmante en el único país de América Latina que ha establecido una ley marcial por la pandemia.
En una crisis hay que conformar un comité que la gestione para que se produzcan mensajes asertivos que generen tranquilidad y garanticen la paz social. Pues bueno, como te habrás dado cuenta, y esta es la fotografía que vende Ecuador al Mundo Ecuador no lo ha hecho.
Siendo en este entramado la CNN un canal aliado del gobierno de Moreno, te puedes haber dado cuenta en la última entrevista en la que la ministra María Paula Romo tiene exactamente el mismo relato que la emisora.
La ineficiencia del gobierno, al no ser Correa el responsable porque a estas alturas no le pueden echar la culpa, es tal que le ha cargado con ello al pueblo ecuatoriano.
¿Cómo le puedes echar la culpa a un ciudadano, que, por las disposiciones gubernamentales que todos sabemos que tenemos que cumplir, vive del día a día? Que es un comerciante informal, que vende comidita en la esquina, que tiene que salir cada mañana a trabajar porque no están afiliado a la seguridad social, ¿cómo le dices a esa gente que se quede en su casa?
Esa gente tiene que comer, y es ahí donde debe estar el Estado acompañando. Expresando que se deben quedar en casa pero sustentando esa petición con atención médica, con raciones de alimentos y con la cobertura total de todas las necesidades básicas. Es algo que están haciendo incluso países neoliberales, fortaleciendo sus estados, lo público, demostrando que su sistema no sirve en momentos de crisis.
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De todos los países neoliberales del mundo, solo Ecuador masacra, reprime y de remate no le da ninguna solución a la parte de la sociedad que es vulnerable. No existe ningún protocolo más que la represión, que solo puede ser vista en redes sociales porque los medios de comunicación silencian esta terrible situación.
Los focos de represión gubernamental son los barrios populares, en las zonas en las que vive la gente adinerada como en San Borondón van las brigadas médicas del ministerio de salud, mientras que a nuestra gente le están dando palos.
Esas son las cosas que a nosotros nos dejan marcada la ruta que señala que no solamente Lenín Moreno lidera un gobierno neoliberal, sino que además de eso está tomando medicas inadecuadas.
No te sorprendas por las declaraciones del ministro Ortiz, ese es el relato del gobierno, echarle la culpa a alguien. Durante los últimos tres años ha sido a Rafael Correa, pero como ahora no pueden, echan la culpa al pueblo del Ecuador. Lo hacen para justificar todos estos abusos a los derechos humanos de los ecuatorianos.
El gobierno de Lenín Moreno, desde el principio, se caracterizó por una posición neoliberal. Muchos analistas, yo incluido, escribimos sobre la existencia de un deep state debajo de Lenín Moreno. Es decir, un gobierno controlado por grandes empresas que son realmente las que ejercen el poder. Incluso más que la embajada de Estados Unidos. ¿Cómo ves tú el futuro de Ecuador? ¿Cuáles son los planes a nivel político? ¿La Revolución Ciudadana puede soportar este embate? ¿Hay un enlace con los movimientos sociales?
Nuestra base social está en el pueblo que todavía necesita un modelo que priorice al ser humano sobre el capital. Mientras exista un pobre en nuestro país, nosotros tenemos que seguir de pie, generando una disputa política e ideológica porque pese a que hay mucha gente que expresa que esto no es ideológico, sí lo es.
En Ecuador la pregunta para nosotros es, ¿cómo se puede, desde el progresismo, desde la izquierda, poder promover un proyecto como el de la Revolución Ciudadana? El cual es reconocido por la Comiunidad Internacional como garante de los derechos humanos. Por eso nosotros no vamos a vender humo ni a hablar sobre supuestos.
Hace unos días nosotros tuvimos un debate académico sobre “construir un frente para poder enfrentar…“, a lo que yo expresé que no nos perdiéramos, nosotros no somos una alternativa, somos certezas. La Revolución Ciudadana cambió este país. Dio mensajes claros a la región sobre cómo conducirnos de acuerdo a una construcción real del buen vivir de todos los ecuatorianos.
Nosotros ya tenemos un punto de partida del que no nos podemos perder. Ya fuimos gobierno y durante esos años disminuimos la pobreza, le dimos fuerza a lo público, porque eso es otra mentira del neoliberalismo, acabar con lo público al grito de “lo público no sirve, la educación pública es una alcahuetería, la salud debe ser privatizada para ganar en calidad“.
Estos son los dos paradigmas que se enfrentan en el siguiente periodo. El neoliberalismo fracasó, antes de Lenín Moreno y ahora con él.
La discusión en la calle ahora es “mira, a mí Correa no me caía tan bien pero con Correa estábamos mejor“, “con Correa esta crisis no se habría dado“, “con Correa tendríamos medicinas“. Eso es lo que se oye en la calle y en las redes sociales.
No queremos ser oportunistas, no queremos aprovechar una crisis tan grave, pero es la realidad, al Ecuador le hace falta liderazgo. Al Ecuador le hace falta un gobierno que gobierne, que se haga cargo, que responda por la gente porque a la larga, al traicionar el voto, no hay control efectivo, no hay posibilidad de cumplir con los derechos de la mayoría social.
La banca es la que gobierna Ecuador, obtuvo en 2019 la mayor suma de beneficio de la historia, 400 millones de dólares. Y son los primeros que no quieren buscar fórmulas ni salidas para la crisis, sino que ahora mismo están buscando cómo extorsionar a quienes tienen deudas de créditos peqeuños.
Lo que deben hacer ahora es no cobrar porque la economía está paralizada. Esta es la gente está gobernando con Lenín Moreno, que no tiene la capacidad ni la voluntad para frenar la situación porque son sus aliados. De ahí se entiende el profundo nivel de indefensión en el que los ecuatorianos nos encontramos.
Para revertir esta situación hay que procurar armar una coalición progresista tan amplia que incluya a los indígenas, afrodescendientes, campesinos, trabajadores, movimientos populares, sociales, sindicales, transportistas… Todos estos alineados con un proyecto de recuperación de la patria. Porque la patria la están saqueando, se la están llevando en pesos, y aún estando en mitad de una crisis sanitaria.
Debemos sostener un diálogo sincero con todos estos actores para, en la primera vuelta, vencer y volver a dar el país a todos los sectores que han sido marginados por el neoliberalismo.