El PSOE frena la hoja de ruta del Gobierno para desgastar a Yolanda Díaz
Díaz pide al PSOE que "se aclare" sobre la reforma laboral y considera que "están dando declaraciones diferentes"
Yolanda Díaz, actual vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, se arma en el debate frente al PSOE, socio de la coalición de gobierno, respecto a la derogación de la reforma laboral del PP. En este sentido, ha instado al partido de Sánchez que “se aclare” en el debate sobre la derogación de la reforma laboral del PP. “Sobre todo porque están dando declaraciones diferentes”
En una rueda de prensa en el marco de la inauguración el del foro “Diálogos para el futuro del envejecimiento” llevada cabo este lunes 25 de octubre, Díaz considera que “hay una parte del Gobierno (en referencia al PSOSE) que tiene dudas sobre la que se va a hacer y que sigue discutiendo a día de hoy los contenidos de la reforma”.
En este sentido, ha recordado que el pasado mes de diciembre ella y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cerraron un acuerdo en torno a la reforma laboral incluida en el “Componente 23” del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a la Comisión Europea.
A consideración de Díaz, “no va de quién lidera si no de qué”, es decir del contenido de la norma, que en su opinión es “mucho más ambiciosa” que la mera derogación de la misma y sobre la cual, ha asegurado, “la Comisión Europea no nos ha impuesto nada“.
Respecto a esto último, ha comentado “Vamos a abordar por primera vez la recomendación que nos hace la Comisión Europea, que es que seamos un país normal y que nuestra contratación sea estable, cosa que no pasa en nuestro país”, ha explicado, ya que para superar esta “lacra” que es “una enorme anomalía” en la Unión Europea, “no basta” con derogar la reforma laboral.
Yolanda Díaz pide al PSOE que “se aclare” sobre la reforma laboral y considera que “Están dando declaraciones diferentes”. Asimismo, Díaz increpa: “Ya me conocen, nunca discuto los puestos. Tanto es así que, en esa pelea que hubo entre ser vicepresidenta segunda y tercera por alguien, tardé cinco segundos en renunciar a esto”.
De igual forma, la titular de Trabajo ha advertido que el modelo laboral del PP no es compatible para la situación actual y ha recordado que “si lo hubiera aplicado estaríamos hablando de despidos masivos y empobrecimiento”.
A juicio de Yolanda Díaz, no derogar la reforma laboral del 2012 significa “seguir manteniendo la precariedad”, que haya mujeres limpiando habitaciones “por tres euros cada una de ellas” o que haya jóvenes que “no conocen el trabajo decente”.
En este sentido, también ha criticado a VOX por hacer “lo que jamás debería hacer nadie, hacer de agoreros y dar una visión apocalíptica de España”. “Por mucho que lo repitan, España no está en quiebra”, comenta la ministra.
En este orden de ideas, la vicepresidenta Díaz pide “dejar trabajar” a la comisión permanente de seguimiento del acuerdo de coalición, la cual, se reunirá con el objetivo de tratar de resolver la querella abierta en la que la parte morada acusa a la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, de injerencias.
También se ha referido a la cuestión el presidente del grupo confederal de Unidas Podemos, Jaume Asens, quien ha lamentado la actitud del PSOE y ha opinado que situar a la ministra socialista en la misma obedece al “nerviosismo o el miedo de la popularidad que está tomando” Díaz.
Además, a este hecho se suman los recelos de Unidas Podemos de que el PSOE y, en concreto, Calviño, no quiere acometer como tal la derogación de la reforma laboral que se forma parte del acuerdo de gobierno que los socios firmaron en 2018 para conformar el Ejecutivo. La decisión del Ministerio de Economía generó, por lo tanto, un gran malestar en Unidas Podemos, y abrió una de las peores crisis entre los socios de coalición, si no la peor.
Tras la denuncia pública de Unidas Podemos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respaldó el viernes a su ministra de Economía y defendió la necesidad de que su Ministerio también se implique en esta negociación, porque es un asunto que afecta a todo el Ejecutivo.
La estrategia del partido de Sánchez es evidente. El PSOE se ha caracterizado en los últimos tiempos por un claro desenfoque ideológico-programático, basado en la incoherente defensa de los grandes capitales de la empresa privada, monarquía y posiciones políticas conservadoras.
En estos momentos su reticencia a realizar cambios se debe, además, a que es Yolanda Díaz la que los capitaliza, por lo tanto no llevarlos a cabo impacta de manera negativa en la dirigente gallega, disparada en las encuestas, que registran el apoyo mayoritario de las bases socialistas a la de UP.
El PSOE ha encendido las alarmas por el riesgo de ser superados por la ministra de trabajo en el siguiente ciclo electoral, a tenor de lo que marca la tendencia de todas las encuestas. De ahí que a partir de ahora la agenda política pactada por las dos fuerzas políticas, dejará de ser una brújula para el gobierno para convertirse en un elemento de disputa en base a los intereses políticos de los de Pedro Sánchez, que cumplirán si desgastan lo suficiente la figura de Díaz para que puedan aparecer ellos como los responsable de su aplicación.
Todo ello ha desencadenado en la pérdida de su militancia, la dificultad para la consolidación de su liderazgo nacional y un acelerado declive electoral, evidencian que el PSOE presenta diversos síntomas que ponen de manifiesto el deterioro de su posición en el sistema de partidos, enfrentado su mayor y más profunda crisis desde 1979.
En vista de la ausencia en una fuerza políticamente cohesionadora dentro de sus filas, el PSOE para procurar su supervivencia ha necesitado apoyarse en factores políticos conservadores, incluyendo la monarquía.
De esta forma, el PSOE de adhirió a una obscura tradición política conservadora la cual tiene su origen en los tiempos de la dictadura franquista. El dictador dejó claro que la Guerra Civil tenía como objetivo preservar el patrimonio de las clases privilegiadas económicamente y asegurar un ecosistema favorable para que las riquezas estuvieran a salvo y poder incrementarlas. Pero no todas las fortunas, sino las de aquellos que ayudaron a financiar el alzamiento.
Todo ello sentó las bases para el desarrollo de un capitalismo español, ahora defendido por las posturas neoliberales de organizaciones políticas de derecha y aquellas creadas a la medida del Régimen del 78. Tal ejercicio se encarna en el PP y PSOE, quienes han armonizado con posturas fundamentalmente capitalista en el escenario económico.
La armonización del PSOE con la monarquía ha llegado aniveles tanto discursivos como prácticos, a tal punto que actualmente el mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado su apoyo al sistema de Monarquía Parlamentaria que hay en España.
Ante todo ello, no es de extrañar que el PSOE dude o se oponga directamente a la reforma laboral impuesta en el 2012 por el PP, la cual, presenta una serie de nociones que favorecen a las empresas en detrimento de los derechos laborales de la ciudadanía.
Unidas Podemos, de la mano de Yolanda Díaz ha fijado su mirada en la necesidad de transformar el actual sistema de relaciones laborales en España, emprendiendo una serie de reformas conducentes a la protección de la clase trabajadora frente al patronato con tendencia neoliberal. Para ello, se propone la derogación de la reforma laboral del año 2012 presentado durante la gestión de gobierno del presidente conservador Mariano Rajoy.