La necesidad de un movimiento social fuerte en el proyecto de Yolanda Díaz
Proyectos van y vienen, pero el de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, aparentemente llegó para quedarse y por ello, necesita acudir a la movilización.
Yolanda Díaz y su efecto ha conseguido posicionarla a nivel nacional, pasando de ser una figura desconocida a una de las políticas mejor valoradas por el barómetro del CIS, superando a Sánchez y a Casado que llevan mucho más tiempo en sus roles de líderes.
Sin embargo, es el momento para que la vicepresidenta segunda del Gobierno de coalición comience a dar forma al primer paso de su proyecto. Una vez aprobada la Reforma Laboral, es preciso que impulse un punto clave: la movilización.
Puesto que el apoyo a su persona está reflejado en los medios de comunicación de la izquierda y los moderados, lo cual si bien es importante, debe procurar agarrar fuerza en las calles y trabajar codo a codo con la ciudadanía para que su iniciativa sea un éxito.
Cuando la gente se une con motivo de una causa, los cambios empiezan a verse mucho más posibles y viables porque acumulan el soporten que requiere para su implementación, así como también precisan de un funcionario que procure el beneficio colectivo.
Y la ministra tiene a su disposición una herramienta muy valiosa en este aspecto específico, que son las Marchas de la Dignidad, porque en su momento proyectaron la participación ciudadana y la fuerza mayoritaria de la izquierda se unió para alcanzar una serie de puntos rupturistas.
Por tanto, es fundamental que exista la unidad y el consenso en esa plataforma alternativa que está forjando con los miembros de Unidas Podemos; luego que convoque marchas, actividades y sea patrocinadora de la formación política de los españoles, incluyendo a Trabajadores, estudiantes, médicos, entre otros.
La movilización social es una herramienta poderosa de cambio
Esto es posible ya que permite la creación de un poder distinto al predominante en España, alejado de lo heredado del régimen franquista, los preceptos arcaicos de la iglesia católica, los grandes empresarios y la monarquía. De ahí que, las mismas personas movilizadas son quienes empujan a un cambio real y se apropian de su relevancia para el país.
Aunque nadie se haya atrevido a afirmarlo, los medios de comunicación afines a los partidos tradicionales no muestran la realidad que viven las personas en el territorio iberoamericano, especialmente a la voluntad y el sistema de valores de las generaciones más jóvenes.
Mientras que los grupos antiguos y el status quo encuentran representación para la defensa de intereses partidistas y su agenda propia, la gallega Yolanda Díaz busca demostrar que está comprometida con los intereses nacionales a través de sus medidas, políticas y propuestas consistentes.
Asimismo, ha expresado que si se quiere hacer avanzar a España, es fundamental que la sociedad sea más equitativa, igualitaria y que apueste por el desarrollo sostenible que engloba muchos elementos esenciales para el ciudadano, la gobernanza y la gobernabilidad.
Por otro lado, para el 2014, las Marchas de la Dignidad significaron una buena estrategia para exigir las demandas del colectivo, como lo fue contra la escandalosa criminalización y la oleada represiva que recae sobre las multitudinarias manifestaciones acontecidas en aquellos años.
Siempre de manera pacífica recorrieron diferentes localizaciones en todo el país, pero eran reprimidos por los organismos policiales tal como lo mandaba el Gobierno, ya que nadie opinaba lo contrario o procuraba escucharlos de primera mano, solo el bloque de la izquierda.
A su vez, representaron las “marchas por la dignidad del pueblo” donde todos aquellos sectores ciudadanos hicieron escuchar su voluntad a través de las concentraciones, en busca de efectuar los cambios que España necesitaba, y los cuales, si se mira desde una perspectiva mucho más objetiva, todavía carece de ellos.
La voz de Yolanda Díaz
El que la ministra haya subido en las encuestas es una buena señal, más aún cuando está vinculada a proyectos y excelentes propuestas que realmente están dirigidas hacia el bienestar de la ciudadanía, y esa es la razón de su efecto efervescente aunque muchos quieran negarlo.
Su compromiso con el proyecto de país basado en la igualdad está conquistando espacios, defendiendo desde diversos sectores la relevancia de la cercanía con las personas, ya que sabe son el motor que mueve toda acción nacional.
El Gobierno sí es importante también, pero gobernar sin considerar la perspectiva de los ciudadanos es inconcebible y es imposible construir ese horizonte que está mostrando, después de aglutinar a las izquierdas en una plataforma.
“En la igualdad y en el que la intervención pública no solo tenga que actuar cuando estamos en crisis“, ha reiterado Díaz en distintas ocasiones y esas palabras permanecen vigentes.
Por lo que, también ha querido aclarar que “no hay proceso ni proyecto social de emancipación sin la progresividad social y un estado social fuerte”, lo que implica todos estos aspectos mencionados.