Xiomara Castro frente a los monstruos de la dictadura (III): La pobreza
La dictadura y el neoliberalismo llevaron a 75% de los hondureños a la pobreza, y a más de 4 millones a la pobreza extrema.
Uno de los legados de la dictadura en Honduras fue la pobreza. La honda huella del neoliberalismo, dejó al menos a más del 60% de la población de ese país centroamericano, debajo de la línea de pobreza. Por esa razón, Xiomara Castro ha puesto como prioridad la inversión social, y las medidas económicas de su gobierno se dirigen a atacar la desigualdad desde todos los ámbitos.
En tal sentido, Rixi Moncada, ministra de Finanzas de Xiomara Castro, anunció el ajuste de tarifas para aliviar la carga de más de 1 millón 300 mil familias que consumen menos de 150 kilovatios de energía. Igualmente, las políticas de austeridad del gobierno de Xiomara Castro, procuran garantizar las finanzas necesarias para poder apalancar el desarrollo social de la población y el combate a la pobreza.
El legado de la dictadura
A pesar de que el Banco Mundial calificó a Honduras como uno de los países con mayor crecimiento en Centroamérica, las cifras de pobreza publicadas por medios de comunicación como EFE, afirman lo contrario.
Con la llegada de la pandemia del Covid-19, la pobreza en Honduras llegó a un 75%. “Tres de cada cuatro hondureños estarían en condición de pobreza al cierre de 2021” afirma EFE citando las declaraciones de Ismael Zepeda, representante de Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras.
De 2019 a 2021, la pobreza aumentó más de 10 puntos porcentuales. La llegada de la pandemia acentúo las desigualdades que promovió la dictadura neoliberal desde que se instaló en 2009.
Pobreza Extrema
El fracaso de las políticas económicas neoliberales, llevaron a casi la mitad de la población de Honduras a la pobreza extrema.
La agencia EFE destacó en 2021 que la pobreza extrema en Honduras había llegado al 45% de la población, lo cual significa que más de 4 millones de los 9,5 millones de habitantes de ese país centroamericano, se encuentran en el máximo grado de vulnerabilidad económica y social. Durante el primer gobierno de Juan Orlando Hernández, la población de Honduras consideraba un fracaso su gestión gubernamental, al no poder disminuir los índices de desempleo y la pobreza.
En 2016, Honduras ya era el primer país con la canasta familiar más alta de Latinoamérica, y se ubicaba entre los países con mayor pobreza, detrás de Bangladesh, Nepal, y Kenia.
La consecuencia: migración
La migración en Honduras es una realidad aplastante que trajo la dictadura. Las llamadas “caravanas migrantes”, tienen en Honduras su primer referente, y aun cuando algunos mandatarios resalten primero el doloroso caso de Venezuela, Honduras tiene mucho que contar acerca de este fenómeno social.
El diagnóstico que planteó Xiomara Castro en su plan de gobierno, revela que la pobreza desencadenó no solo la migración de hondureños hacia el exterior, sino también hacia el desplazamiento interno producto de la desigualdad en las regiones que no pertenecen a la llamada “T del desarrollo” situada en el litoral de Honduras. En cuanto a la migración hacia el exterior, casi 500 mil hondureños han sido devueltos tratando de ingresar de manera ilegal a países como EEUU.
Las primeras medidas
Xiomara Castro recibió a Honduras en la bancarrota. La dictadura dejó una deuda de más 168 mil millones de lempiras, lo cual equivale a 8 mil millones de dólares. La situación es muy compleja; sin embargo, ha emitido decretos para desmontar en lo posible la estructura neoliberal que llevó al estado hondureño a la quiebra, y a los hondureños a la pobreza, y pobreza extrema.
La gratuidad de la electricidad hasta los 150 kilovatios, el ajuste de gastos de la administración pública, la rebaja de sueldos a altos funcionarios, son apenas las primeras medidas destinadas a cerrar las brechas de desigualdad. El servicio eléctrico y de agua son dos temas estratégicos. Ambos privatizados representan un alto porcentaje del gasto familiar.
La generación de empleo, y a promoción de microempresas, son algunas de las políticas que implementará el gobierno de Xiomara Castro para hacer frente al monstruo de la pobreza que dejó la dictadura en Honduras.