El regreso a la cárcel de Jorge Glas lo convertirá en el próximo presidente de Ecuador
El exvicepresidente de Ecuador publica un vídeo en el que se muestra tranquilo ante la persecución del Estado ecuatoriano.
Jorge Glas es ecuatoriano, Vicepresidente Constitucional hasta que su movimiento político, la Revolución Ciudadana, decidió confrontar con Guillermo Lasso en 2021. Contienda que perdió. Sigue siendo político aunque no tenga responsabilidad institucional ni pueda ejercer desde ninguna posición institucional.
Lo sigue siendo porque no hay una sola vez en la que él respire sin pensar en la mayoría social de Ecuador, en los pueblos de la Patria Grande y en los y las trabajadoras del mundo. Su vida la vive desde la generosidad de quién ama a la humanidad y decide sacrificarla por ella.
Sé que suena muy poético. Pero ¿cómo describir la entereza de un hombre que va a volver a la cárcel siendo inocente solo por mantener la lucha contra el Estado criminal que atenta contra los derechos de quienes viven en Ecuador?
Entró en la cárcel porque se opuso a la traición neoliberal de Lenín Moreno, ¿que quién era Moreno? No me acuerdo muy bien, vayan a buscar en las cloacas de la historia, estará junto a Bucaram, Uribe y Carmona.
Se le realizó un juicio en el que todo fue una farsa. Lo sé porque en elestado.net publicamos en exclusiva la trama montada del auto golpe de estado. Lo que no pudieron conseguir en las urnas, lo lograron rompiendo la institucionalidad de Ecuador. El fascismo es el mismo capitalismo de siempre pero desesperado por perder privilegios.
Tras varios años en la cárcel sufriendo tortura (lejos de la familia, sin ser tratado por sus enfermedades, sin ser protegido frente a amenazas de muerte de otros presos, sin respetar las garantías del proceso judicial), hace unas semanas salió.
Jorge Glas sabía que la justicia ecuatoriana, tan podrida en sus formas como corrupta en sus procesos, haría lo posible por volverlo a encerrar; no puede estar libre la única persona (con Rafael Correa fuera del país) que puede organizar y liderar la oposición al neoliberalismo.
El exvicepresidente tiene carisma, es muy conocido, suscita un gran apoyo social, tiene buena imagen y una oratoria elegante. Por eso va a volver a entrar en la cárcel. Lo sabía, y no ha querido salir del país. Se muestra visible para que vengan a por él.
Los poderes fácticos de Ecuador son el tonto que mira al dedo que señala a la luna, que Glas regrese sin oponer resistencia a la cárcel eleva hasta la estrellas su razón social: es un preso político, tan inocente como puras sus motivaciones: el buen vivir de la mayoría social.
Volverá a salir, y lo hará como el siguiente presidente de Ecuador.