Ecuador: Lasso está de corre corre
Lasso ha sido el peor gobierno de la historia del Ecuador, hoy los indígenas del Ecuador se levantan en las calles y se suma toda la ciudadanía. Lasso responde con represión.
La generación de los llamados “baby boomers” o los nacidos entre la “generación silenciosa” y la “generación X” son los nacidos a finales de la década de los años 50 hasta los inicios de los años 70´s. Se nos llama así, porque fuimos parte de la “explosión de natalidad” ocurrida después de la II guerra mundial. Pero de esto no quiero escribir ahora, sino que hacía falta para entrar dentro del contexto de la frase que titula este artículo “de corre, corre”.
En el Guayaquil (mi ciudad natal) de aquella época, las casas donde habitaban los guayaquileños, mucho antes de que se construyan las primeras “ciudadelas” ahora llamadas “urbanizaciones”; eran de construcción mixta (ladrillos de arcilla, cemento y madera) entonces, toda familia cuya vivienda estaba debajo de otra, escuchaba en forma permanente los pasos de las personas que habitaban en el “piso de arriba” salvo raras excepciones en las cuales las extremas consideraciones de respeto y cohabitación hacía que las personas “de abajo” ni sientieran a los de arriba; salvo cuando arriba tocaba “baldear” un ritual antiguo y ya en desuso que consistía en lavar el piso con agua y detergente (aún no habían los desinfectantes aromatizados modernos) un balde de agüa y un trapeador, siendo el piso de tablones de madera, entre las junturas, siempre filtraba agua a los habitantes del piso inferior y ahí se hacía presente otro grito que ya tampoco usamos los guayaquileños “agüa abaaaajo” que acompañado con un par de golpes de “escobillón” al piso superior, advertía a los de arriba que estaba cayendo agua, pero de eso también hablaremos en otra ocasión.
Ahora sí, entonces dentro de este contexto histórico, generacional y de vida del siglo pasado, puedo explicar el por qué y para qué se usaba la frase “está de corre, corre”: resulta que en los días previos al inicio de clases estaba establecido un rito de salubridad, conocido como “la purga” el mismo que consistía en administrar fuertes dosis de aceite de ricino, un purgante –más malo que la comida de los locos- pero que ayudaba a preparar el organismo de todos los excesos y abusos de la comida durante las vacaciones que terminaban, en algunas ocasiones, y si el médico así lo determinaba la “purga” iba acompañada también de la ingesta de algún vermífugo, para eliminar parásitos.
Los efectos del purgante, no se hacían esperar mucho y además solían durar en el mejor de los casos un día, entonces se podrán imaginar que en el momento de la “emergencia”, los chicos y algunos mayores que también recibían el “tratamiento” debían salir en carrera desde donde se encontrasen hasta llegar al “trono” de loza para evitar un desastre mayor. Esta carrera de la sala o desde donde haya estado el interfecto, hasta el cuarto de baño se oía perfectamente y amplificada en la parte de abajo. Entonces para evitar el uso de aquella fea palabra “diarrea” se la suplantó con el eufemismo “fulanito está de corre, corre”; frase con la que se contestaba negativamente a todo requerimiento presencial de aquella persona por parte de sus amigos, parientes o compañeros, el diálogo era más o menos así: “¿Por favor señora, podría darle permiso a fulanito para que salga a jugar? Y la respuesta era, no puede ir ahora, porque está de corre, corre”.
En el Ecuador de hoy, y específicamente el que transcurre desde el 13 de junio hasta hoy que llevamos ya el sexto día del PARO NACIONAL en contra del gobierno del banquero Lasso que ha sido -nadie lo vió venir- más desastroso que el de Moreno con creces, y eso que fue considerado como “el peor gobierno de la historia” imagínese entonces como estamos ahora.
Lo cierto es que durante estos días no se ha sabido del paradero de Lasso que está en Carondelet dicen unos, que se fue a Guayaquil dicen otros, que está escondido en un cuartel militar dicen más allá; lo cierto es que el dirigente de la CONAIE Leonidas Iza, dirigente y líder indiscutible de las nacionalidades indígenas del Ecuador, ha venido a ser el aceite de ricino que ha bebido Guillermo Lasso, quien no atina aun a solventar la conmoción que ha causado el paro que se encuentra vigente y en marcha durante ya seis días.
Muchos errores ha cometido el banquero en esta jornada, hizo detener a Iza sin orden judicial, sin advertirle los derechos y lo mantuvo secuestrado por cerca de 24 horas sin que se sepa su paradero cierto, pues lo mantuvo oculto y viajando de un lado a otro para finalmente confinarlo en un cuartel militar.
Varios han sido y no dudamos que hayan aun más, los errores políticos y comunicacionales del gobierno durante estos días, lo que ha llevado a la radicalización de las medidas adoptadas por los líderes de la protesta social, a la que cada día se han ido sumando otros sectores de la sociedad civil, de tal manera que aquello que comenzó como un reclamo del pueblo indígena hoy es una jornada ciudadana, que no se puede minimizar como ha pretendido el gobierno hasta ahora, con ayuda de su aliada la prensa corrupta que esconde las noticias de la represión policial a los manifestantes.
Lasso entonces viéndose acorralado pero sin perder su poder de capataz impreparado para gobernar, se presenta en una cadena nacional de radio y TV a proferir amenazas de que no dudará en usar toda la fuerza policial y militar en contra de los manifestantes, claro después de haber invitado al dialogo en forma conciliadora, es decir, o vienes a conversar o te doy garrote.
Sin resultados y después del respaldo popular a Leonidas Iza por su detención arbitraria e ilegal, lo que ha valido para mantener la lucha en las calles y con más adherentes, Lasso se vió obligado a dejarlo en libertad después de haber realizado un show mediático de pantomima anoche en otra intervención y, – un acto desesperado- diría yo, promulga un decreto declarando el estado de excepción en varias provincias y entre el articulado del decreto firmado se encuentran verdaderos atentados contra la libertad de expresión, la libre movilidad, la intervención y restricción en el uso de internet, y la inviolabilidad del domicilio, más aún, un artículo autoriza el uso de la “fuerza letal” en contra de los manifestantes.
La estupidez y el desconocimiento de los ministros y asesores así como del propio Lasso, obligaron horas después al Secretario jurídico de la Presidencia, que salga a decir que el documento que ha firmado el Presidente ha sido un borrador nomás y que ya van a corregir y así, va gobernando el inepto de cagada en cagada, y los asambleístas aún –a pesar que tienen todos los elementos- no se deciden a aplicar el Art. 130 de la Constitución que permite librar al Ecuador de tan nefasto gobernante.
Esperemos que ya en las próximas horas o días y cuando la temperatura de las calles suba lo suficiente, podamos encontrar un camino viable constitucionalmente, hacia la recuperación de la patria, con Lasso o sin él -que sería lo mejor- para el país, para el Estado y para los Ecuatorianos. Por eso es el título del artículo, “Lasso está de corre, corre” pues no quiero escribir que Lasso se está cagando los pantalones porque no sería bien visto en los círculos sociales del 15% que aún respalda a este fantoche.
Para terminar – no quería decirlo nuevamente- pero me veo obligado por “la fuerza de las circunstancias” o tal vez por un “influjo psíquico”:
¡Con Correa estábamos mejor!
OTRO SI: Feo mismo ha de ser pasar el día del padre con churrete.