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La deuda democrática de Guillermo Lasso con Ecuador

La llegada de Guillermo Lasso al poder augura una continuidad de la era de Lenin Moreno, marcada por la persecución política.

La deuda democrática de Guillermo Lasso permanece. Luego de asumir la presidencia de Ecuador, la derecha cambió de cara en el poder y entre sus primeras decisiones no está la liberación de presos políticos como Jorge Glas Espinel.

En 2017, el binomio Moreno-Glas tomó las riendas del Ecuador de la mano de Rafael Correa. Pocos meses después, las diferencias internas quebraron al binomio y comenzó la persecución contra el correísmo.

Glas entró a prisión preventiva por un montaje judicial que elestado.net reveló en exclusiva. Hasta el momento sigue preso, cumple 8 condenas que resultan de procesos judiciales (calificados de viciados), y con pocas garantías para su salud en el centro de reclusión de Latacunga.

Asesinato del abogado

Entre las múltiples circunstancias que rodean la prisión de Jorge Glas está el asesinato de uno de sus abogados, Harrison Salcedo. Quito no suele presenciar hechos de sicariato como el que acabó con la vida de Salcedo, apenas unos días después de la segunda vuelta presidencial.

Entre 6 y 10 balazos terminaron con la vida de Salcedo. Semanas antes ofreció una  entrevista a elestado.net donde denunció la intrusión de organizaciones criminales del narcotráfico presentes en Ecuador.

Ecuador dejó de ser un país de paso y ahora es un país de rutas. Lenín Moreno ha permitido que estas organizaciones narco internacionales se infiltren en este país”. Afirmó Salcedo.

Entre las últimas solicitudes de Salcedo, está que se le garantizaran condiciones mínimas a Jorge Glas en su centro de reclusión. Introdujo una acción extraordinaria de protección y una apelación contra la sentencia del caso de peculado en Campo singue.

Lasso sin pronunciarse

Aún cuando Guillermo Lasso aseguró que “no tiene listas para perseguir a nadie”, no se ha pronunciado sobre los casos de lawfare contra Rafael Correa, Jorge Glas y otros dirigentes de la Revolución Ciudadana.

Paralelamente, Guillermo Lasso emitió un decreto para prohibir el nepotismo y el culto a la personalidad que, entre otros asuntos, prohíbe la exhibición de fotos del presidente en oficinas públicas. Esta orientación va dirigida a restringir la simpatía política de los funcionarios públicos.

Otra medida que da al traste con el correísmo, es el impulso de una Ley sobre medios que cierra organismos de control sobre las empresas de comunicación, que fueron creados para imponer responsabilidad social sobre la emisión de contenidos.

La deuda democrática de Lasso crece en la medida que prohíbe la libre expresión de la simpatía de las mayorías, e incentiva la creación de una agenda mediática controlada por los grandes capitales.

Además, Lasso se ha dedicado principalmente a asegurarse de contar con el apoyo del poder financiero del FMI, con el nombramiento de su actual ministro de economía, Simón Cueva y la coordinación de reuniones con altos funcionarios de este organismo como Mauricio Claver Carone.

 Cese de la persecución

Una vez conocidos los primeros resultados de la contienda, el campo progresista español solicitó a Lasso “poner fin a la persecución” contra sus adversarios políticos.

La Comisión Internacional de Izquierda Unida señaló que en virtud de esa persecución política, el gobierno del entonces presidente Lenín Moreno, mantenía en prisión a dirigentes políticos de izquierdas como Jorge Glas.

Finalmente, para IU resulta imprescindible la liberación de presos políticos como Glas, para de esa forma lograr “la normalización política del Ecuador”, y el ejercicio legítimo y normalizado de la oposición política.