Mélenchon demuestra que la unidad de la izquierda frena al fascismo y es alternativa real de gobierno
Mélenchon frena al fascismo de Le Pen y se convierte en la alternativa al sistema neoliberal representado por Macron.
Se observa en la historia cómo el fascismo es un estadio más del capitalismo, hoy en fase neoliberal, cuando la democracia de baja calidad (representativa) se rompe por la izquierda. El dictador Franco reconocido por EEUU y sus socios en Europa para evitar la expansión de la Unión Soviética. Otros fascistas como él en América Latina son incluso aupados al poder por la misma razón.
Pero busquemos ejemplos más recientes. Roberto Micheletti en Honduras (2009), Michel Temer en Brasil (2016-2018), Jeanine Áñez en Bolivia (2019-2020), Volodímir Zelensky en Ucrania (2019-actualidad).
Hemos visto en Francia el aumento exponencial del fascismo liderado por Le Pen, sí. Y todos los medios de comunicación en manos de grandes empresarios, bancos, fondos buitres norteamericanos y dictaduras árabes, es decir, todos los principales se han aprestado a dar mucho bombo a esa parte de la actualidad francesa.
Es un hecho claro, hay que decirlo. Pero la izquierda ha dado un golpe sobre la mesa, de tal impacto que la ha partido por la mitad. Y eso ya no se dice tanto. El fascismo ha quedado más cerca del 15% que del 20%, el partido de gobierno cerca del 40% y la coalición de la izquierda ha superado el 30%.
Primera lectura, la unidad de la izquierda derrota al fascismo. Segunda lectura, la izquierda unida es alternativa de gobierno. Tercera lectura, el proceso de unidad hay que hacerlo en el momento histórico adecuado y con las herramientas necesarias, más allá de oportunismos políticos y cálculos de cuotas de poder institucional.
Lo que ha conseguido Mélenchon al unir a la izquierda francesa es haber frenado el temible ascenso de Le Pen, que fue segunda opción en las presidenciales generando el miedo de que se asentase como segunda fuerza en las parlamentarias, causando un impacto mediático que profundizase en el imaginario colectivo la idea de que ella sería la alternativa a Macron en el siguiente ciclo electoral.
Ahora ese espacio lo ocupa el líder anti-OTAN, que ahora es la alternativa al sistema neoliberal en Francia. Por supuesto lo complicado llega ahora para NUPES y es permanecer unida. Muchas sensibilidades que deben permanecer fieles al acuerdo programático acordado, que tendrán que dialogar creando instancias de democracia interna para solucionar problemas.
Romper la coalición nada más iniciar la legislatura desmovilizará a gran parte del electorado que luego será muy complicado sacar de la abstención. Con el sistema de la segunda vuelta francesa, con la mayoría de los medios de comunicación en contra, si Mélenchon quiere pasear por los Jardines del Elíseo como presidente en el próximo ciclo electoral, debe entender que su carrera es de fondo, y que comenzó al conseguir la unidad hace unas semanas.