Carla Antonelli abandona al PSOE por no apoyar la ley trans
Carla Antonelli confirma su salida del PSOE porque la formación no está luchando por los derechos trans, su batalla durante años.
Carla Antonelli, la primera mujer transgénero en figurar en el escenario político de España, vuelve al centro de la polémica. Esta vez debido a su decisión de abandonar al PSOE por su falta de compromiso con los trans, a quienes representa.
Con el estancamiento de la Ley Trans en España, la activista y exdiputada Carla Antonelli, anunció que se retira del Partido Socialista Obrero. Sin embargo, aclaró que eso no significa que vaya a abandonar su lucha por los derechos del colectivo.
Asimismo, informó que decidió dar un paso al costado por las presuntas “maniobras” de los socialistas para evadir la ley trans y que esta no siguiera avanzando. De hecho, su formación pidió ampliar el plazo de enmiendas a las normas impulsadas por Irene Montero.
Por otro lado, esto se presenta en medio de diferentes campañas —una favor y una en contra— que discuten sobre la autodeterminación de género, aspecto que también dividió a los funcionarios del PSOE.
No descarta su “naturaleza socialista”
En el comunicado plasmó que, si bien no dará de baja su naturaleza socialista, ha decidido marcharse porque el partido está impidiendo un proyecto que es de suma importancia y que ha defendido desde hace años.
A su vez, reiteró que “fue, es y será socialista, donde quiera que esté y cual sea el ámbito de la vida”. Asegura que eso no se lo quitará el no pertenecer a un partido político.
Por otro lado, también se refirió al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, para que “vuelva a poner la Ley en su sitio, como hizo en su momento. Que cierre los plazos de enmiendas y se continue su trámite de urgencia, por la palabra dada y el compromiso adquirido”, como lo hizo en un momento.
Antonelli reafirmó que su trabajo no ha finalizado. Ahora lo hará desde otros espacios en los que las vidas trans sean respetadas y sus intereses sean promovidos. Quiere “ir por la calle y mirar de frente a mis compañeras/os/es trans, y no agachar la cabeza de la vergüenza por haberles traicionado“.
La “maniobra” del PSOE que acusa
Quedó evidenciada que la intención de los socialistas era presentar nuevas enmiendas, pero eso llevó al retroceso de la legislatura, provocando que posiblemente se agote y no se logren aprobar las propuestas recientemente discutidas.
Entre las enmiendas más detacadas está la “autodetermación de género”. Esta reconoce la libertad de los individuos de elegir su género sin requisitos, es decir, sin someterse a procesos hormonales o cirugías.
Pero este cambio llevó a que se alborotara la colmena. Causó la distintiva en el Gobierno de coalición, y el PSOE manifestó que plantearían modificaciones en el texto pactado. Todo ello sin especificar cuáles serían. De hecho, por eso se pidió su pausa.
Sin embargo, la decisión también encendió las alarmas en el Ministerio de Igualdad, que prevé que se retrase la aprobación de la norma más allá de diciembre, fecha que marcó Unidas Podemos. Por tal motivo, Antonelli mostró su desconcierto y tomó la decisión de irse.
El desconcierto desde Igualdad
“El compromiso es la aprobación en diciembre de la ley trans, sin retrocesos en derechos para las personas trans y LGTBI respecto a la propuesta presentada por el Gobierno”, aseguraron desde Igualdad, insistiendo en que la aprobación debe realizarse antes del cierre.
Por otra parte, la ministra Irene Montero twitteó que “es una mala noticia que PSOE y PP decidan retrasar la tramitación de la Ley Trans y de Derechos LGTBI. No podemos hacer esperar más a las personas trans y a la comunidad LGTBI para que sus derechos sean ley. Este es el compromiso del Gobierno”.
Hace referencia a que el PSOE no se pone plazos y asegura que lo determinarán “semana a semana en función de lo que se necesite”, mientras que están contrarreloj y están pasando por alto el compromiso adquirido.
Pero, más allá de que la Ley Trans ha sido la mayor discrepancia que ha enfrentado al Gobierno de coalición y también en la misma formación de los socialistas, lo peor no es que haya una dilatación de la misma. El problema es que no se llegue a un acuerdo que atienda a las exigencias. La división entre quienes apoyan la autodeterminación de género como un derecho de las personas transexuales, y quienes lanzan advertencias sobre las consecuencias que pueda tener en la igualdad de las mujeres, es un desafío mucho más grande.