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Vallecas es cultura antifascista

Crónica del acto que Unidas Podemos celebró en la "Plaza Roja" del barrio de Vallecas en Madrid. La cultura y el antifascismo como protagonistas.

La llamada “Plaza Roja” de Vallecas no se cansa de vivir días históricos para el barrio de Madrid. Cuando VOX trató de mancillarla con su presencia y destilando su odio, pudimos ver cómo los y las vallecanas salieron a la calle para para plantarle cara al fascismo.

El pasado día 30 de abril, la plaza se llenó de vecinos, de simpatizantes y militantes de Unidas Podemos en un acto en apoyo a la cultura. Se conformó una masa de almas que vinieron de muchos sitios y de muchos espacios, pero que un trozo de su alma, de su convencimiento, siempre estará por sus calles como ejemplo de lucha de los barrios del sur de Madrid.

Esos barrios obreros que nos plantamos contra los que nos quieren callados y sumisos. Eso, en el Valle del Kas, tiene su máximo exponente porque “Vallecas no es fiera para domesticar”.

Antes de comenzar el acto, si solo se atendía a las encuestas podría ir con algo de desánimo, ver aquel espacio en el que no había ni un alma aún se antojaba complicado de llenar, pero como uno no es que tenga muchas luces, resulta que estaba accediendo a la plaza por el lado que no era, por favor no os riais muy fuerte que tengo mi corazoncito.

Pero entonces lo vi, casi una hora antes, ya había gente esperando para acceder, varios colectivos como el sindicato de estudiantes estaban movilizados pidiendo el voto para UP, el ambiente empezaba a vibrar de una manera especial.

El tiempo pasaba y la cola crecía y crecía. Cuando logramos acceder y nos colocamos en nuestras posiciones, vimos cómo la cantidad de gente superaba el aforo, que había gente fuera para escuchar lo que se tenía que decir. Un mar de banderas de Podemos, de Izquierda unida, del PCE y banderas antifascistas no dejaban de agitarse, todo presagiaba una buena tarde.

El acto se centró en la cultura, un sector castigadísimo por esta crisis sanitaria. Pudimos escuchar sus reivindicaciones del sector y enterarnos con gran dolor de cosas como las que contó Juanjo Valmorisco, Secretario de la coordinadora Sindical de Trabajadores músicos, cuando nos dijo a los presentes que muchos de los músicos que nos han amenizado días y días, llegarán a su jubilación sin tener nada, ya que las salas no suelen dar de alta mientras se lucran vendiendo alcohol durante los conciertos.

Supimos por las reivindicaciones de Begoña Loza, librera de “La Esquina del Zorro” el daño que los monopolios causan a pequeños negocios como el suyo. Margarita Sánchez de PEATE estuvo hablando sobre la labor de los técnicos, pidiendo a Iglesias y a su equipo que empujen para que las ayudas lleguen al sector, que necesita con urgencia una formalización y un reconocimiento que les brinden unas condiciones dignas para ejercer su profesión.

Entre las peticiones de los colectivos se intercalaban discursos como el de Daniel Guzmán, que emocionado por momentos narró cómo habló con Iglesias para ver cómo podía ayudar, cristalizando su apoyo en el corto que se hizo público al principio de campaña.

Corto alimentado por el machaque diario en los medios hacía UP. El realizador dio las gracias por el trato a todo el equipo de Iglesias mientras explicaba que es muy complicado llegar a dar un mensaje si se te niegan las ventanas para hacerlo, si tienes los medios en contra en definitiva.

También fue emocionante el discurso de Roberto Sotomayor, poniendo en alza los valores del deporte, la generación que nos trajo la democracia. La emoción se llegó a convertir en épica durante la canción de Celia Bsoul, rapeando a capella para relatar malas experiencias sufridas por ella y sus allegadas a causa del machismo y del patriarcado.

Se contó de manera telemática con las intervenciones de Carlos Bardem y Juan Diego Botto. Estuvieron presentes también la siempre incombustible Cristina Fallarás, y LaOtra que nos deleitó con una canción llamada “nunca canto sola

En el plano político los discursos hacían hincapié en el componente antifascista de la cultura y su derecho a disponer de más recursos y mayores seguridades. Serigne Mbaye se arrancó a rapear recitando un poema sobre el escenario, -como anécdota; desde mi posición podía ver dos wiphalas que, mientras Mbaye estaba en el escenario, se agitaron con mucha más fuerza, demostrando el valor que tiene él como reflejo de los migrantes en nuestra comunidad-.

Mientras la tarde pasaba subió al escenario con todo el mundo en pie Irene Montero, para hablar de feminismo y de abolición de la prostitución. Expresó cómo la cultura debe de ser un derecho para los de abajo como forma de emancipación frente a los poderosos.

Debo decir que en las tablas Montero es un auténtico huracán, llena de convicción y de pasión como solo quien cree en lo que hace puede transmitir, como solo quien vive para ello puede comunicar.

Pero entonces llegó Yolanda Díaz, a la que Vallecas recibió en pie con un sonoro aplauso al grito de “¡Presidenta!“. Su discurso giró en torno a la necesidad social de cultura. Todas las expresiones culturales son fundamentales, dijo, porque la cultura es el antídoto frente al odio, es una forma de eliminar la barbarie desplegada por la derecha.

Expresó su anhelo de que el 4 de mayo tenemos que votar junto a los trabajadores de la cultura. Pidió votar con alegría frente al odio, y pidió movilizar el voto hacia Pablo Iglesias. La intervención de Díaz fue memorable, demostrando que el espacio político tiene continuidad, que hay pasión, -si Montero era un huracán encima de las tablas, Díaz es un auténtico terremoto que la derecha que no va a poder controlar-.

El último discurso fue el del candidato Pablo Iglesias, destacando el valor de los miembros de UP del gobierno de coalición y su labor durante la crisis sanitaria. Realizó una profunda reflexión que considera a la cultura como herramienta para hacer frente al fascismo, a la vez que debe servir como emancipadora de las clases populares frente a los poderosos, que ven en los puestos de poder un cortijo de su propiedad por derecho de cuna.

Explicó que la libertad no es irse de cañas y a los toros, que la libertad es que los hijos e hijas de las clases trabajadoras puedan ganarse en igualdad de condiciones los títulos universitarios y un puesto allá donde lo merezcan.

Que la libertad es que podamos construir un proyecto vital sin tener apellidos compuestos ni títulos nobiliarios. Tampoco una cuenta abultada en el banco.

El líder de Unidas Podemos relató cómo en siete años el camino para UP no fue fácil -pese a que se lo quisieron poner fácil-. Como dijo el mismo Iglesias, Podemos siempre eligió el camino difícil que en este país es el único que puede molestar tanto como para cambiar las cosas. El broche final lo puso Ismael Serrano interpretando “Papa cuéntame otra vez”, un final mágico para una tarde épica.

Pero tengo que terminar esta crónica nombrando a las verdaderas protagonistas de la tarde, dos mujeres que en uno de los balcones que daban al escenario recibieron a Iglesias con el puño en alto, y a las que Dani Gago -un maravilloso fotógrafo- inmortalizó.

Por favor buscadla. En muchas ocasiones desde donde estaba las vi emocionarse. Ellas son el reflejo del antifascismo, de la pelea por lo público, por lo de todos…

No sé qué pasará el 4 de mayo, no sé cómo se repartirá la asamblea, pero lo que vi ayer me hace pensar que hay partido, que siempre nos dan por muertos pero aquí seguimos para dar la batalla, que frente al odio nuestra alegría debe vencer, que la cultura es la herramienta más poderosa que tenemos para luchar contra ello, y como dije antes “Vallecas no es fiera para domesticar”.