La revolución de Xiomara Castro: nacionalizaciones, nueva constitución y erradicación del patriarcado
La primera presidenta de Honduras muestra un proyecto de ruptura comparable a los modelos socialistas latinoamericanos.
La nueva presidenta de Honduras Xiomara Castro de Zelaya, primera mujer en llegar al cargo en la historia de ese país, tomará posesión el próximo 27 de enero.
La izquierda que ella representa ha sufrido represión, censura y fraude electoral desde el año 2009, momento en el que la derecha dio un golpe de estado a “Mel” Zelaya, el marido de Xiomara y líder del partido Libertad y Refundación (LIBRE).
Xiomara prepara su llegada al poder con una estrategia de gobierno socialista, entendido como el Socialismo del Siglo XXI que practican los gobierno de la órbita bolivariana como los de Venezuela, Bolivia, Cuba y Nicaragua.
Una de las primeras trabas con las que se puede encontrar para desarrollar su plan de gobierno es precisamente su socio electoral, Salvador Nasralla, quién fungirá como su vicepresidente. Su perfil político es bastante más moderado que el de la presidenta.
Sin embargo, Castro ha firmado un decálogo en el que condensa las medidas más importantes que llevará a cabo durante el primer día de su presidencia. En él se observa la aspiración de la izquierda hondureña de romper con el actual sistema neoliberal que los gobierna.
La Asamblea Nacional Constituyente aparece al principio del decálogo, en el segundo puesto. Justo debajo del desmontaje de la institucionalidad fascista y neoliberal aprobada por la “dictadura“, en palabras de Xiomara.
Estas dos medidas implican, primero, la destrucción del un Estado corrompido por el narcotráfico, y después la creación de uno nuevo de manera participativa. La flamante presidenta no quiere que sea legal escuchar conversaciones privadas, la represión, la censura -suspenderá la Ley del Consejo de Seguridad y Defensa, así como la Ley de Secretos y la Ley de Escuchas-.
Tampoco quiere el desarrollo de la Ley de Zonas Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), ya que elimina los derechos de los y las trabajadoras, además de la protección del medio ambiente para impulsar la inversión extranjera.
Una vez suspendida la jurisprudencia neoliberal, Xiomara Castro afirma que “el primer día de mi Gobierno, convocaré a una Consulta Popular para que el pueblo organice y elija la Asamblea Nacional Constituyente Originaria que redactará una Nueva Constitución“, con lo que otorgará el poder a la mayoría social para desarrolle el nuevo marco social y político del país.
Además de estas medidas, la primera presidenta de Honduras apuesta por las nacionalizaciones de los sectores estratégicos, desarrollar una banca pública, impedir que el agua de la nación siga en manos privadas, prohibir el fracking, aumentar impuestos a las grandes fortunas y quitárselos a las rentas más bajas.
La jefa del poder ejecutivo mandó un mensaje a las mujeres hondureñas, “desde hoy anuncio a las mujeres, que voy a defender nuestros derechos desde todos los campos de la sociedad, pero especialmente desde la Presidencia de la República. Trabajaremos para erradicar el patriarcado y los feminicidios“.