The news is by your side.

Un año de la izquierda en Honduras: ¿qué ha cambiado?

Con Xiomara Castro de Zelaya, la izquierda llega a su primer año de gobierno en Honduras, después de romper con el legado de la dictadura impuesta en el año 2009.

La izquierda en Honduras se propuso eliminar todo rastro de la dictadura. El balance del Gobierno de Xiomara Castro, apunta a que se han adelantado varias de las acciones imprescindibles para desmontar el anterior régimen. No obstante, queda mucho por hacer.

La derogación de las ZEDE y de la Ley de Secretos, así como la modificación profunda de las condiciones de operación del servicio eléctrico, forman parte de la batería de decisiones que más tocaron los intereses a los poderes económicos. Hablamos de aquellos que apoyaron la dictadura instalada en Honduras desde 2009, con el golpe a Manuel Zelaya Rosales.

Y esto incluye a los EEUU. Después de apoyar públicamente al Gobierno de Xiomara Castro y de enviar a su alto mando a respaldarle, se ha podido comprobar que vuelve a operar políticamente para frenar el avance de las medidas antineoliberales. Medidas que fueron votadas por los hondureños cuando decidieron a la actual presidenta.

En cuanto a los niveles de apoyo, la aceptación de Xiomara Castro sigue siendo alta. Sin embargo, la mandataria le exige a su gabinete que comunique mejor la gestión y el porqué de las decisiones y programas que se implementan.

El primer cambio: la amnistía

Fue el hito que marcó el fin de la persecución contra la izquierda, y en general, contra los factores sociales que movilizaban la angustia de la población ante el saqueo neoliberal.

La Ley para la Reconstrucción del Estado Constitucional de Derecho y para que los hechos no se repitan, sirvió como base para cumplir varias deudas con los derechos humanos. Una de ellas fue la liberación de los luchadores por el Río Guapinol.

En el mismo orden, se derogó la Ley de Secretos, una norma que permitía la clasificación de información sobre la violación de DDHH por parte del Estado hondureño.

No más ZEDE

Uno de los golpes más contundentes contra el neoliberalismo en Honduras, ha sido la eliminación de las Zonas de Empleo y Desarrollo (ZEDE). Estas impulsaron niveles de apertura al capital privado donde se cedía la soberanía sobre el territorio hondureño.

Las ZEDE habían sido instauradas con el fin de dar empleo, pero la realidad fue muy diferente. Estas zonas implicaron básicamente un despojo para quienes habitaban en lugares como Isla Roatán. Además, la llegada del capital extranjero no significó mejoras en las condiciones económicas, ni tampoco un mayor empleo.

En mayo de 2022, quedaron eliminadas las ZEDE. Sin embargo, hay una importante presión interna y externa para dejar en la práctica sin efecto la decisión tomada por el Congreso de Honduras a instancia de la presidenta Castro.

De hecho, el canciller Enrique Reina señaló que dentro de las acciones de presión estaría implicada la embajada norteamericana en Tegucigalpa, a través de reuniones con los antiguos operadores de las ZEDE.

La Operación del Sistema Eléctrico

El servicio eléctrico fue declarado un bien público de seguridad nacional. Este hecho abría la puerta a la nacionalización de un servicio prestado netamente por la empresa privada a expensas de varias cuestiones. Estas tienen que ver con el acceso al servicio y la sostenibilidad de recursos esenciales para la vida, como por ejemplo el agua.

Por otra parte, las empresas que operan el servicio eléctrico se endeudaban cada vez más, no prestaban un mejor servicio y tampoco generaban ganancias. Esta realidad llevó al Gobierno de Xiomara Castro a promover una ley para declarar la emergencia y tomar el control de esta delicada situación.

La ley entró en vigencia en abril de 2022, y con ella, otra serie de medidas que incluyen subsidios para permitir un mayor acceso y un pago acorde con el nivel de ingresos de los hondureños.

Mayor transparencia

La transparencia cruza el discurso y las acciones del Gobierno de Xiomara Castro, aun cuando no necesariamente signifique movimientos precisos.

Además de la eliminación de la Ley de Secretos, está la implementación de una portavocía desconcentrada. Esta obliga a los integrantes del gobierno del partido LIBRE a ofrecer explicaciones constantemente.

“Se han transparentado los programas solidarios y se negoció en términos más favorables para Honduras con las empresas térmicas” señala Ruy Díaz, destacado analista de Honduras.

Recientemente, la presidenta Castro ha instruido a sus secretarios de gobierno a prácticamente comparecer ante la televisión nacional a responder cuestionamientos sobre las políticas que están implementando.

Con preguntas en muchos casos incómodas, los funcionarios deben dar justificaciones suficientes ante la opinión pública y mostrar resultados.

La secretaria de Finanzas, Rixi Moncada, el secretario de Desarrollo Económico, Pedro Barquero, y el secretario de Energía, Erick Tejada, son algunos de los que ya han pasado por esta especie de interpelaciones televisivas.

Percepciones 

La cotidianidad sigue siendo difícil en Honduras. Sin embargo, ya se cuentan avances, sobre todo en programas sociales.

“Se están reconstruyendo centros escolares, se está preparando el programa de alfabetización y se iniciará la construcción de represas de contención contra inundaciones en San Pedro Sula”, señala Ruy Díaz.