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Yolanda Díaz, defensora de la democracia

La ministra de trabajo del Gobierno de España, Yolanda Díaz, ha efectuado un trabajo en favor de los y las trabajadoras.

Hija del líder de CCOO de Galicia Suso Díaz, ha tenido una relación muy estrecha con los sindicatos en su vida personal y profesional. Yolanda Díaz representa a una izquierda que se está preparando para una batalla muy complicada que determinará el futuro pospandemia.

Los datos del último CIS publicado avalan la apuesta que hizo Pablo Iglesias por la figura de Yolanda Díaz que, incluso entre los votantes del PSOE, consigue una nota muy superior a la de otros miembros del gobierno, incluso que Pedro Sánchez.

Un 1º de mayo reivindicativo

Yolanda Díaz tiene una gran trayectoria profesional, experta laboralista, con una tendencia natural al liderazgo. Aunque desde su cargo siempre ha tenido conflictos con los sindicatos, ha sido la primera ministra de Trabajo, desde el final de la dictadura franquista, en marchar junto a ellos el 1º de mayo, una manifestación que conmemora la lucha obrera.

Una disposición que le honra, porque lo ha hecho “desde niña”. Con esa actitud recoge el testigo de Francisco Largo Caballero, que lo hizo en 1931, el primer año en su cargo de ministro de Trabajo de la Segunda República. Para Díaz, el 1º de mayo no es un día más, sino una jornada reivindicativa que une a todos los trabajadores.

No somos todos y todas iguales. (…) No nos hemos equivocado de bando, hemos puesto tesón, nuestro corazón, nuestra vida, para demostrar que se puede gobernar de otra manera, gobernar para la gente, para salvar puestos de trabajo o para subir el SMI y no se rompió nada (…). Y no se ha roto nada. Yolanda Díaz.

El 1º de mayo nunca ha sido un día de reivindicación tan importante como en este período de crisis. Por eso debe exigirse trabajo estable y decente como herramienta para construir el futuro de la clase trabajadora.

Díaz ha sido la ministra de Trabajo que luchó, incluso contra sus socios de gobierno, para poner en marcha el mecanismo de los ERTE, ha conseguido un salario mínimo interprofesional de 950€, que se paralizasen los desahucios, que no se cortaran los suministros. Ha impulsado la ley de trabajo a distancia, de transparencia salarial, la ley de riders.

Sus medidas, sus palabras, sus acciones, la han convertido en la defensora de la clase trabajadora. “Es la clase trabajadora la que da la cara por todos en el momento más difícil”. Al final, siempre es la gente corriente y trabajadora la que da la cara.

Por ejemplo, en el tema de los ERTE, Díaz advierte de la necesidad de que las medidas de precariedad estructural, que lleva a que las empresas acudan a los despidos cuando entran en dificultades, se centren en mecanismos diferentes como éste, tal como se ha aplicado durante la pandemia. Sin embargo, no es posible que ese mecanismo se convierta, como ahora se pretende, en una herramienta para favorecer los despidos.

En referencia a la subida del SMI, Díaz ha afirmado que “sería inadecuado que un gobierno que no va a dejar a nadie atrás propicie recortes”. De ahí, la importancia que tuvo la subida del SMI que, aunque se mantiene estable, existe el compromiso de su progresivo incremento, a pesar de los obstáculos planteados por el PSOE.

Esta crisis se ha gestionado de manera muy diferente a la anterior. En la anterior hubo despidos masivos, pero en esta hemos salvado empresas. Yolanda Díaz.

Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa demuestran la eficacia de las medidas aprobadas por el gobierno. A pesar de todo, el paro sigue siendo una de las principales preocupaciones del país, como no puede ser de otra forma, dada la coyuntura que vivimos.

La necesidad de la reforma laboral

La crisis nos ha enfrentado con un modelo laboral caduco. Por eso, la respuesta más efectiva y rotunda debe ser la apuesta por el trabajo decente, la solidaridad y la justicia social. Esta debe ser la hoja de ruta para salir de la crisis, para “reconstruir los derechos de los trabajadores en el siglo XXI”. De ahí que Díaz apunte a la necesidad de una reforma laboral de gran calado.

La gallega busca adoptar una nueva reforma que revolucione el mercado de trabajo, mediante normas legales, a aprobar gracias al consenso de los agentes sociales. Esta reforma plantea una serie de medidas que revolucionarán el mercado de trabajo.

En este sentido, ha afirmado que no hay vuelta a atrás, ni a 1997 ni a 2006, porque los problemas estructurales que afectan a nuestro mercado de trabajo llevan décadas incrustados en la sociedad y en la economía española. Se trata de medidas que deben centrarse en diferentes aspectos:

  • Abordaje de las políticas activas de empleo.
  • Reequilibrio de la negociación colectiva y de la subcontratación.
  • Mejorar los sistemas de formación, los mecanismos de flexibilidad interna.
  • Impulsar la estabilidad en el empleo.
  • Simplificación de las modalidades de contratación, pero sin caer en la retórica neoliberal que busca precarizar aún más esa contratación.
  • Promoción de los contratos fijos-discontinuos para actividades estacionales.
  • Penalización de la excesiva utilización de los contratos de muy corta duración.

Llevamos más de un año centrados en la gestión de la mayor crisis que hemos conocido en el mundo. Y yo lo afronto (…), lo hago con enorme ilusión y cercanía a los problemas de la gente. Yolanda Díaz.

Las medidas de Díaz para la reforma laboral van a suponer una revolución en el empleo, porque no se puede reconstruir un país, ni con los fondos europeos, si el contrato social está quebrado, como hasta ahora. Debemos salir del estancamiento social y económico en que nos encontramos, porque debemos poder retomar la posibilidad de desarrollar nuestros proyectos de vida.

La reforma presentada por la ministra a Bruselas está destinada a hacer que las empresas en dificultades acudan a la flexibilidad interna (ERTE) y no a la externa (ERE).

Es necesario llevar a cabo un impulso decidido de la estabilidad en el empleo: no se puede entender que en 2019 hubiese más de 6 millones de contratos con una duración inferior a 7 días. No es posible eliminar la precariedad con estas modalidades de contratación, ni tener empresas solventes o implicar a los trabajadores en un proyecto económico y empresarial real.

Para que gente como nosotros esté en el Consejo de Ministros hace falta democracia (…). [Las derechas] nunca creyeron en la democracia, solo creyeron en el poder. La democracia solo es válida si les permite mantener sus privilegios. Y cuando se dan cuenta de que pueden perder, la derecha enseña su verdadera cara, la de enemigos violentos de la democracia. Yolanda Díaz.

El problema de la falta de estabilidad en el empleo es la causa y la razón que lleva a cada contrato y las consecuencias sociales y económicas que conllevan esas causalidades. La nueva reforma debe centrarse, por tanto, en incorporar la causa de la precariedad a la solución: debe justificarse la razón por la que un contrato no tiene carácter indefinido.

La precariedad laboral no puede convertirse en los cimientos del mercado de trabajo, como ha sido hasta ahora. El modelo de precariedad, de dominación sobre las relaciones laborales y del miedo en las relaciones laborales, debe acabarse, porque, aunque las organizaciones empresariales no lo consideran así, va en contra de los intereses económicos de las empresas. Por eso, la contratación estable debe ser la normalidad, y la precariedad deber ser la anormalidad.

A pesar de todo, la ministra de Trabajo aún tiene temas pendientes: la derogación total de la reforma laboral del PP y del PSOE, hacer oposición a la reforma de las pensiones que pretenden los sectores del PSOE en el gobierno, continuar con el incremento y la estabilización del SMI, etc.